¿Cuál es tu opinión sobre la actuación del actual ministro de Ambiente?
El ministro (Robert) Bouvier, hace un año, saliendo del edificio de Torre Ejecutiva, expresó que las obras empezaban en febrero del año 2024. El ministro Bouvier, los otros días, saliendo de la Torre Ejecutiva, expresó que no había ninguna objeción a la autorización ambiental que se le había dado a este proyecto por parte del ministerio el 9 de diciembre, mientras que hay una acción judicial en su contra.
O sea, el ministro Bouvier no tiene idea dónde está parado.
23012025-FGI01232025_0220_1 (1).jpg
Ministro de Ambiente Robert Bouvier el día de la firma del contrato.
Federico Gutiérrez / FocoUy
Pero cuando hizo ese anuncio de que iba a empezar en febrero de 2024, el ministerio todavía no tenía pronto el informe ambiental…
No, se ve que no se dio cuenta. Debo reconocer igual que el ministro Bouvier fue muy sincero, porque en diciembre del año 2023, en una reunión que tuvimos, nos dijo que esto se hacía o se hacía porque era lo que quería hacer el Gobierno, cuando todavía ni siquiera había empezado el estudio ambiental.
Hay que tener una cosa en claro. El Ministerio de Ambiente solo puede estudiar lo que le presentan. O sea, tú le presentas un plan para plantar tulipanes en Artigas y el ministerio lo va a analizar el proyecto que tú presentaste, sin considerar siquiera si los tulipanes pueden crecer en Artigas o no.
O sea, aunque los técnicos dijeran sí, pero esto que están analizando es cualquier cosa, Arazatí no sirve para sacar agua, que varios de ellos sabemos que lo piensan así, tenían que analizar el proyecto que se les estaba presentando. No podían presentar opciones. El gobierno tampoco dejó que se diera opciones.
La búsqueda de una fuente de agua para el sistema metropolitano tal parece ser que, para el gobierno actual, terminó con la presentación en octubre del 2020 de un grupo de empresarios de este proyecto. En el 2021, el 2 de febrero, el presidente lo presentó en el parlamento. Dijo que costaría USD 208 millones.
Le sumaron un pólder -decirle pólder es una animalada que hasta a mí se me ha pegado-. Un pólder es un terreno pantanoso y húmedo al cual se le rodea de paredes y se deseca. Es lo que hay en los Países Bajos, en Holanda específicamente. Los tipos agarraban, agarraban un pedazo de mar, les rodeaban con un muro y después entraban a sacar agua y quedaba un terreno incluso por debajo del nivel del mar, en el cual se puede vivir, plantar y hacer más cosas. Eso es un pólder.
¿Cómo se debería llamar lo que se va a hacer?
El nombre más fácil es una reserva de agua bruta, porque eso es lo que va a ser, y si lo querés comparar con algo existente, es un pedazo de terreno donde vas a hacer un dique de tierra para retener agua. Y eso nosotros le decimos tajamar. Entonces, esto es en realidad un tajamar; que hubo que agregarlo porque tuvieron que reconocer que la planta no podría operar debido a la salinidad presente en el agua en la zona. Salinidad que supera los valores máximos admitidos para potabilizar.
Salinidad, además, que supera esos valores por periodos que en algunos casos han llegado a ser de 86 días, y sobre los cuales, algunos técnicos pagos por el proyecto dicen que eso se daría una vez cada 70 años, y se dio tres veces en los últimos cinco años. Está medido por el propio sistema que primero instaló el consorcio, lo operó durante un tiempo y después lo operó el Imfia, el Instituto de Mecánica de los Fluidos de Ingeniería Ambiental, de la Facultad de Ingeniería de la Udelar.
¿Entonces, con la reserva de agua cuánto pagaremos por el proyecto?
El Consorcio Aguas de Montevideo dijo que el costo de la obra son USD 294 millones de dólares. Se pagarán USD 890 millones en 17 años y medio.
Un préstamo de USD 294 millones en 17 años y medio que se paga a razón de USD 51 millones anuales, tiene una tasa de interés del 17,6%. El Banco República ofrece hoy préstamos en dólares al 10%. En el BID los préstamos con garantía soberana tienen una tasa de interés inferior al 1%.
El Consorcio termina cobrando una tasa de interés superior a la que cobraría el prestamista rompe piernas de la esquina.
Es la "Mayor inversión de la historia en agua potable", con un sobrecosto financiero superior a los USD 400 millones. Que no vengan con el cuento del mantenimiento, porque no supera los 90 millones en los 17 años. Sería de buena educación que dijeran "arriba las manos".
¿Con respecto a los últimos cambios que se agregaron, existe la posibilidad de ubicar el reservorio en otro lado?
