Los lugares comunes del Pompa y el novillo rebelde

El Negro Pamento, muerto de risa, incluso haciendo un gesto de los de antes, que ya no se usan: agarrarse la barriga. –Dios los hace y ellos se juntan, se buscan, andan por el barrio. –¿Quiénes? –le pregunto. –El novillo y el novicio rebelde. Se festeja, se calma, se sienta, y llega la espumosa. –Tomá nota, yo cerveza. Tengo fuentes generalmente bien informadas que tienen una preocupación central: senadores, honorables directores, diputados, familiares y amigos, le piden que hable poco, que lo suyo es hacer bandera, no más. Porque el Pompa es como el pato. Salió a hablar de economía, entró a manejar las reservas, para él todo es un pan de azúcar, y por ahí le dicen silencio en la noche, estás confundiendo el amor con el ojo del hacha, eso no se toca, quedate quieto como gurí cagau. Respetá a los amanuenses, le dicen, miralo a Alvarito, tan aplicado, Trobito, tan poquito, el sultán Abdala, sólo estos tres han llamado más ministros a comisión y vibrado más cucuruchos que heladería en verano. Que eso sí, prensa tienen. Ezel, en minutos, es un porotito turco comparado a lo que le dan sin cargo los muchachos de la comunicación. “Vos mantenete en la vuelta –le dicen– como mojarra en palangana, dale, dejate la barba, lucila en la tabla, dale”. –Tranquilo, Negro, la vaquillona de la positiva ya no les da más leche, y ahora lanzan la novillada baguala en busca de espacio, fijate que alguno ya dijo de arrimarse al espacio socialdemócrata y hasta le han organizado un encuentro. Tranquilo. Se divierten, le siguen la corriente. –La corriente ya se llevó a Larrañaga, que ahí anda, en otra palangana, y la que lo toma en serio es Verónica, tan bien, para que se reúna con el Taba y pensar en políticas de Estado en común. Una santa. El Pompa no sabe que la venta de leche al exterior se hace por acuerdo entre empresas, que el gobierno se ocupa de abrir mercados, y si hay dificultades, interviene, como ya lo hizo y lo volverá a hacer, para que los convenios se cumplan y los productores cobren. Y si el gobierno que votó la gente siente más consideración con unos países que con otros, vale, si se respetan, como en el caso de marras, los acuerdos comerciales. Tan respetable como la casa de la que usted procede, territorio de novillos rebeldes, donde se llora la muerte de Franco y se hace el saludo fascista, o se saluda al general Pinochet en el día de su natalicio. Creo que la iniciativa de Verónica puede ser saludable. Todo lo que sea diálogo y puentes le será útil para llegar a ser algo más que pompas, nada más.