El candidato del presidente estadounidense Joe Biden para director de la CIA, William Burns, dijo este miércoles a un comité del Senado que veía la competencia con China – y contra su liderazgo «adversario y depredador»- como la clave para la seguridad nacional de Estados Unidos.
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Burns, de 64 años, ex diplomático de carrera durante las administraciones demócrata y republicana, debe obtener fácilmente la confirmación para ser director de la Agencia Central de Inteligencia. Burns ya ha sido confirmado por el Senado en cinco ocasiones para sus períodos como embajador en Jordania y Rusia y tres puestos importantes en el Departamento de Estado.
Al testificar ante el Comité de Inteligencia del Senado, Burns destacó sus cuatro principales prioridades: «personas, asociaciones, China y tecnología».
«Competir con China será la clave para nuestra seguridad nacional en los próximos días», dijo Burns, y agregó que si fuera un presidente de un colegio o universidad de Estados Unidos, recomendaría cerrar los Institutos Confucio, centros culturales del campus financiados por Beijing que muchos miembros del Congreso ven como herramientas de propaganda.
Amenazas nuevas y viejas
Burns dijo que persisten las amenazas «familiares», incluso de Rusia, Corea del Norte e Irán. También dijo que el cambio climático, los problemas de salud global y las amenazas cibernéticas son grandes riesgos.
Burns ayudó a liderar conversaciones secretas con Irán en 2013 que ayudaron a allanar el camino para el acuerdo nuclear internacional, que fue impugnado por los republicanos. Dijo en la audiencia que Irán no puede tener un arma nuclear.
La semana pasada, el gobierno de Biden ofreció sentarse con los iraníes y otras partes del pacto de 2015 para ver si hay una manera de regresar al acuerdo después de que el ex presidente republicano Donald Trump se retirara en 2018.
La llegada de Burns a la CIA se produciría después de cuatro años difíciles bajo Trump, quien a menudo ignoraba los hallazgos de las agencias de espionaje, especialmente la determinación de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 para aumentar sus posibilidades de ganar la Casa Blanca.