El proyecto está igual, no se agregó absolutamente nada. El ingeniero (Alejandro) Ruibal hizo una presentación verbal sin siquiera poner un power point. O sea, expresó más o menos, a medida que le iban diciendo cosas, él decía esto también lo podríamos hacer… Porque al ingeniero Ruibal no le importa lo que se haga mientras que sea una obra que le sirva a la empresa para ganar dinero. Y si tiene que hacer más obras, va a ganar más dinero. Está bien que así sea, porque él no dirige un país, él dirige una empresa que está creada para ganar dinero. El problema es que los que dirigen el país no lo están haciendo con visión de país.
23012025-FGI01232025_0478_1 (1).jpg
Prosecretario de la Presidencia Rodrigo Ferrés y el Ing. Alejandro Ruibal estracándose la mano durante la firma del contrato.
Federico Gutiérrez / FocoUy
El sacar agua del Río de la Plata se estudió varias veces, incluso en la zona de Arazatí, en 1970, se descartó directamente por un tema más que nada de costos.
Los estudios del año 2013, de la empresa Aguasur, incluyeron mediciones. Las mediciones dieron valores inaceptables de sal y cloruros en general. Y después se hicieron mediciones en la Boca del Cufré, que son unos 25 km río arriba, que decían que la Boca del Cufré podía ser el lugar más adecuado.
Pero volviendo a lo que estábamos hablando de los cambios en el proyecto, un colega tuyo puso que había unas cláusulas agregadas. Es imposible que agreguen cláusulas. No pueden agregar nada, ni quitar nada, ni siquiera cambiar una coma.
Porque si cambian una coma tiene que volver al Tribunal de Cuentas. Y el Tribunal de Cuentas lo aprobó por cuatro en siete, después de una lucha titánica. O sea, no quieren que vuelva al Tribunal de Cuentas, no van a cambiar nada. Después nos enteramos de que lo que agregaron sí es un saludo a la bandera, un memorando de entendimiento entre OSE y el consorcio, que dice que a futuro se podrían hacer cambios en el proyecto, no en el contrato. O sea, ya estamos condenados a pagarlo igual. Dice cambios en el proyecto de común acuerdo entre la OSE y el consorcio.
¿Y qué cambios se pueden llegar a aceptar? Seguramente, si al consorcio que está construyendo una casa, le decís che, además de la casa, ¿no me haces una oficina del fondo? Te va a decir: ‘dale, te la agrego al presupuesto’. Eso seguramente sale, pero va a ser lo único que puede llegar a salir.
Las propuestas que supuestamente se presentaron y que nos dijeron ayer que habían sido recibidas por escrito, en forma de documento, por parte de autoridades del próximo gobierno, algunas son realmente increíbles, como poner una toma de agua en el arroyo Cufré, que sería una toma secundaria para usarla cuando no sirve Arazatí.
Si hacés una toma en el Cufré, ya usala como toma principal; y no gastes plata en hacer una toma en Arazatí, que durante dos o tres meses al año no la podes ni siquiera usar.
Planifican tomar agua de Arazatí, pero el agua de Arazatí no se puede usar todo el año. Entonces, planifican tener una reserva de agua. La reserva de agua la colocan en un tajamar que no está impermeabilizado y que en algunas partes está separado de las napas del acuífero Raigón por 7 metros y medio, ocho. Calcularon los técnicos del proyecto que se iban a infiltrar, o sea que se iban a meter al acuífero más de 2 millones de litros por día de agua. Agua del Río de la Plata, que no es el agua del acuífero. O sea, le vas a cambiar las condiciones.
Para nosotros que estamos en Montevideo, los acuíferos en general son una cosa como que poética, lejana, pero para la gente de San José, el acuífero Raigón, es la base productiva de todo el sur de San José. Todo el sur de San José saca agua del acuífero. El acuífero es muy poco elástico y es muy sensible. Cuando la UTE sacó agua en cantidades para enfriar la central de Punta del Tigre, bajó el nivel de las napas y la planta de Punta de Tigre ahora se refrigera con agua que toman del río Santa Lucía en la desembocadura.
¿Ese impacto en el acuífero Raigón va a afectar en la producción agrícola?
Por eso se están quejando y están saltando todas las asociaciones de productores del sur de San José y no les dan pelota porque se sigue adelante con esto.
Ahora entra un gobierno nuevo con este proyecto con el que tiene varias objeciones; ¿Qué poder de maniobra tiene? Vos decís que esta toma del arroyo Cufré sería mucho más conveniente. ¿Podría ir por ese lado?
El problema es que cualquier cosa que se le agregue al proyecto va a salir mucho más caro. Y, además, cualquier cosa que se le agregue al proyecto necesita un estudio de impacto ambiental. Yo no puedo decidir por mí y ante mí voy a sacar agua del arroyo tanto, voy a sacar agua de acá, porque específicamente las tomas de agua, incluso las tomas de agua industriales de cualquier tipo necesitan estudios de impacto ambiental por ley (16.4666, decreto 349/2005).
