El presidente de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), Elbio Monegal, señaló la preocupación del sindicato en cuanto a la falta de mayores medidas para restringir la movilidad ante el avance de la pandemia. “En función de que no se tomen medidas por parte del gobierno, esto es imparable”, sentenció.
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Se viene un nuevo 1º de Mayo, este año signado por un nuevo agravamiento de la pandemia de covid-19. ¿Cómo se ve esta situación desde AEBU?
Este, al igual que el del año pasado, es un 1º de Mayo muy particular. Estamos en medio de la pandemia, con muchos trabajadores que están cursando la enfermedad, con muchos que están sufriendo las consecuencias, ya sea en temas
laborales, en el empleo, inestabilidad, seguro de desempleo. Una serie de temas que hacen que este sea un 1º de Mayo diferente.
Será un 1º de Mayo sin movilizaciones, solo con recolección de firmas. ¿Cómo se prepara AEBU?
Seguimos en la misma línea de nuestra central. Por razones obvias es imposible hacer un acto público. Inclusive la idea del año anterior de hacer caravanas es muy riesgosa, producto de que igual por más que la central y los sindicatos les digamos a los militantes que no haya aglomeraciones, nada nos asegura que esto no ocurra. Por lo tanto, como se ha resuelto, se van a hacer barriadas, se van a colocar mesas con todos los cuidados posibles para seguir recolectando las firmas. Así como también visitas casa por casa para que los vecinos que estén afines a firmar lo puedan hacer. Es una forma de celebrar el 1º de Mayo distinta, pero con el objetivo común de derogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración.
En el sector financiero, ¿Cómo ha afectado la pandemia?
Tenemos mucha gente en los bancos trabajando a distancia. Hay lugares donde hay bancos que han cerrado algunas agencias en forma transitoria. Otros lo han hecho porque han registrado brotes y no han tenido más remedio que cerrarlas, pero en líneas generales la gente está trabajando a distancia. Lo mismo sucede con las administradoras de crédito. Hay una situación bastante controlada en lo que tiene que ver con los cuidados. De todos modos el sindicato mantiene el alerta constante y el cumplimiento de los protocolos para darles la mayor garantía a los trabajadores que tengan que trabajar en forma presencial y no corran riesgos de enfermarse.
Desde el comienzo de la pandemia AEBU ha colaborado solidariamente con ollas populares. ¿Cómo viene esa tarea en este momento?
Nosotros desde los primeros días de marzo, enseguida que se declaró la pandemia, primero tuvimos una olla popular en el sindicato. Y por razones de que ahora el trabajo en el sindicatos se está realizando a distancia, hemos resuelto
colaborar con ollas del barrio. Entonces llevamos las bandejas que se siguen preparando en nuestra cocina y estamos colaborando con tres ollas en el barrio.
Eso también porque queremos que la gente del barrio sea la beneficiada con esto y en estos tres lugares, los que están a cargo de las ollas conocen bien a la gente, saben las necesidades de cada vecino, cuántas se lleva uno, cuántas se
lleva otro. En AEBU no lo teníamos así de claro porque, si bien estamos anclados en el barrio, los dirigentes y los militantes no somos precisamente de Ciudad Vieja.
Seguimos recolectando alimentos tanto sea los que dona la gente como así también a través de una cuenta que AEBU tiene y de allí se compran los elementos para la olla.
En cuanto a la negociación colectiva, ¿en qué está?
En el sector privado estamos en el año puente todavía. Hasta junio de este año no va a haber novedades. En el sector público tenemos convenio vigente, pero que se vence y nos pondremos a negociar una vez que el convenio esté próximo a su vencimiento para renovarlo.
¿Cómo ven las perspectivas?
Nosotros creemos que en función de que no se tomen medidas por parte del gobierno, esto es imparable. Lamentablemente imparable. Y nos preocupa porque cada vez tenemos más trabajadores infectados. Hay focos en empresas a las que están poniendo en riesgo de seguir funcionando porque el foco ha hecho que muchos compañeros estén enfermos y otros tantos cuarentenados. Entonces, creo que el gobierno debería tomar medidas mucho más
restrictivas en cuanto a la movilidad y a la vez dejar de mirar tanto los números y el déficit fiscal y compensar a esos trabajadores, que su trabajo no sea esencial para que se puedan quedar en sus casas y evitar que siga circulando
el virus, que lo está haciendo en forma muy dura.
En definitiva, si eso no ocurre, vemos una situación cada vez más compleja en lo sanitario. La pandemia va a terminar arrasando la economía porque el gobierno no quiere tomar medidas más restrictivas. Este claramente está
priorizando la economía sobre la salud de la gente. También vemos que esta situación va a repercutir negativamente si se sigue extendiendo a otras áreas. Por lo tanto, vemos que vamos a perder por todos lados.