Por Ricardo Pose
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
¿Sorprendió la resolución del presidente Luis Lacalle de revocar la resolución del Directorio de Antel que implicó la renuncia del reciente presidente del organismo?
Me asombra porque me parece apresurada y al grito de la tribuna. La resolución la toma por unanimidad el Directorio conformado por el reciente presidente, Guillermo Iglesias, que se votó su venia en marzo de este año y por los dos directores del período anterior, que se mantienen en sus cargos esperando las nuevas designaciones.
Asombra porque todo surge a partir de un tuit de Conrado Hughes que en su tono tan particular menciona la resolución, y a partir de allí, en pocas horas, el presidente Lacalle Pou revoca la misma. [El tuit de Hughes expresa: Estimados Ing. Paganini y Ec. Alfie: Por denuncia de hoy, pudo acceder a la increíble Res. 495/20 del Directorio de Antel que adjunto. Estamos ante un caso claro y evidente de inconveniencia de la misma en cualquier circunstancia, pero mucho peor ahora, por lo que están ustedes.]
Lo primero que hay que aclarar es que esta resolución no se tomó el año pasado porque era año electoral.
Lo segundo es que de los actuales casi 6.200 funcionarios que tiene Antel, estos 857 están incluidos en ese número, por lo que no son 857 funcionarios más que se suman.
Lo tercero es que presupuestalmente al ente le genera cero pesos de gasto, porque se les siguen pagando los salarios que ya percibían.
Lo único que la resolución hace es darles laboral y jurídicamente el estatus de funcionario público, cargo al que se accede concurso mediante.
Tergiversan la información cuando dicen que el proceso es poco cristalino; acá hace años que se acabaron los funcionarios que entraban con tarjetita de recomendación.
Antel tenía una cantidad de trabajadores en tareas permanentes que estaban tercerizados no para tareas puntuales, sino permanentes.
Muchos de estos trabajadores concursaron para dejar de ser tercerizados y pasar a tener un contrato a término, y cuando este vencía, concursaban para pasar a tener un contrato de función pública por tres años y luego volvían a concursar para pasar a ser presupuestados.
Todo por concurso y todos manteniendo el mismo ingreso salarial; esta es la situación de estos 857 funcionarios, todo cristalino.
En todo este proceso, Sutel elaboró y lo hizo en acuerdos con el directorio.
No son 857 ñoquis como alguien ha dejado entrever; trabajan en aéreas estratégicas del ente, como son las aéreas operativas, de atención de reclamos, de puestos de venta.
Se definió entre el sindicato y el directorio, además, atendiendo las jubilaciones y acorde a lo estipulado legalmente, que se generaría un ingreso por cada tres jubilados y se reforzarían las áreas donde las jubilaciones hubieran implicado falta de personal.
Ha sido todo un proceso muy cristalino y no es excesivo en absoluto y se ha hecho en función de un logro del movimiento sindical que siempre ha planteado que a igual tarea, igual remuneración e igual reconocimiento de derechos.
El presidente Lacalle Pou tiene a su disposición los números y las resoluciones para consultar y verá que esto es así.
¿Por qué entonces se genera esta situación?
En el caso particular de Antel, yo no puedo dejar de asociarlo a lo que expresa el ministro Paganini, un día sí y otro también, que parece querer menoscabar la imagen de la empresa para que cuando se aprueben los artículos que están en la LUC y en la Ley de Medios Audiovisuales, Antel esté en inferioridad de condiciones frente a la competencia de las empresas privadas.
¿Es algo parecido a lo que sucedió con la presupuestación de 70 funcionarios en Ancap?
Claro, porque quieren instalar la idea de que todo es una joda, un acomodo para desprestigiar las empresas públicas, política que ya habían realizado cuando quisieron privatizarlas y el 71% de la gente les dijo que no.
Porque, además, los 857 funcionarios presupuestados van a ser calificados como cualquier funcionario público y pasibles de destitución, es decir que aquello de que ganan en su inamovilidad es relativo. Mantendrán su condición de funcionarios públicos si tienen buenas calificaciones y concursan para los ascensos.
No toman en cuenta la calidad de servicio que Antel representa para el país, que permitió entre otras cosas una excelente plataforma de conectividad, para la emergencia sanitaria, y cuando países como Alemania vuelven al camino de estatizar, porque lo entienden estratégico, su empresa de comunicaciones, acá se insiste con el camino inverso.
Y la calidad en los servicios de Antel está ligada al compromiso diario de sus trabajadores.