Lilián Galán, diputada por el MPP dijo ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que pretende que se apruebe un “tratado vinculante internacional que acabe con la impunidad de las empresas trasnacionales” y defienda los derechos humanos de los pueblos.
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“Los parlamentarios que somos democráticamente elegidos por nuestros pueblos queremos expresar nuestro firme compromiso de terminar con las impunidades de las empresas trasnacionales en el derecho internacional con un instrumento vinculante que determine la primacía de los derechos humanos, evitando así que nuestros pueblos y países sufran y se permita a las empresas trasnacionales evadir las normativas nacionales y también demandar a los estados en tribunales de arbitraje de inversiones que privatizan la aplicación de la ley y menoscaban el arbitraje de los estados”, afirmó Galán.
La parlamentaria habló en la sede europea de Naciones Unidas, en Ginebra, donde se celebra esta semana una octava ronda de negociaciones para lograr un tratado que obligue a las compañías transnacionales a respetar los derechos humanos en sus actividades.
“Hay que proteger los derechos humanos como fue el caso de la tabacalera Philip Morris contra Uruguay. Urgimos por un mecanismo de quejas ante una corte una vez que el comité previsto presenta estándares rebajadas en comparación con otros mecanismos de sistemas de protección internacional de derechos humanos. Asimismo, reafirmamos el tratado vinculante debe ser claro a la hora de establecer obligaciones de cumplimiento de derechos humanos a las empresas trasnacionales diferentes e independientes de las obligaciones de los estados. Como defensores de la soberanía de los pueblos firmamos nuestro compromiso de defender los derechos humanos y por lo tanto seguir luchando para derrotar la impunidad corporativa”, afirmó Galán.
En 2014 se aprobó, en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Resolución 26/9 que estableció un nuevo Grupo de Trabajo Intergubernamental (IGWG por su sigla en inglés) para desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante que regule a las empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos.
Según la organización Amigos de la Tierra Internacional, “las empresas sistemáticamente priorizan el lucro por sobre el medio ambiente y los derechos humanos. Muchas empresas transnacionales son más ricas y poderosas que los Estados que deberían regularlas en función del interés público. Muy a menudo, las grandes empresas se apropian de los espacios de decisión política, como las negociaciones en la ONU. De esta forma, delinean las políticas ambientales para que estén al servicio de sus intereses. Las empresas están muy bien protegidas y muy rara vez pueden ser responsabilizadas por las violaciones que cometen”.
Es por eso que varios parlamentarios consideran que es necesario un tratado jurídicamente vinculante que permita a las víctimas el acceso a la justicia.
Según el Instituto Transnacional, que sigue en los últimos años las negociaciones, EEUU, Canadá, Japón o Australia se muestran reticentes a la creación de un tratado vinculante, mientras que buena parte de África, el sureste de Asia y Latinoamérica presionan para que se apruebe.
En la Unión Europea, hay países que tienen posiciones más abiertas y hay otros que son contrarios al acuerdo.