Entonces, el próximo gobierno, por mejor voluntad que tengan, con esto firmado no puede hacer nada, no lo puede echar atrás, salvo pagar las multas y demás que se pueden llegar a imponer, que hasta ahora no existían, pero ahora con un documento firmado ya estás atado de pies y manos.
Así que vamos a tener que convivir con este proyecto, vamos a tener que pagar este proyecto y vamos a tener que desearle la mejor suerte al proyecto para que, aunque sea sirva de algo, porque si no será lo mismo que tirar plata a la basura.
¿El proyecto de Casupá era más viable?
No lo podemos poner en uno u otro, son cosas diferentes. El proyecto de Casupá hasta el 2 de mayo del 2021 estaba siendo estudiado en el Ministerio de Ambiente.
Estaba el expediente y se estaba estudiando. En marzo se presentó esto (Neptuno) en el Parlamento y el 2 de mayo, llegó la orden que está en el Observatorio Ambiental Nacional. Ese día llegó la orden de alguien, supongo que sería de la OSE, de que se dejara de estudiar el proyecto. Lo extraño fue que, aun después de eso, desde el ministerio de Ambiente, cuando consultaban, decían bueno, ese también podría ser un proyecto, pero por ahora no lo estamos analizando. En el Observatorio Ambiental, de Casupá, decía simplemente: no se va a estudiar más.
La cuenca de Santa Lucía nos sirvió ya por 150 años. La cuenca de Santa Lucía ha sufrido una degradación, ha sufrido cambios; el territorio alrededor de la cuenca ha habido cambios en el uso del mismo. Zonas que antes eran monte nativo pasaron a ser zonas agrícolas, zonas que antes eran praderas pasaron a ser plantaciones de árboles, zonas que antes eran campo pasaron a ser zonas suburbanas, porque también se extendieron las áreas urbanas. Y evidentemente todo eso cambia también la relación con el agua.
De cualquier manera, el sistema de la cuenca en general siempre tuvo el agua más que suficiente. Desde 1970 se hacen estudios sobre esto, se prevén reservas, que nunca se hicieron. Se hizo Paso Severino, que se terminó en 1987. Se había hecho antes Canelón Grande (1955) que es una represa que no es para la OSE. Quedaron pendientes la de Casupá y la del arroyo del Soldado, que nunca se hicieron.
¿Cómo sigue el movimiento ambiental conformado por 150 organizaciones y desde Movus cuál es el próximo paso que van a dar con respecto a este tema?
No hay que olvidarse que el juicio civil (que inició la agrupación local Tucu-tucu), que había suspendido la firma del contrato, empieza después de la feria (judicial) otra vez, en otro juzgado.
En relación con esto, desde el Movus, además de ser un movimiento ambientalista, queremos un Uruguay sustentable. El Uruguay sustentable implica una economía sana, el respeto por las reglas y demás. Sin eso una sociedad no puede avanzar.
22032023-IMG_2628.jpg
Foto: Martin Martinez / FocoUy
Nosotros consideramos que esas son todas cosas a tener en cuenta, que forman parte de nuestro ambiente, el ambiente social, el ambiente que tenemos como humanos, que vivimos respecto a las reglas y en establecer las cosas en forma adecuada. Hablando con uno de los abogados que nos ayuda en estos temas y en estos juicios, y que prepara los escritos, lo que vamos a tener que hacer ahora es presentar, no un recurso, sino una denuncia de inconstitucionalidad del contrato, para lo cual estamos esperando tener ocasión de que el mismo sea publicado o pedirlo por acceso a la información para conocer exactamente lo que se firmó.
Nosotros ya tenemos conocimiento de la versión que se podía firmar, a partir de la (aprobación) del Tribunal de Cuentas. Ahora tenemos que verificar si lo que se firmó es exactamente eso. Si lo que se firmó es eso, lo que nos queda es hacer una denuncia de inconstitucionalidad.
¿Qué efecto realista se pretende con la denuncia de inconstitucionalidad?
Y bueno, salvamos el honor, pero tenemos que pagar igual. El ingeniero (Arturo) Castagnino, gerente general de la OSE, es el mismo ingeniero Castagnino que en el año 1993 firmó el contrato de privatización del agua de Maldonado.
¿Pero sabés lo que es más interesante? El principal vocero del proyecto es el ingeniero Francisco Gross, que era el que estaba del otro lado del mostrador con la empresa que se quedó con la privatización del agua. Algunas cosas no cambian…
Para que veas el efecto de la inconstitucionalidad, ese contrato de 1993 fue el inicio de todo el movimiento que llegó a la reforma constitucional de 2004. Esa reforma hizo que ese contrato que se había firmado en 1993 fuera inconstitucional. Pero la empresa del ingeniero Gross siguió cobrando hasta el año 2018 o 2019, y sin hacer nada, porque no podían meterse con el agua porque era inconstitucional.