Increíble reencuentro de una pareja en Indonesia

Azwan, de 38 años, buscó incansablemente a su mujer  Dewi Prasasti,  deambulando por hospitales y necrópolis durante dos días repletos de honda angustia en medio de un escenario de destrucción, después de una catástrofe que ha dejado el saldo de más de 1,2 mil muertos de acuerdo con el último balance divulgado por las autoridades.

En el momento en que Aswan menos esperaba, Dewi  apareció delante de la casa en la que vivía la familia en una moto, herida  pero en buen estado de salud.

Dewi había sido arrastrada por el tsunami de gran dimensión cuando desembarcó en Palu, una ciudad de 350 mil habitantes en la costa oeste de la isla Celebes en la cual muchos predios se vieron destruidos por las gigantescas olas. La mujer anduvo sin rumbo por calles desoladas repletas de escombros, hasta llegar a un puesto de socorro, donde pasó la noche.

-Vino una gran ola que me azotó con fuerza hasta dejarme inconsciente. Cuando recuperé la consciencia, recuerdo que escuché personas gritar con desesperación “un tsunami!!” , “un tsunami!!”-contó. La ola alcanzó el local donde Dewi registraba los invitados a un festival en un hotel del litoral.

Después del tsunami la mujer contó haber quedado desprovista de alimentos y agua  junto con otros sobrevivientes.En una entrevista a la prensa ella agradeció a Dios por contar “con una segunda oportunidad”

-Todavía no logro creer que estoy viva-dijo-Estoy en estado de shock  que necesitará de un tiempo para su necesario restablecimiento ante una experiencia de carácter traumático.

Mientras Dewi se encontraba desaparecida Azwan, al igual que muchos indonesios tiene un solo nombre, sintió una enorme angustia por no tener noticias de su mujer. Comenzó a buscarla durante dos interminables días visitando centros médicos desbordados de heridos y necrópolis.

-Había una cantidad astronómica de cuerpos uno colocado encima de otro como una dolorosa torre-dijo Azwan.

El domingo, cuando el apenado hombre ya no albergaba casi ninguna esperanza y decía estarse preparando “para aceptar la voluntad de Dios”  su mujer apareció delante de la casa en una motocicleta. Herida y cubierta de manchas, siguió en dirección a su marido hija y parientes.

-Cuando ella  se bajó de la moto nos ganó la euforia. Todo el mundo lloraba y se abrazaban abrazándola. Yo me encontraba profundamente feliz. Gracias a Dios pude volver a verla con vida-dijo Aswan.

Por lo menos 1.234 personas murieron en el terremoto, seguido de un tsunami, de acuerdo con los números divulgados en el día de hoy. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos humanitarios (Ocha) estima que 191 mil personas necesitan ayuda humanitaria de emergencia, entre las que se encuentran 46 mil niños y 14 mil ancianos.

Las autoridades de Indonesia comenzaron el lunes  a buscar asistencia humanitaria internacional para la zona que resultara devastada. Decenas de agencias humanitarias y diferentes ONGs ofrecieron ayuda al país pero el envío de material a la región es muy complicado ya que los aeropuertos se encuentran muy dañados y las carreteras están bloqueadas con lo que el acceso está repleto de dificultades.