En las últimas semanas, el Frente Amplio (FA) ha tenido que enfrentar una seguidilla de cuestionamientos, especialmente en lo que la izquierda ha destacado como sus principales logros durante sus quince años de gobierno: entre ellos, el descenso de la pobreza y la lucha contra los delitos cometidos durante la última dictadura.
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El último episodio lo protagonizó el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), que señaló que mientras el Instituto Nacional de Estadística (INE) dijo que en 2019 los pobres en Uruguay eran un 8,8 por ciento, en realidad representaban el 14,7 por ciento.
Ana Olivera, exsubsecretaria del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y actual diputada, Juan Pablo Labat, sociólogo y exdirector nacional de Evaluación y Monitoreo, y Micaela Melgar, diputada suplente y exdirectora de la división calle del Mides, dijeron a Caras y Caretas que esta acción de Ceres es un esfuerzo “marketinero” para confundir a la gente.
Los tres exjerarcas señalaron que la investigación de Ceres no es novedosa, ya que el Mides, el Instituto de Economía y organismos internacionales han medido la pobreza más allá del ingreso y han arrojado datos similares. Concluyeron que, más que un estudio técnico, parece responder a “motivaciones políticas” para ayudar al Gobierno a relativizar el futuro aumento de la pobreza que tendrá el país ante la aplicación del presupuesto y el recorte del Estado.
“El interés es prevenir el desastre que va a hacer la aplicación de este presupuesto. […] Hay un montón de medios que tratan de maquillar una realidad que muestra que hay una escasez de medidas de contención del gobierno sobre la crisis sanitaria. Va a haber una reducción del salario real y un achicamiento de las capacidades del Estado, por lo que va a tener un impacto en el aumento del número de pobres. Entonces, es un esfuerzo marketinero de maquillar la realidad. Pero, tarde o temprano, es imposible de sostener”, reflexionó Melgar.
“Quieren hacer entender que nosotros, los que tuvimos responsabilidades vinculadas a las políticas sociales, aceptamos una falsedad. Pero eso no es cierto. […] La razón de fondo es que quieren justificar en el futuro las cifras que vamos a tener. Porque en enero vamos a tener un 5 por ciento menos de salario real para los públicos, 3,5 para los privados, y habrá gente que no va a volver a su trabajo. […] Además, no se van a incrementar las jubilaciones. Acá no hay ninguna sorpresa, más que los que se manifiestan sorprendidos”, afirmó Olivera.
“Una de las formas de sostener que no es necesario ayudar más es que esto ya era así. Si ya lo vivíamos así, ¿por qué tenemos que llevarlo distinto? Por ahí viene el oficio que hace Ceres en esto para intervenir elegantemente en la política y tratar de nutrir el discurso del gobierno y justificar su inacción para enfrentar la pandemia. Pero esto es tapar el sol con un dedo”, señaló Labat.
El estudio de Ceres
El jueves Ceres dijo que “más de medio millón de personas se encontraban en condiciones de pobreza y vulnerabilidad social en 2019”, y que “esto se vio agravado” en 2020.
Para realizar su informe, Ceres tuvo en cuenta las carencias socioeconómicas, y no tan solo el nivel de ingreso, como lo hace el INE, por lo cual los números presentados son distintos a los oficiales.
Mientras para el INE los pobres en Uruguay eran 7,9% en 2017, 8,1% en 2018 y 8,8% en 2019; Ceres advirtió que estos porcentajes eran 12,9%, 13,4% y 14,7%, respectivamente.
Aspectos técnicos
Labat afirmó que lo que hace Ceres es agregar otras dimensiones a la medición a la pobreza, por lo que es “obvio” que va a dar resultados más grandes. “Lo que están haciendo es agregar a aquellos que eran identificados como pobres por ingresos por otros que son identificados por otro tipo de carencia”, explicó.
Por otro lado, Olivera, Melgar y Labat afirmaron que los datos de Ceres no son novedosos y que en el país se han realizado 23 estudios anteriores sobre el tema que dan cuenta de cifras similares.
Olivera señaló que incluso a mediados del año pasado la Universidad de la República, junto con el Mides, hizo una presentación de qué situación había en cuanto al índice de necesidades básicas insatisfechas.
“Esto no es una novedad. La novedad es presentarlo en este momento, junto con otras presentaciones, como si fuera una sorpresa. Dicen que recién nos enteramos de que acá en Uruguay había un 24 por ciento de personas en la informalidad, y que eso explica por qué las personas cayeron tan rápidamente en la pobreza con el tema de la pandemia. Eso es falso. Es verdad que había un 24 por ciento de personas trabajando en la informalidad, pero veníamos de un 40 por ciento y somos el país de América Latina con menor índice de informalidad porque hubo procesos de formalización avalados por el Estado”, agregó.
Señaló que actualmente hay 120 mil personas en el seguro de desempleo, lo cual es mucho más del promedio que existe habitualmente. “Cuando en un hogar hay dos personas que están cobrando el 40 por ciento menos de su salario, que haya necesidad y que realmente la situación se transforme en crítica para esas familias es totalmente explicable”, afirmó.
Labat: “Ceres asiste al gobierno en una discusión difícil de dar”
El exdirector nacional de Evaluación y Monitoreo señaló que el verdadero motivo de esta puesta en escena no es técnico, sino político.
“Ceres busca asistir al gobierno en una discusión difícil de dar”, donde muchos actores de la orquesta del gobierno han puesto en duda las cifras anteriores sobre los indicadores sociales, explicó Labat.
“El relato que el gobierno pretende implantar en la sociedad es el siguiente: ‘tenemos mucha pobreza, carencias, pero en realidad venían de antes, no se notaban porque había problemas de medición’. Lo cual me parece una barbaridad, primero porque es faltar a la verdad, porque negar un proceso de empobrecimiento que vivimos hoy, con una contracción fuerte del trabajo, innegablemente trae mayor nivel de pobreza. El problema es que, si asumen eso, el gobierno tendría que hacer políticas enfáticas para evitar ese proceso de empobrecimiento”, agregó.
Afirmó que “llama mucho la atención” el “escenario montado” a través del Mides y que los medios salgan a replicar el asunto. “La gente no orienta su vida por la línea de pobreza, saca las cuentas con la billetera, y el ajuste planteado para los públicos y privados se va a empezar a notar más fuertemente el año próximo. La pauta de recuperación planteada por el gobierno es muy difícil de cumplir. Vamos a tener 5 años de pérdida de sueldos y jubilaciones; eso, más tarde o más temprano, se nota. Capaz que un buen relato como el que ensaya el gobierno puede llegar a convencer, cuando todos los medios lo repiten, pero habrá que ver cómo se procesa el asunto. Los números son imposibles de maquillar. Esta discusión es para tratar de distraer y entretener, cuando deberían hacerse un poco más cargo”, reflexionó.
Olivera: “En los cincos años anteriores hubo un ataque permanente a las políticas sociales”
Olivera recordó que en los cinco años anteriores “hubo un permanente ataque al desarrollo de las políticas sociales y a las transferencias monetarias”.
Incluso hubo algunos atisbos de decir que las cifras de pobreza eran mayores, cuestionando los datos del INE, señaló.
“Comparamos un 40 por ciento de personas que estaba en la pobreza en 2005 con el 8 por ciento que había el año pasado. La verdad es que durante los gobiernos del Frente Amplio hubo una intervención social que permitió que la pobreza, medida por ingreso, se redujera. Hoy, que hubo cambio de autoridades en el INE, nadie critica las cifras y cómo se construyen. La salida mayoritaria de la pobreza por ingresos se dio por el mundo del trabajo, por los consejos de salarios y, en un porcentaje mucho menor, por las transferencias monetarias”, agregó.
Afirmó que la ciudadanía no debe olvidar cómo los dirigentes de la coalición decían que “desde el Mides se fomentaba vagos y que la gente prefería esas transferencias a trabajar”.
“Cuando venían las convocatorias a Uruguay Trabaja, se anotaban 30 mil personas. Esto echaba por tierra esta historia de que las personas en situación de pobreza no quieren trabajar. Hay que recordar la culpabilizacion que hicieron de que el pobre es pobre porque quiere serlo”, señaló.
Asimismo, recordó que para acceder a determinadas prestaciones no solo se miden por los ingresos. “Desde hace 15 años, el instituto de la Facultad de Ciencias Económicas construyó el índice de carencias críticas, que es el que con diversos cortes permite acceder a la asignación familiar del Plan de Equidad o a la Tarjeta Uruguay Social”, agregó.
Melgar: “La discusión sobre la medición de la pobreza es vieja”
Por su parte, Melgar afirmó que comparte la idea de mejorar la medición de la pobreza, teniendo una mirada transversal y multivariable. Sin embargo, señaló que es un esfuerzo que Uruguay ha estado haciendo desde hace muchísimos años, como son los aportes de la Cepal, del INE y del Mides.
Consideró que la propuesta de Ceres no es novedosa y que no encuentra nuevos aprendizajes en ella. “Lo que sí creo es que es peligroso presentar estos datos como si fueran cuestionadores de algunas de las cifras que tiene Uruguay. Lo que me ha llamado la atención es que se ha presentado como un descubrimiento que claramente no es. Cómo medir la pobreza es una discusión interesante, pero vieja en este país, y creo que no va a modificar en nada la realidad cotidiana”, agregó.
Señaló que Uruguay está enfrentando una caída de la pobreza por ausencia de medidas del gobierno, especialmente por la negación de una renta básica universal de emergencia, desconociendo propuestas que vienen de organismos internacionales y de la Udelar.
“Me llama la atención la presentación de esto como novedad que no lo sostiene nadie en las ciencias sociales. Me parece que lo que tiene que hacer el gobierno es hacer medidas paliativas, en vez de estar entretenido en otra cosa o tratando de desviar el foco de atención. Si alguien tiene dudas, hay disponibilidad de datos tanto en el Mides como en el INE”, agregó.
“Creo que el gobierno debería salir a aclarar y, por lo menos, dejar en claro que se cree en los organismos que tiene el país sobre los que se miden muchas cosas, entre ellas la pobreza. Eso sería un gesto democrático interesante”, reflexionó.