Al momento de votar, Dilma Rousseff dijo confiar en que Fernando Haddad, candidato a la presidencia por el Partido de los Trabajadores (PT), podía revertir la tendencia negativa del electorado hacia su persona, pero que si llegaba a triunfar el ultraderechista Jair Bolsonaro, ella estaba preparada para resistir.
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Horas más tarde, ya con los circuitos cerrados y en pleno escrutinio, Rousseff reiteró a varios medios de prensa que si ganaba Bolsonaro sólo había una manera de revertir la situación: «Resistir con militancia, como corresponde», contestando de esta forma a las palabras de Bolsonaro, quien dijo que sus opositores deberían conformarse con la cárcel o el exilio. «Él tiene una mirada fascista y muestra una continúa falta de respeto al Estado democrático de derecho», expresó Rousseff.