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Los efectos de la LUC desde las humanidades

Investigadoras de la Facultad de Humanidades analizaron los posibles efectos de la ley sobre nuestro sistema educativo, el papel del Estado en distintos ámbitos y la participación ciudadana, entre otros temas.

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En 2021 la Facultad de Humanidades realizó una mesa redonda interdisciplinaria para analizar la LUC. Las exposiciones abordaron diferentes aspectos de la ley que son importantes para comprenderla.

Libertad republicana y LUC

Fernanda Diab, asistente del Departamento de Filosofía de la Práctica de FHUCE, señaló que su análisis crítico de la ley se basa en un marco teórico vinculado con la defensa de las instituciones republicanas y democráticas, trasfondo ético político de Uruguay. No alcanza solo con que los ciudadanos elijan a sus gobernantes en las jornadas electorales para garantizar la libertad política. En cambio, es necesario que se abran canales de participación, de disputa y cuestionamiento de las decisiones públicas.

La experta consideró que el Estado es el principal responsable de la libertad republicana de los habitantes, por lo que debe garantizar que las personas no se encuentren sometidas o vulneradas frente a la voluntad de otros, ni en el vínculo con el Estado ni en el relacionamiento con los particulares.

Diab sostuvo que la LUC implica un enorme retroceso en este marco democrático republicano, «más aún, creo que en términos generales refleja un impulso elitista en el orden institucional y legal en nuestro país», expresó. Asimismo, apuntó que la LUC introduce una desprotección de la libertad y una asimetría de poderes entre intereses diversos.

Otro aspecto que implica retroceso en la LUC es el vinculado al papel de la disputa ciudadana, señaló, «el lugar que tiene nuestra voz y nuestro cuestionamiento frente a la toma de decisiones públicas». En lo que refiere a la posibilidad de disputa, Diab entiende que en la LUC hay «cierto desprecio por la participación ciudadana», lo que se capta cuando se sustituyen niveles de horizontalidad y democratización de espacios de decisión por esquemas de gestión y de eficiencia.

Ciudadanos que son amenazas

Pilar Uriarte, investigadora del Instituto de Ciencias Antropológicas, se refirió a la instauración de una política o régimen de hostilidad en relación a cómo el Estado o gobierno, en su parte más represiva o punitiva, empieza a vincularse con la sociedad y los ciudadanos.

En el articulado de la primera parte de la LUC hay «una proliferación de diferentes medidas que van construyendo formas en las que el accionar policial pasa a ser legitimado en tanto discrecional, y la población objetivo de ese accionar pasa a ser vista como una población peligrosa, criminalizada».

Uriarte también se refirió al derecho a la vivienda y las normativas de alquiler, y cómo esta nueva ley abre un amplio marco de discrecionalidad y posibilidades de excepción del lugar que el Estado debe ocupar como contralor de los derechos.

En términos de acceso a la vivienda, «habilitar esas excepcionalidades abre una brecha peligrosa: la mayoría de la población va a seguir enmarcada en la forma en la que se viene desarrollando el sistema de alquiler y arrendamiento de vivienda, pero en las poblaciones más vulnerables la necesidad de garantizar ese derecho implica aceptar cualquier tipo de condiciones», enfatizó.

Cuarta reacción en la LUC

María Eugenia Jung, investigadora del Instituto de Historia y el Archivo General de la Universidad, expresó que la LUC pone en cuestión el alcance y rol del Estado en varias áreas relevantes. Observó que la aprobación de la LUC es una pieza clave para el gobierno en una coyuntura de cambio para el país y para la región que se ha caracterizado como un giro a la derecha.

Jung se refirió al análisis que el historiador Albert Hirschman desarrolla en su obra Retóricas de la intransigencia, donde identifica tres momentos de reacción conservadora frente a avances y expansión de los derechos individuales a lo largo de tres siglos. Un análisis similar realizan diferentes autores en Uruguay, quienes en distintos momentos del siglo XX distinguen respuestas conservadora ante eventos como las reformas del primer batllismo o el avance del pensamiento comunista, que eran percibidas como amenazas al orden social, económico o político dominante. En estos procesos es posible reconocer la acción de una diversidad de actores políticos con apoyo de sectores sociales y grupos de presión del ámbito rural o industrial, entre otros, así como de los medios de comunicación. En su momento estos actores lograron formar alianzas y consiguieron frenar los movimientos contrarios a sus intereses, pero «al mismo tiempo intentaron implementar cambios más o menos profundos», señaló.

«¿Podemos hablar de una cuarta ola de reacción derechista en el sentido que le daba Hirschman? Creo que sí», expresó Jung, y opinó que la LUC se inscribe en ese movimiento de reacción ante las políticas redistributivas del gobierno anterior.

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