Proyectado por un grupo de turfmen, entre los que se encontraban Ubaldo Seré, Sebastián Fiorito y Ricardo Vázquez, miembros del Jockey Club de Montevideo, fue el segundo centro hípico del país. La Sociedad Hípica y Deportiva de Las Piedras contó también con la participación de vecinos pedrenses como Pedro P. Berro, Domingo Gallo, Germán Oller, entre otros. La construcción del hipódromo estuvo a cargo del ingeniero Raúl Bonino. La pista fue obra del ingeniero Osvaldo Perelli. Por otra parte, el palco fue un proyecto del arquitecto Carlos Rodríguez Larreta y su construcción estuvo a cargo de Miguel Scapusio. Si bien cerró en 1967 y volvió a operar en 1985, su reinauguración en el año 2013, por iniciativa conjunta de Hípica Rioplantense, la Intendencia de Canelones y la Dirección Nacional de Casinos, permitió que se consolide como un verdadero escenario de puertas abiertas a la comunidad, con un importante circuito recreativo y social. El hipódromo canario, que ha recibido el reconocimiento de las autoridades del turf mundial, se ha posicionado como un espacio al aire libre con instalaciones y servicios de primer nivel, enmarcado en el Parque Artigas, un emblema de la ciudad y del país. Este símbolo pedrense y nacional alberga en sus instalaciones una policlínica, a cargo de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), especializada en atención a la maternidad y primera infancia, un centro CAIF que atiende a medio centenar de niños, el Centro Cultural Julio Sosa (en honor al popular “Varón del tango”), la sede de la Policía Montada de Canelones, un centro juvenil del Proyecto Minga, la obra social a cargo del Padre Mateo Méndez y un área recreativa con parrilleros y aparatos para realizar actividad física. Además, se edificó una moderna villa hípica que aloja a 300 equinos y que genera decenas de puestos de trabajo, que se suman a los originados para que los comerciantes gastronómicos de la zona tengan un lugar más equipado para trabajar. En un área especialmente acondicionada para ello, el Hipódromo Las Piedras es sede de un programa educativo que busca impulsar la profesionalización del turf y el empleo juvenil, a partir de un FPB hípico y un curso auxiliar de caballeriza, ambos a cargo de UTU, así como la Escuela de Jockeys y Vareadores, que ya graduó a casi un centenar de alumnos que actualmente corren en las pistas con gran suceso. Hasta el día de hoy, transcurrieron en el Hipódromo Las Piedras 80 años de intensas emociones, grandes obras y carreras de alto nivel, que pretenden seguir haciendo honor a su eslogan: “Un lugar para todos”.
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