En realidad lo que genera es una concentración, una replica de las condiciones externas donde la lucha por la sobrevivencia, económica y física, se libra 24/7.
A éste realidad no les resulta sencillo mantenerse al margen a algunos funcionarios penitenciarios y operadores, y ocupar mínimos puestos de poder, de decisión e influencia sobre las personas privadas de libertad, a las que llegan "bajo cuerda", a arreglos de convivencia, beneficios y negocios.
Actualmente se comercializan celulares que andan en el entorno de los 10 o 15 mil pesos, ha pagar de las formas mas ocurrentes, pero que ha generado una suerte de "tienda de venta de celulares", no con local instalado, pero si muy rentable.
A esto se agrega la venta de algunos electrodomésticos y otros elementos de donaciones.
Mientras las autoridades ponen la lupa en mujeres que en las visitas ingresan droga a las cárceles, una red de venta de drogas fluye sin que aparentemente, sea detectada, y que llega de ida y vuelta, desde la cárcel a la Plaza Colón.
Pero como este comercio de tahúres genera deudas y no se resuelve con demandas civiles, la "justicia interna" falla con extorsiones a familiares, "cortar" el acceso a posibilidades de estudio o de trabajo o a mejores condiciones de reclusión, cuando no lisa y llanamente la agresión física. Una situación que ha llevado al suicidio a varias reclusas.
El comisionado parlamentario y la comisión de género del Ministerio del Interior tienen en sus manos la denuncias que un grupo de mujeres privadas de libertad juntaron el coraje para realizar por malos tratos.
A ésta situación se agrega una práctica antigua que no es exclusiva del CNR 5, como es la venta al exterior de comestibles y productos panificados, en forma cotidiana.
El comisionado Juan Miguel Petit lo ha solicitado en forma reiterada y desesperante: el hacinamiento en las cárceles resulta intolerable.
En cárcel de Mujeres la población aumento de 400 PPL a casi 800.
La investigación interna en el centro por el momento, hasta no llegar nuevamente a fiscalía, no pasa de ser un acto administrativo, una expresión mas de la naturalización de la convivencia carcelaria, la misma que da como consentido que los llamados a Concursos, ya tengan los ganadores nominados.