Te molesta del Frente Amplio que menos de 20 personas trans vayan a cobrar 11.500 pesos por mes. Comprendo que la ley tiene algunos aspectos discutibles, pero no es discutible la persecución a la que fueron sometidas durante la dictadura e, incluso, bajo el gobierno tutelado de Julio María Sanguinetti. El punto es que te molesta la reparación económica; pero no te molesta que centenares de psicópatas violadores, torturadores, asesinos y secuestradores cobren jubilaciones de privilegio desde hace décadas.
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Criticas al Frente Amplio por la droga que anda en las calles, pero votas al partido que se niega a votar una ley contra el lavado de activos provenientes del narcotráfico.
Es cierto, el salvataje de Pluna no funcionó y tienes derecho a repetirlo a cada rato; pero te olvidas de todas las empresas que sí fueron reflotadas o salvadas. Te calienta que haya 9% de desocupación debido a la crisis argentina; pero olvidas que nos dejaron un país con 17% de desocupados.
Te calienta lo que invierte el Mides en ayudar a gente desprotegida y repites lo que te repite a diario la derecha: que son vagos y drogadictos.
Te calienta el “despilfarro” del Mides; pero no te preocupa que el gobierno deba auxiliar cada año a la caja militar con casi 600 millones de dólares. No te calienta que el presupuesto destinado a dicha institución supere a los presupuestos sumados del Mides, INAU y demás programas de protección social. A los blancos tampoco les molesta, por lo que quizá los votes.
Te calienta que el Mides ayude a madres de contexto crítico; pero no te calienta que los uruguayos paguemos por mes a Sanguinetti y Lacalle la misma cifra con que ese ministerio apoya a 650 madres. Dos tipos ya acomodados versus 650 madres.
Quieres un país más justo y por eso, tal vez, votas al PI, mientras Mieres te usa para asegurarse un cargo en alianza con los partidos que crearon todas las injusticias y desigualdades sociales y económicas.
Sigues creyendo en las encuestas y las tomas muy en cuenta para ver qué te conviene votar. La mayoría de ellas le daban a Sartori más de 30% para las internas (sacó poco más de 20%) y 12% (en promedio) para Óscar Andrade, que al final duplicó esa expectativa. El margen aceptable de error en una encuesta seria va de 3% a 5%. ¿Cómo se explica lo que pasó? “!Sorpresa!”, dijeron sin pudor, y les creíste.
Criticas al Frente Amplio por la deuda externa (sin saber cuánto es), pero votas a los partidos que nos endeudaron hasta el hígado con el Fondo Monetario Internacional.
Te calienta que Graciela no sea psicóloga social, sino socioanalista, y que Raúl no sea licenciado en genética humana. Me parece bien que te moleste, sobre todo si batallaste para obtener un título.. Podemos discutir lo de Graciela y recordar que hasta la década de los 90 no existía ese título; pero lo raro es que no te caliente el caso del “profesor” Luis Hierro López (expresidente del Partido Colorado y embajador), o el de la senadora y “licenciada” en Estudios Internacionales Verónica Alonso, del Partido Nacional, o el del también “profesor” Carlos Julio Pereyra (figura histórica y destacada del mismo partido) o el del también senador blanco y “pediatra” Javier García.
No estás dispuesto a votar al FA porque los tupas violaron la ley en “democracia” (otro día te explico lo de las comillas); pero votas a Manini o a políticos que se quieren asociar con él (caso de Lacalle Pou), aunque en los primeros lugares de sus listas tenga al secuestrador del chileno Eugenio Berríos, asesinado en otra “democracia”.
Mientras tanto, sigues leyendo El País porque es más serio que Caras y Caretas (aunque ahora me lees, vaya uno a saber por qué incomprensible variable del masoquismo) y te comes noticias como que el Partido Nacional va creciendo “gracias a la unidad de los blancos”. En serio, está escrito. Mientras lo afirman con absoluto desparpajo, unos blancos demandan judicialmente a Juan Sartori por su campaña sucia y este los contrademanda por calumnias. Antía también desprecia al magnate, un diputado lo busca para pelearlo, Lacalle le pide a su padre que no abra la boca en la campaña y le hacen homenajes a Wilson mientras se encargan de barrer toda sombra o vestigio de wilsonismo, razón por la cual Juan Raúl voló para el MPP. Los hermana, sí, la sed por el poder y el dinero.
En fin; de poco servirá lo que te diga. Continuarás repitiendo que un rico no se postula para robar porque ya tiene dinero. Seguirás creyendo que los malos de la película son los sindicalistas y no los explotadores. Sucede que, al final del día, cada uno cree lo que quiere creer.
El verdadero peligro para el país no son los profesionales de la política que la toman como un negocio (“Desde los 16 años estoy en este negocio”, decía Luis Hierro López, refiriéndose a esa actividad); el verdadero peligro es la gente que piensa como vos; porque tu ignorancia y mezquindad es el alimento del que se nutren las hienas de gabardina.
Como sea, seguiremos luchando para dejar un país mejor, tanto para nuestros hijos como para los tuyos.