El proyecto de Rendición de Cuentas es totalmente insuficiente y ni siquiera alcanza para recuperar la masa salarial perdida por los trabajadores públicos y los recortes presupuestales, a pesar del crecimiento de la economía del país sostiene la legisladora frenteamplista; agrega como agravante que en el mensaje no fueron contemplados la Udelar, el Inisa y las partidas del Mides.
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“Este incremento del gasto no es tal, en tanto la nueva asignación de recursos ya la pagó la ciudadanía con los aumentos de impuestos, reducción de salarios y pasividades y aumento de tarifas que ya tuvimos, y con el achique del gasto en algunas prestaciones sociales”, empieza aclarando Bettiana Díaz ante la presentación con bombos y platillos por parte del gobierno de la asignación de un gasto extra de 226 millones de dólares para 2023.
Según la propuesta del Ejecutivo ese gasto se distribuiría en la recuperación salarial para los funcionarios públicos (70 millones de dólares), educación (45 millones de dólares), seguridad (27 millones de dólares), salud pública (26 millones de dólares) y otros 26 millones de dólares que se han anunciado como ‘ciencia’, pero cuyo destino es incierto. 12 de esos 26 millones van a promoción de la industria audiovisual, que es industria y no ciencia.
¿En términos generales como definirías este mensaje de rendición?
Ese incremento de 226 millones de dólares no compensa ni siquiera la mitad del recorte presupuestal que se operó entre 2020 y 2021. Con respecto a que el gobierno pone un centro en la educación, lo que nosotros decimos es que la reforma educativa la pagaron los docentes con su sueldo, lo que se perdió de masa salarial docente, maestras y profesoras, es mucho más que lo que hoy se le asigna de fondos para realizar la transformación educativa, que son unos 29 millones de dólares en 2023 y 39 millones en 2024, pero la masa salarial perdida en estos dos años tuvo una caída de 99 millones de dólares.
Este gobierno se ha caracterizado por el hecho de que cuando aplica menos fondos no vemos más eficiencia, sino ausencia del Estado.
Tú dices que no compensa, pero hablando en números, ¿qué implica?
No compensa porque por debajo estamos en 594 millones en recortes presupuestales, entre 2020 y 2021, de la administración central y de organismos de 2020. Si yo tengo diez manzanas, me sacan cinco y me devuelven tres, no volvemos a la situación inicial.
¿El incremento planteado en seguridad (27 millones) resuelve la emergencia que el país hoy tiene en ese tema?
En el caso del presupuesto para seguridad y Defensa como va destinado a recuperación salarial, a priori no nos parece mal; vamos a preguntar cuando vengan las autoridades cómo se van a dar las compensaciones salariales, si va a existir una priorización sobre los grados menores, el personal subalterno, si se va a sostener el criterio de las administraciones frenteamplistas que del grado de sargento hacia abajo la compensación debe ser mayor; lo que viene sucediendo es que se sigue dando la discrecionalidad que tienen los mandos policiales y hoy están los propios trabajadores policiales denunciando las condiciones de trabajo, la pérdida de salario real en un 22%.
Está claro que el acuerdo firmado entre el gobierno y COFE no alcanza para recuperar los márgenes de salario real perdido y ahí hablamos de un ahorro de unos 800 millones en dos años que el gobierno obtuvo recortando salario de los trabajadores públicos y los jubilados.
En el caso de la gestión del Ministerio del Interior, hay reubicaciones como la de la Guardia Republicana, que a priori yo no hablaría de militarización porque no sabemos qué es lo que quiere decir el ministerio con “fuerza intermedia”, cuáles son la tareas que van a cumplir, porque se rebaja la escala jerárquica de la Guardia haciéndola depender del mando policial y no del mando civil como era hasta ahora. No hay mejora aparente en el tema cárceles y está previsto, según el comisionado parlamentario, que al fin del período la población carcelaria esté en 20.000 reclusos, pero los problemas en la calles, incluso con la LUC, son cada vez peores. En el Plan Dignidad Larrañaga prometió la construcción de tres cárceles y una de máxima seguridad. Nosotros decimos que esas cárceles eran importantes para que el INR pudiera cumplir un rol de rehabilitación, pero las mismas jamás se pudieron construir de la venta de inmuebles, y Larrañaga hablaba de un costo de unos 40 millones de dólares. En lo que parece una improvisación de este gobierno, se destinan frente a todo este panorama casi 5 millones de dólares para la ampliación de la cárcel de Artigas, con unas partidas que van perdiendo poder adquisitivo.
No hubo mensaje de incremento para la Udelar, pero hay quienes sostienen, como el diputado Conrado Rodríguez, que ya estaban previstos incrementos hasta el año 2024.
No son incrementos, son asignaciones, que es distinto, y no se han actualizado por inflación, que es uno de los reclamos de la Udelar. Entonces la estimación de pérdida está bastante empatada con el no aumento por inflación; esas partidas pierden poder adquisitivo, “compran menos” y la pérdida estimada por la Universidad es de entre 7% y 8%.
El gobierno habla de la educación como centro, pero le da cero peso a la Universidad, pero yo creo que el Ejecutivo está aprontando el terreno poniendo una línea de base muy baja para negociar por cualquier moneda. Es una estrategia que ya vimos el año pasado cuando la rendición vino con cero peso para la Udelar, entonces cualquier incremento se festeja como un grito de gol, porque entre cero y algo, siempre es mejor algo. Es una forma de negociar que tiene este gobierno.
Si hay alguna chance de poder negociar redistribución de recursos, ¿para dónde te imaginas que debería ser?
Hay lugares que no tienen asignación elemental, como la Udelar, el Inisa, donde hay una caída de 70% de inversiones, el propio Mides, en esta situación de emergencia social y económica porque la economía se recuperó, pero solo para muy pocos; hay que revisar todo lo que se pagó por asignaciones familiares y Fondo Covid, y que es lo que se asigna al presupuesto del Mides, que más que presupuesto tiene una asiento contable. Reasignar es difícil cuando el recorte fue tan grande; yo creo que hay muchas cosas que no deberían ir a cargos a Rentas Generales, sino a esa partida de refuerzo a la que muchas veces acudimos para ampliar el gasto un poco.
En definitiva, no alcanza ni para recuperar lo perdido
Es una mala Rendición, no recupera lo perdido, lo que asigna ya está pagado y lo que el Estado recaudó con presión fiscal sobre la población (reducción del 2% de IVA en la compra mediante tarjetas, el cambio del monto imponible del IRPF y otros ejemplos, el IASS, el impuesto del Fondo Covid) son unos 100 millones de dólares, la mitad del incremento que viene en la Rendición.
Por fuera de lo presupuestal vienen otros planteos, como la derogación de la ley de medios.
Nos preocupa particularmente porque no es que por efecto de la derogación queden automáticamente vigentes los decretos de la dictadura, sino que este gobierno los menciona a texto expreso, y lo que deroga deja muchos vacíos legales, nos preocupa qué pasa con la objeción de conciencia de los periodistas. Es grave la caída del marco regulatorio en lo que tiene que ver con la protección del derecho (de datos) de las personas, sobre todo niñas, niños y adolescentes.
Yo creo que el gobierno podía negociar una ley de medios que habilitara la concentración de medios y el otorgamiento de licencias y se encontró con socios (de la coalición) que no lo acompañaron. Este proyecto hace dos años que está durmiendo en la Comisión de Industria. Volvemos a los tiempos de la discrecionalidad del gobierno de poder otorgar licencias.