Cincuenta y cuatro elefantes mueren en África cada día según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) que eligió Angola cómo la sede del próximo día Mundial del Medio Ambiente a realizarse el próximo 5 de junio del año en curso, por causa de la cantidad de acciones llevadas a cabo por el país para conservar y reconstruir la población de estos animales. Entre las medidas se encuentra la Revisión del Código Penal previendo infracciones más severas contra los cazadores ilegales.Botswana, Gabao y Namibia también son elogiados por cerrar el cerco del comercio clandestino de los animales. Otra iniciativa que pretende sacar a la castigada especie del estado de vulnerabilidad referido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza es un censo inédito, iniciado hace dos años y comandado por Paul Allen, cofundador de Microsoft dedicado a contabilizar y detectar los animales que habitan en el continente. Se estima que la población de elefantes se encuentre entre 420 mil y 650 mil especímenes. En 1980 eran, 1,3 millones. Una de la razones de la reducción de ejemplares está en el mercado negro. Un quilo de marfil vale cerca de 3 mil dólares. Considerando que cada una de las piezas pesa hasta 115 quilos la persecución de los elefantes puede no detenerse de forma rápida. “El elefante africano es el mayor mamífero terrestre del planeta, y está enfrentando la peor crisis en décadas” alertó Achim Steiner, director de Pnuma en un trabajo reciente dedicado a la especie. “Sindicatos organizados envían varias toneladas de marfil para mercados asiáticos, y centenas de elefantes son asesinados para llenar el conteiner” Steiner propone medidas que pueden ser aplicadas para reducir y amedrentar la economía basada en matanza de animales, mejorando la aplicación de las leyes en colaboración con el Escritorio de las Naciones Unidas sobre la Droga y el Crimen, y la Interpol. Los principales destinos del mercado clandestino son respectivamente, China y Estados Unidos. En gesto simbólico para demostrar su compromiso contra el tráfico ambos países mandaron destruir seis toneladas de marfil en el periodo comprendido entre 2013 y 2014.Aùn así la cultura de la potencia asiática es material permanente asociado al estatus y la riqueza. Para Matthew Brown, director de la Conservación en África de la ONG The Nature Conservancy(TNC) es la única manera de acabar con la devastación de los elefantes y disminuir la demanda de marfil, lo que significa aumentar la concientización del mercado que consume. Una investigación llevada a cabo recientemente en China constató que el 40% de las personas que adquieren productos hechos con este material dejarían de hacerlo si supiesen el origen, por lo que el mayor desafío es una correcta información y el compromiso de todos los gobiernos. El director de TNC considera necesario enfrentarse a la poderosa burocracia de las naciones africanas, aumentar las penas y cambiar las políticas públicas lo que puede llevar tiempo. Además de la casa existe una perdida del hábitat de los elefantes por las constantes intervenciones humanas. Vemos regiones superpobladas donde no existe suficiente alimento para tantos animales, no pudiendo llegarse a saber qué ocurre más allá de determinados lugares relativamente accesibles. Se considera que el 39% de la población de elefantes se ve afectada por factores como el aumento de población humana, urbanización y expansión de la agricultura. El índice puede llegar a 63% en 2050. Con el hábitat cada vez más fragmentado los animales se ven obligados a movilizarse en busca de alimentos y agua además de que los elefantes necesitan refugios seguros para sobrevivir.
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