Esta es una situación de la que ni siquiera se libra Italia que tras ser una de las naciones más afectadas en los meses de marzo y abril había conseguido mantener bajo control la situación en estos primeros compases de otoño.
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Mientras que en setiembre los italianos se habían convertido en uno de los grandes ejemplos de cómo evitar que la pandemia se disparase, en octubre sus cifras se han disparado al igual que en todos los demás países europeos.
Los datos son elocuentes. Si el 1 de octubre Italia apenas reportó 2.548 nuevos contagios, el 15 la cifra ya había subido hasta los 8.803 y el 30 a los 31.082 positivos. Un crecimiento exponencial que ha provocado que la nación italiana haya perdido la pista de los contagios (con tantos nuevos positivos los rastreadores no dan abasto) y ha obligado a duras restricciones con el objetivo de intentar frenar la curva por segunda vez.
Cabe señalar que actualmente la incidencia del coronavirus en Italia es similar a la de España, que ha sido uno de los países más golpeados por esta segunda ola. Mientras que en suelo español el número de casos en los últimos 7 días es de 435 por millón de habitantes, en el italiano la cifra ha subido a 433,69, lo que hace que ambas naciones estén prácticamente igualadas. El pasado 23 de septiembre, España tenía una incidencia diez veces superior a la italiana con 241,98 frente a 25,77.
Mientras que en el país presidido por Pedro Sánchez la curva ha ido subiendo de manera más sostenida, en el de Conte el crecimiento ha sido exponencial. Actualmente ambos están reportando cerca de 20.000 contagios diarios, lo que hace pensar que mientras que los ciudadanos mantengan la movilidad y no se produzcan confinamientos domiciliarios será prácticamente imposible mantener bajo control el virus, hasta que llegue la vacuna.
Hasta ahora Italia ya había tomado medidas restrictivas como el cierre de bares y restaurantes a las 18 horas o la clausura de cines, teatros o gimnasios, sin embargo las autoridades han decidido un endurecimiento de estas, que incluirá un toque de queda (en España o Francia ya está vigente), cierre de museos y áreas recreativas o transportes públicos al 50% de su capacidad.
El caso italiano no es aislado, ya que otro de los países que hasta ahora ha sacado nota en su gestión de la pandemia también está pasando dificultades. Se trata de Alemania, que está batiendo récords de contagios en esta segunda ola. Aunque de los grandes países europeos sigue siendo el que mantiene mayor control sobre el virus, lo cierto es que el pasado 30 de octubre reportó 19.367 positivos, su cifra más alta del 2020.
Su incidencia acumulada la última semana también es la más elevada que ha tenido, con 189,44 casos por millón de habitantes. Y aunque está lejos de las cifras italianas o españolas, sí que el momento es el más delicado de toda la pandemia. Misma situación para Francia, donde los contagios están disparados y su incidencia supera los 659 por millón.