En entrevista con Caras y Caretas, el dirigente repasó además la coyuntura actual y destacó que la central obrera continuará bregando por que se dé 6% del PIB al presupuesto para la educación. ¿Cómo encuentra este 1° de Mayo al Pit-Cnt? Lo primero que quiero decir es que el movimiento sindical es un movimiento democrático y este 1° de Mayo se hará la convocatoria de su congreso, que es el órgano de dirección máximo, para discutir el balance, la estrategia y la perspectiva, pero, al mismo tiempo y como cualquier organización democrática, elegir sus autoridades. Y esto puede pasar desapercibido, pero a nosotros nos elige la gente. En primer lugar, con el voto directo y secreto, y después en un congreso con un delegado cada 200 afiliados. Pero este 1° de Mayo nos encuentra además preparando la negociación de los Consejos de Salarios y la Rendición de Cuentas y organizando nuestro congreso, que se hará el 24, 25 y 26 de mayo. ¿Qué temas se van a tratar en el congreso? Ahí habrá temas en debate de singular importancia, como el modelo de desarrollo nacional, la diversificación de la matriz, el trabajo del futuro, y de alguna manera la puja distributiva ¿Cómo hacemos para construir una sociedad que sea más equilibrada desde el punto de vista de la distribución del ingreso y de la distribución de la riqueza? Y en eso tienen mucho que ver los Consejos de Salarios y el impacto que eso supone, sobre todo en los sueldos más bajos. En las últimas rondas salariales siempre hemos priorizado los salarios más bajos, que han tenido un crecimiento sustancialmente mayor y aun así, hay 400.000 trabajadores que ganan menos de 20.000 pesos líquidos. Pero, además, en los Consejos de Salarios no se debe discutir sólo sobre salarios, sino sobre otras cuestiones relacionadas con la salud y la seguridad, la formación profesional, la protección de género. La negociación tiene tanta riqueza como la que las partes se avengan a discutir. Cada vez nos parece más importante colocar en los acuerdos cláusulas relacionadas con lo cultural, cláusulas de género vinculadas a la protección de la mujer violentada, lo cual muchas veces repercute en su trabajo. No puede ser que además de resultar golpeada, una mujer no pueda ir a trabajar y pierda su salario. Es triplemente castigada. Los gremios tienen que ayudar a contener a estas compañeras, pero no es fácil. Sólo el año pasado hubo en el país 32.000 denuncias de violencia de género. Y esas son las que se denunciaron. Pero también debe haber protección a la maternidad porque no es posible que haya compañeras que son despedidas mientras se encuentran en la etapa de gestación o en la de lactancia. Ahí está el caso de una empleada de Ancap, cuando el Estado debe ser el que protege a la mujer en esta situación. Lo mismo en el caso de la periodista y actriz Leonor Svarcas, despedida de Canal 5 porque había sido empleada como unipersonal para una productora. Ella no eligió ser una empresa, no tuvo más remedio. ¿No habría que pensar que la protección es a la maternidad y no a tal o cual contrato? Esto se relaciona con qué tipo de sociedad queremos construir, si una solidaria o una que sólo piense en el vintén. Estas cosas deben ser parte de la plataforma del movimiento obrero. Hay sindicatos como el Sunca, la Untmra o el de la Bebida, que han logrado una serie de reivindicaciones más allá de lo salarial. Son logros que ayudan a construir una vida decente para el trabajador. ¿Qué hará el Pit-Cnt para tratar de forzar aumentos salariales por encima de las pautas del gobierno? En la ronda pasada se alcanzaron más de 90% de acuerdos, algunos de los cuales fueron tripartitos, pero también hubo acuerdos alcanzados por empresarios y trabajadores, que el gobierno no acompañó. Esa posibilidad está latente, y sobre todo en los salarios sumergidos, para los que, en todos los casos, vamos a tratar de ir por encima de los lineamientos. Qué política pública puede ser mejor para el asalariado que aquella que le permite llegar con su sueldo a fin de mes. No conozco ninguna. ¿La plataforma del 1° de Mayo qué más va a incluir? Creo que el discurso de Marcelo [Abdala] del pasado 22 de marzo marcó la línea clara de cuáles son los horizontes de la lucha de este año, que se encabeza con mejor distribución de la riqueza, con diversificación mayor de la matriz productiva y con un desarrollo democrático más profundo. Hay que adelantarse y preparar mejor a la gente para cuando las inversiones lleguen al país, de manera que no se pague el avance tecnológico con empleo. Que el avance científico signifique mejoras en el nivel de vida de la gente y no un empeoramiento. ¿Cómo evalúan el aumento de la desocupación que se ha registrado en el país? Es un dato preocupante y doloroso, que no se puede mirar con indiferencia. Se mide más en el largo plazo, pero el año pasado se perdieron varios miles de puestos de trabajo. El desempleo estructural es 8%, el problema es que cuando una persona pierde su empleo, ese es el principal problema que tiene. Porque el trabajo hace a la centralidad y a la construcción de la vida de las personas. No podemos mirar eso como un número frío, sino como algo que se debe solucionar con múltiples políticas. ¿Qué desafíos depara para la central de trabajadores la Rendición de Cuentas? Ahí no se juegan sólo los salarios de los públicos, sino, por ejemplo, el futuro de la educación. El 6% del PIB como presupuesto no es un número caprichoso. Hay quienes dicen que sólo con plata esto no se resuelve y tal vez tengan razón, pero lo que es seguro es que sin plata no se resuelve. Hoy no llega a 6%, toca la barra de 5%, aun incluyendo la educación militar. En un documento del Instituto Cuesta Duarte se advierte que si el gobierno frenteamplista quiere llegar a 6% para la educación, a un gasto de salud adecuado y a la construcción de viviendas, debe gravar más al capital para poder financiarlo, lo que implica gravar al que tiene más patrimonio, el que tiene más renta empresarial. Hay sectores de la sociedad que tienen enormes bolsones de riqueza que pueden ser mejor distribuidos. Y ese dilema el gobierno lo tiene que resolver. Economía ya ha dicho que no hay espacio fiscal para aumentar el gasto presupuestal. Nosotros hemos estado en muchas discusiones en las que se ha dicho eso y, sin embargo, hemos logrado avanzar. Se han dado saltos importantes y ellos son fruto de la movilización de los sindicatos. Si queremos que Uruguay pase del país del crecimiento al país del desarrollo, tenemos que darnos cuenta de esto, y ello debería ser acordado por todos los partidos políticos. No hay antecedentes en que invirtiendo menos de 6% se logren resultados exitosos.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME