El ex intendente de Rocha y suplente del senador Sebastián Sabini es el actual presidente de la Comisión del Interior del Frente Amplio. Luego de varios años en que la estructura frenteamplista no daba con la tecla en revitalizar la comisión, Pereyra se pone la tarea al hombro e intenta aportar toda su experiencia, con el convencimiento de que la situación es esperanzadora luego de los resultados del 27 de marzo, pero que el único camino es gastar suelas recorriendo el interior.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Aníbal Pereyra cumple con todos los requisitos para su responsabilidad; militó en el interior desde su juventud hasta el presente y fue intendente de Rocha, lo que le permite conocer el interior territorial, pero también el institucional, el que en parte se sintetiza en el Congreso de Intendentes.
Un militante del interior para el interior además se reconoce por esas experiencias mínimas pero vitales, que a veces pueden resultar “trágicas”.
Alguien que recorre el interior se convierte en un andante, en un permanente viajero, y cuando Pereyra nos dio la entrevista en su despacho de la sede central del Frente Amplio, luego de estar recorriendo el interior durante cuatro días y pronto para volver a su Rochita querida, cayó en la cuenta de que le faltaba la toalla.
Pereyra combate la lógica de que la derrota del 27 de marzo haya sido por culpa de los “canarios”, acusación poco fundada que algunos militantes expusieron en las redes; convoca a ir al interior a escuchar, pero fundamentalmente a reconocer los diversos interiores que hay en el interior. Y reivindica la política de cercanía en el territorio, haciendo pie en los referentes locales. Y no acepta que se sostenga que el Frente Amplio “se olvidó del interior”. Expone las políticas públicas llevadas adelante durante los gobiernos frenteamplistas y admite autocríticamente que la fuerza política no supo o no pudo en ese tiempo sintetizar las políticas en el territorio.
Pasado el congreso, las elecciones internas y las del 27 de marzo, parece que ahora el Frente Amplio puede abocarse de lleno a reorganizar y en ese sentido te tocó la presidencia del interior.
El Frente ya venía en un proceso, pasadas las elecciones nacionales, de autocrítica y balance donde se valoró la necesidad de fortalecer, reformular y apuntalar la reconstrucción política en lo mal llamado interior del país, porque no es un solo interior, son diversas realidades en las cuales el Frente Amplio, cuando le tocó gobernar, no se olvidó de acercar la política la gente, los recursos y transformar. Un ejemplo claro fue Bella Unión, donde si el Frente no hubiera sido gobierno, hubiera seguido siendo un agujero negro olvidado. Construyó políticas públicas (Proyecto sucro alcoholero de ALUR) con errores y aciertos, pero transformó y así podría nombrar otra cantidad de territorios.
El problema fue que cuando entramos a discutir todo esto, se decía “se olvidaron del interior”. No, el Frente no se olvidó del interior porque olvidarse es no haberlo tomado en cuenta, y cuando le tocó gobernar, mucho lo tuvo en cuenta, pero no logramos renovar el compromiso político con esas realidades que tienen una construcción diferente a las grandes ciudades.
Es una construcción diferente, más del tiempo “del mate”, de escucharte, de la relación personal. Así que el Frente definió reconstruir políticamente el interior construyendo desde esa lógica.
Ya pasó la etapa de la autocrítica, ahora tenemos que entender la coyuntura, los tiempos del hoy porque fijate la contradicción, quienes instalaron la idea de que el Frente se olvidó del interior son los que hoy están construyendo políticas que vuelven a un pasado que pensamos que lo habíamos superado.
¿Cuáles son las necesidades básicas de muchos territorios?
Hoy en muchos lugares del interior, por los recortes en las políticas públicas, no hay remedios en salud pública, eso es olvidarse del interior, el recorte de la comida para los gurises en las escuelas, eso es olvidarse del interior, el recorte de 30% de los recursos directos a los municipios, eso es olvidarse del interior.
El Frente Amplio tiene que volver a hacer lo que ya supo construir: alianzas con los territorios y entender la realidad de cada territorio.
Una crítica de muchos militantes del interior donde eran oposición departamental bajo los gobiernos del Frente era que las obras públicas que hacía el gobierno nacional las terminaba capitalizando el intendente del departamento.
El Frente Amplio tomó en cuenta la institucionalidad republicana de este país, cosa que hoy no está pasando, porque en el Congreso de Intendentes tú hablabas con cualquier intendente, tuvieras una relación más cercana o más lejana, más o menos confrontativa con el gobierno nacional, pero todos coincidían en que con el gobierno había diálogo y aquellos que ya habían sido intendentes antes del gobierno nacional del Frente Amplio no tenían problema en reconocerte que a partir del gobierno frenteamplista habían aumentado su capacidad como intendentes para desarrollar obras, para desarrollar inversiones y ahora en ese sentido hay un retroceso.
En la discusión de fondo, que es la construcción cultural, cuando el Frente Amplio toma una decisión institucional es porque tú piensas en la gente que vive en el territorio, porque si en determinado territorio ganó cierto partido es porque la gente del territorio entendió en una decisión democrática que era la mejor opción y eso se respeta.
Hoy hay decisiones que golpean a la mayoría de la gente en ese territorio y a mí lo que me preocupa es el mensaje cultural que se va instalando por abajo; ganan los gobiernos departamentales y a pesar de haberse generado mecanismos cristalinos, hoy meten gente por la claraboya y por la ventana a la función pública, haciendo uso de recursos públicos de la peor manera que te puedas imaginar, y eso no genera, no hay una movilización ciudadana que diga “eso no está bien”.
