Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Editorial

El gobierno es muy popular en los papeles, pero no gana una

Por Leandro Grille.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

La elección de los directores sociales del Banco de Previsión Social fue la quinta elección en el año en la que el gobierno intentó impulsar candidaturas, cuatro de ellas organizadas por la Corte Electoral. Antes se metió de lleno en la elección del Sindicato Médico del Uruguay, haciendo proselitismo a una lista al punto de que el propio presidente recibió a sus candidatos y tanto ministros como legisladores se mostraron muy activos en promoverlos con publicaciones y fotos en redes sociales.  El resultado para el presidente y sus acólitos fue un desastre: la agrupación médica Fosalba, a la que el gobierno quería derrotar,  no sólo ganó, arrasó.

 

Luego, el gobierno también fue derrotado en la elección del Colegio Nacional de Medicina, instancia en la que las fuerzas pro gubernamentales presentaron lista y marcharon en otra elección organizada por la Corte Electoral. Y más adelante, la coalición, especialmente a través de sus legisladores, volvió a apoyar candidaturas en las elecciones universitarias, sobre todo entre estudiantes y egresados y la derrota gubernamental fue, nuevamente, clamorosa, apabullante. Por supuesto no faltaron voceros de la derecha, entre los que se cuentan algunos periodistas, que comenzaron a preguntarse por la obligatoriedad de esa elección, ignorando que las elecciones universitarias son obligatorias por obra y gracia de la propia derecha que así lo dispuso en 1972, con la aspiración evidente de que la FEUU perdiera su dominio en el orden estudiantil si participaban los estudiantes menos activos en la militancia. Por cierto, dicha iniciativa ideada en la mente de un  entonces joven Julio María Sanguinetti ha fracasado en su propósito de desplazar a la FEUU durante casi cincuenta años.

 

Saliendo del ámbito de la academia universitaria, pero no de la educación, el gobierno jugó fuerte en la elección de los directores del CODICEN, elecciones también obligatorias organizadas por la Corte donde debe votar todo el cuerpo docente de la ANEP. La victoria de las listas gremiales fue lapidaria, recuperando el cargo que habían perdido en las elecciones pasadas y triplicando los votos de las listas de blancos y colorados que tuvieron todo el apoyo económico y propagandístico.

 

Finalmente, la elección del BPS era la última batalla electoral del año. Estaban convocados a votar más de un millón ochocientas mil personas entre activos, jubilados y empresarios. El gobierno, y muy especialmente el Partido Nacional compareció con listas bajo el lema Un sólo Uruguay en los tres órdenes y perdió claramente en jubilados por 10 puntos de diferencia, fue derrotado feo entre los trabajadores, donde había más de un millón de convocados a votar y la lista impulsada por el PIT CNT casi lo duplica, y ganó en empresarios, resultado más que previsible para un gobierno completa y definidamente de clase.

 

Estas cinco elecciones y la recolección de firmas para someter a Referéndum 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración fueron las luchas por el voto en las que se enfrascó el gobierno y en todas le fue mal y muy mal. En la recolección, por cierto, fue donde le fue peor, porque los movimientos sociales y el Frente Amplio reunieron casi 800 mil firmas en tiempo récord, a pesar de haberlas tenido que reunir en medio de la parte más acuciante de la pandemia, cuando se contaban más de 3000 casos y 60 muertes por día. En esas condiciones de hostilidad inédita, con los medios de comunicación ocultando el tema y sin haber obtenido ni siquiera el beneficio de la extensión del plazo que se justificaba en el impedimento mayor determinado por la emergencia sanitaria, se juntaron más firmas que para ningún Referéndum anterior convocado por este o por cualquier otro procedimiento.

 

El gobierno quiere sustituir por encuestas favorables lo que indican los uruguayos y uruguayas en las urnas cada vez que se los ha convocado, pero semejante acumulación de derrotas no es casual. Demuestra que la oposición a sus políticas es amplia, y en algunos sectores es abrumadora. Hasta ahora, salvo en las encuestas y en los relatos de la prensa dominante, el gobierno no ha podido probar su tan comentada popularidad.

 

Al cierre del día de ayer, la Corte Electoral alcanzó y superó el 24% del padrón electoral en firmas, contabilizando 647391 firmas validadas. Faltan apenas 24 mil firmas cuando restan casi 75 mil por analizar y hay 22 mil firmas en proceso. Es tan brutal el número ya no por la cantidad alcanzada, sino por el exceso que la Corte deberá convocar al Referéndum en las próximas horas. Allí se verá, con toda la ciudadanía convocada, el corolario de esta seguidillas de derrotas que ha sufrido el gobierno. Ellos lo saben, aunque confíen en el poder de la agencia y de los grandes medios. La historia hablará fuerte y claro. Y hablará en breve. Tan pronto como el próximo mes de marzo.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO