Toda esta maquinaria funciona con el compromiso inquebrantable y el liderazgo de Virginia Staricco, una empresaria que ha logrado reinventarse y consolidar los proyectos que una vez soñó.
En entrevista con Caras y Caretas, afirmó que esta nueva etapa representa el resumen de todo el aprendizaje acumulado en sus años de trabajo. Sobre el empoderamiento femenino, la igualdad de oportunidades y los desafíos de liderar un negocio en un sector tradicionalmente dominado por hombres, también conversamos.
¿Cómo ha sido su experiencia empresarial en el sector de transporte y logística?
Vengo de muchos años emprendiendo en logística, desde que era adolescente. Como mujer, luché por hacerme un lugar en este mundo. Siempre tuve claro que quería superarme. Desde los 15 años busqué oportunidades. Fue un camino duro, especialmente cuando decidí ser madre. Fue difícil equilibrar todos los roles al mismo tiempo y ganarme la credibilidad en un espacio dominado por hombres. La credibilidad es justamente algo que cuesta más ganar como mujer, sobre todo al tomar decisiones y ocupar roles de liderazgo en las instituciones.
¿Y a qué atribuye sus logros en este camino tan desafiante?
Primero, a mi actitud y a mi constante positivismo. Creo que cuando uno realmente se esfuerza y trabaja por lo que quiere, con dedicación y constancia, las cosas llegan. Soy una persona que nunca se da por vencida, a pesar de haber caído muchas veces. He tenido fracasos y aciertos, pero creo que el éxito se construye con ambos. Una va construyendo su camino, adquiriendo experiencia, siendo más sólida en sus decisiones y rodeándose de un buen equipo. Todo esto te da las herramientas necesarias para lograr que tus sueños se hagan realidad, como fue mi caso.
¿Cómo surge La Nave Cargo Postal, cuáles son sus antecedentes?
Los antecedentes se remontan al 2006, en ese entonces inicié la empresa líder en logística, Mirtrans, junto a mi pareja de 15 años. Hace 3 años viví uno de los momentos más difíciles al separarnos. La separación afectó todo lo que habíamos construido juntos durante años de trabajo y dedicación, sacrificando muchos aspectos de mi vida como mujer y madre en mi constante impulso por mejorar. Fue un momento duro en el que todo parecía tambalear, pero decidí seguir adelante.
Hoy en día, La Nave es una nueva apuesta que he logrado impulsar junto a mi socio Juan Scalise, quien aportó una visión profesional y organizada para constituir una empresa más sólida y con una visión diferente. Esta oportunidad me ha permitido volver a empezar, esta vez más fuerte y rodeada de personas que comparten mis valores y una sensibilidad hacia la igualdad de género. Mi socio comprende y apoya mi perspectiva como mujer y es un gran compañero en esta lucha diaria por seguir creciendo, sin descuidar el aspecto humano.
A propósito de la conmemoración este 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer, ¿qué iniciativas ha logrado implementar para promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino dentro de la empresa?
Desde sus inicios, mi empresa siempre ha tenido un fuerte enfoque en el empoderamiento económico de la mujer. He estado involucrada en varios proyectos al respecto y continúo haciéndolo hasta el día de hoy. Entiendo las dificultades que enfrentan las mujeres al emprender y cómo afectan aspectos económicos y personales. Por ello, proporciono las herramientas necesarias y un ambiente seguro para que puedan crecer tanto profesional como personalmente. Siempre he mantenido las puertas abiertas para que las mujeres puedan participar en todos los sectores de la empresa. Por supuesto, depende de ellas aprovechar estas oportunidades y demostrar su constancia y determinación, tal como lo hice al inicio. Además, hemos implementado iniciativas como centros de cuidado infantil y talleres para apoyar a las mujeres que trabajan junto a nosotros.
¿Qué cambios le gustaría ver en el panorama empresarial en términos de igualdad de género?
Lo que me gustaría es, justamente, mirar tanto al hombre como a la mujer por igual. La oportunidad tiene que ser la misma para ambos y que realmente lo que sobresalga sea el desempeño de la persona. Creo que una mujer, por el simple hecho de ser madre o de tener a su cargo el rol del cuidado, que hoy se está intentando equilibrar, tiene mucho para ofrecer a la sociedad y a las organizaciones. Su sensibilidad y su forma de ver las cosas realmente hacen que sea un ganar-ganar. Las empresas tienen que empezar a reconocerlo y aportar para que esas mujeres puedan sentirse cómodas a la hora de desempeñar sus roles. Ya no se trata solo de horas, sino de resultados, y las mujeres son muy capaces de cumplir varios roles a la vez de manera excelente.
¿Y cómo se ve en el futuro, tanto a nivel personal como empresarial?
Siempre me veo enfrentando desafíos y evolucionando. Me gusta crecer diariamente, seguir aprendiendo y adquiriendo conocimientos para compartirlos con los demás. También me gusta seguir dando oportunidades para mejorar la sociedad. Me gusta ver un país, sobre todo, positivo y a las personas felices. Creo que cuando nos realizamos personalmente somos felices, y creo que permitir que las personas se realicen es muy importante para generar ambientes de trabajo productivos y felices, que es lo que todos buscamos.
¿Qué consejo daría a otras mujeres que aspiran a liderar en el mundo empresarial?
Les diría que no se rindan. El camino es duro y hay obstáculos que a veces nos hacen caer, pero hay que levantarse y seguir adelante. La vida está llena de momentos buenos y malos, pero si somos constantes, las cosas se logran. Se puede hacer todo a la vez, podemos ser excelentes madres, esposas y también empresarias exitosas. Tenemos que concentrarnos en creer en nosotras mismas y no permitir que nada ni nadie nos quite la ilusión. Creer y querernos a nosotras mismas es la fortaleza más grande con la que nos levantamos cada día para lograr nuestros sueños.