Tener hijos puede significar pasar noches despierto, preocupaciones incesantes, o tener dolores de cabeza el calcular la economía familiar, sin embargo aumenta la expectativa de vida. Según un estudio del Instituto Karolinska en Suecia dedicado a la medicina ambiental los padres que tienen hijos pueden vivir casi dos años más que los hombres que no lo tienen. Las madres tendrían una sobrevida de un año y medio respecto a las mujeres que no lo son. Los científicos no creen que el efecto sea biológico, y sí el resultado de una red de apoyo afectivo que es crucial en la vida adulta, cuando algo tan simple como una caída puede significar la muerte. Las personas que tienen familia también acostumbran a ser más incentivadas para ir al médico, hacerse análisis que indiquen su estado de salud y permanecer activas. Estudios anteriores afirman que la soledad o la pérdida de la pareja en la vida adulta puede acelerar la muerte. La investigación difundida la semana pasada es la primera que muestra el efecto protector de los hijos. «El apoyo de los hijos adultos para padres ancianos es importante para garantizar la longevidad», explica Karin Modig, la autora que dirigió el estudio. «En la edad avanzada el estrés de la paternidad es menor. Los padres pueden verse beneficiados del apoyo de los hijos», agrega. Para descubrir que la paternidad puede ayudar a evitar la muerte entre personas de edad avanzada los investigadores estudiaron registros de casi 1,5 millones de personas que nacieron en 1911, observando cuando murieron y si tuvieron hijos. El riesgo de muerte aumentó con la edad independientemente de que las personas fueran padres o no. Sin embargo después de evaluar los factores influyentes como los años de estudio, la expectativa de vida fue mayor entre las personas que tuvieron hijos. La conclusión del estudio contradice otros efectuados con anterioridad que sugerían que por lo menos para las mujeres tener hijos reducía la expectativa de vida ya que el tiempo que debía destinarse para el cuidado físico se desviaba a la reproducción. En comunidades pobres, personas con cuatro o más hijos vivían 3, 5 años menos que la media. El nuevo estudio logró constatar que las madres vivieron en promedio 84,6 años en tanto que la expectativa de vida entre mujeres sin hijos fue de 83,1 años. La diferencia fue todavía más acentuada para los padres, cuya esperanza de vida fue 80,2 años comparado a 78,4 años entre los hombres sin hijos.
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