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Editorial

Fake news a lo Talvi

Por Alberto Grille.

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“Nunca hubo en el país tan pocas vacas y ovinos”, tuitea el candidato del Partido Colorado Ernesto Talvi, citando al consultor agropecuario, columnista de El Observador y vocero del movimiento Un Solo Uruguay”, Eduardo Blasina.

 

No estoy en condiciones de rebatir esta afirmación de un especialista como el ingeniero Blasina, pero me atrevo a discutir el retuiteo de Talvi, que utiliza una información, tal vez verdadera, para, ocultando su aspectos complejos, convertir un dato en una consigna propagandística electoral.

Así se disimulan las fake news.

Sin ser un especialista, aunque sí un lector atento, me niego a aceptar “noticias falsas” como la del economista Talvi.

Tengo entendido que también se han batido otros récords. El stock de terneros alcanzó este año 2.800.000 cabezas, según información que suministró el MGAP. La cifra de terneros estaría, entonces, cerca de su récord histórico y sugiere que la ganadería bovina conserva un  alto potencial en Uruguay.

Este dato lo suministró otro prestigioso periodista, en este caso del diario El País, Nicolás Lussich, en su columna del 23 de setiembre. Como por la alta exportación de ganado en pie muchos terneros de la última parición se fueron para Turquía antes de junio, en que se registró la cifra anterior, debe suponerse que efectivamente estamos ante un récord del stock de terneros.

También en el stock de vacas de cría estamos en niveles récord, estabilizándose en 4.200.000 vientres. En verdad, no sé si es o no una marca histórica, pero que está alto, está alto.

Ha mejorado el stock de vientres, pero se necesita que mejore la parición para que podamos recuperar, eso sí, el número de novillos, que ha descendido sensiblemente en todas las categorías.

Conste que los novillos no se fugaron, ni se murieron de sed, ni desaparecieron por obra de los errores o ineficiencias gubernamentales ni se perdieron en el monte. Se vendieron a más de 3 dólares el kilo. Imagínese el lector: 400.000 por 3,5 dólares son 600.000.000 de dólares que ingresaron al producto agropecuario. ¡Ojo! Siempre distribuidos injustamente.

Los novillos que faltan fueron vendidos por los productores, faenados por los frigoríficos o exportados en pie.

Conste también que los precios a los que se comercializó el ganado fueron, en 2018, en promedio, 6% mayores que el año anterior.

Con una exportación de 70% de la producción, exportando más de 400.000 terneros y con una faena de bovinos alta, solamente ha habido una caída leve del stock.

Los precios para el productor han sido buenos y crecientes y la industria frigorífica tuvo que pagar mejor por la competencia de la exportación en pie. En ocho meses de 2018 se batió el récord de la exportación de ganado en pie, exportándose 303.545 cabezas de ganado, el doble de lo que se exportó en el mismo período de 2017 y apenas 23.000 menos que las que se exportaron en todo el año 2017.

Este nivel de exportaciones y la faena que hicieron los frigoríficos hicieron que descendiera el stock de novillos 15% aproximadamente. Este descenso hará difícil mantener el mismo nivel de exportación en los próximos años si no se aumenta el stock de terneros.

Para lograr reponer el stock de bovinos hay acuerdo entre todos los actores de la cadena cárnica en que hay que asumir el desafío de aumentar la eficiencia reproductiva.

En ese sentido, es una buena noticia el aumento de las áreas de pasturas mejoradas. También mantenemos el récord en el área de pasturas intensivas, 1.750.000 hectáreas, lo que significa la mayor cantidad de pasturas por novillo de los últimos 45 años.

El mejoramiento de las pasturas y el stock de terneros dan muy buenas expectativas para la ganadería, aunque la gran extracción de novillos por la exportación en pie se va a notar.

Pese a todos estos elementos muy interesantes, es verdad que estamos en la menor cantidad de novillos de los últimos 45 años, lo que traerá complejidades en la cadena cárnica en el próximo año, sobre todo para la industria frigorífica, que deberá pagar mejor y pujar por el ganado.

También es cierto que estas vacas están en menores superficies y que aproximadamente 2.000.000 de hectáreas se han pasado a la agricultura o la forestación.

Como verá, hay mucho que hacer en Uruguay, además de comerse la pastilla de Talvi. Muchos productores lo hacen y le ponen capital, trabajo, tecnología e ingenio a la ganadería.

Eduardo Blasina le pone pienso y, además, le reclama al gobierno por el aumento de la cotización del dólar, la baja del precio del gasoil, aconseja a los productores retirarse de los Consejos de Salarios, pide más prebendas, mejores créditos del BROU, períodos de gracia y refinanciaciones para los que no pagan.

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