«A mi me dijeron mil veces en mi vida que era una negra de mierda y que no iba a llegar a ningún lado» contó la atleta uruguaya Deborah Rodríguez en Legítima Defensa.
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Comentó que tuvo una familia que la apoyó y la ayudó a superar los momentos más duros. «Me decían negra cachumbambé cuando tenía menos de 12 años y no sabía que era eso y llegaba a mi casa llorando, y mi madre decía usted siéntase orgullosa de lo que es, y no se sienta avergonzada».
«Hoy me suelto el pelo y no me da vergüenza, aunque pila de gente me dice ese pelo está parado. Capaz que antes no lo hacía, pero es mi pelo, es mi mota y es lo que soy», explicó.
Reconoció que para algunas personas es motivo de burla, pero para otras personas «es motivo de inspiración».
«Es más la gente que se inspira que la que se burla, y me ha pasado que los medios, y la comunicación está buscando esto. Y lo hacen porque hay una demanda de mucha gente que quiere sentirse identificada, de buscar nuevos referentes, de sentirse emocionalmente conectada. Quizás muchas mujeres están pasando por este proceso y no se animan, pero hablarlo y atreverse a soltarse el pelo, genera muchas cosas a nivel social», recalcó.