Eso es parte de lo que tenemos que ver, la construcción política de las decisiones de gobierno, no es solo con gestión, esa es parte de uno de los problemas que tuvimos como Frente Amplio, pensamos que la gente iba a hacer el análisis automático de que la decisión política del gobierno estaba bien y por sí sola eso generaba culturalmente una suerte de ancla.
¿Fue la falta de la construcción de un relato permanente sobre la gestión?
Hoy tenemos un presidente [Lacalle] que tiene muy formateada la importancia de la comunicación sobre todo para el interior; sabe dar mensajes en pequeñas poblaciones, hablar de la necesidad de determinadas obras, hablar como si conociera el lugar, y esos pueblos se sienten orgullosos de ese presidente, pero no se dan cuenta de que ese presidente simpático no toma decisiones políticas que son las que necesitan esos pueblos, que han sido relegados históricamente.
No nos podemos enojar con el presidente por hacer política a “cara de perro”, tenemos que lograr que la gente entienda el mensaje nuestro de cuales son las prioridades de la construcción.
De cara a una estrategia hacia las elecciones de mayo de 2025, ¿se priorizarán los territorios donde hay chance de disputar el gobierno departamental o los lugares de concentración de la pobreza como el norte del país en una visión más programática?
En todos los territorios el Frente Amplio ha tenido resultados extraordinarios en otras elecciones y tuvimos retrocesos mayores más en unas que en otras, pero eso demuestra que no es imposible, tenemos que reconectar esas cosas, pero por sobre todo entender que la construcción no cae como magia del cielo o desde Montevideo por un grupo de iluminados. Hay que entender las claves del lugar y encontrar los referentes del territorio que sepan sintetizar con palabras simples o gestos las características de esos lugares. A la izquierda le cuesta aceptar la necesidad de los referentes territoriales, de los caudillos. ¿Tú crees que en algunos departamentos se votó bien porque la gente se leyó el programa de gobierno del Frente Amplio desde el primer punto al último? No, votaron porque se sintieron identificados con el mensaje de Tabaré o de Pepe o de los referentes locales, porque en 2005 el Frente vino con una propuesta concreta y concisa hacia los sectores productivos y del agro, pero después no supimos sintetizar eso para adelante.
La transformación de aquella foto de 2005 fue producto de una síntesis política, de alianzas que se llevaron adelante y tiene que ser parte de los énfasis del ahora.
Para sintetizarlo en forma clara: el Frente Amplio tiene que gastarse las zapatillas, chancletear como loco de vuelta, retomar el contacto con la gente y no puede dar mensajes de que uno es superior porque vive en tal lugar con respecto a los que viven en otro lugar.
Por ejemplo, las voces que después del 27 de marzo adjudicaban la derrota al interior.
Yo salí ante muchos militantes que en las redes pusieron “perdimos por culpa de estos canarios”; no, no, pare un poquito, no puedes dar opiniones tan gruesas cuando no entiendes las realidades de esos territorios. Hay lugares donde ganó el No en que la respuesta hacia la propuesta del Sí fue tremenda, pero el diferencial es que se tuvo en cuenta la realidad de ese lugar; la votación en Treinta y Tres fue espectacular y a pesar de que se perdió la votación en algunos pueblos chicos lo tiene preocupado a Lacalle, o la misma preocupación de Manini esa misma noche. Hay que construir entendiendo las realidades porque aunque somos un país muy pequeño, hay millones de realidades.
¿Y en concreto cómo se hace ese proceso?
Después de nueve años que la Comisión del Interior (CDI) no funcionaba, hicimos una reunión en Rodríguez (pueblo de San José) y ahí a pedido de los militantes del lugar se hizo una actividad de homenaje a los compañeros fundadores del Frente en la zona, militantes que fueron los fundadores de sindicatos de los peones de tambo en un pueblito rural donde el Frente pierde 7 a 3; el homenaje se hizo a su familia porque ellos ya están fallecidos, y una compañera dijo: “Yo estaba muy enojada con el Frente Amplio, muy enojada porque se olvidaron de los que chancletearon en pueblos como estos para instalar esta propuesta”. Entonces lo fundamental es entender e incorporar, ir y escuchar, no solo oír, que no es lo mismo, tejer alianzas con ciudadanos que hoy no son frenteamplistas, pero tienen mas coincidencias con nosotros que con el gobierno y eso quedó demostrado el 27 de marzo, hay que escuchar mucho a esa gente, porque escuchándola es que encontraremos respuesta política para ellos.
¿Además de la Comisión del Interior, la Comisión de Programa esta recorriendo el interior?
Sí, estamos en la movida “El Frente Amplio te escucha”, preparando una primera gran movida en Tacuarembó organizando con quienes conocen ese territorio para ver cómo aterrizamos las propuestas, estamos en la “Pueblo a pueblo” recorriendo y apuntalando la presencia en los territorios, a la que se suman las actividades de la Comisión de Programa, trabajando en políticas de formación desde la Fundación Liber Seregni, de brindar herramientas para el día a día de los concejales, de los ediles, de los que están en la fuerza política, pero con una mirada central, que es la mirada colectiva, la herramienta es el Frente Amplio y se debe trabajar en el sentido de pertenencia y cuidar objetiva y subjetivamente la herramienta y más te diría, subjetivamente más importante porque es lo que genera confianza.
Como interior, nuestra primera actividad fue en Rodríguez y la segunda será en Belén, pero en el medio tendremos reuniones.