«Gracias», fue la primera palabra que pronunció el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, este jueves, tras recibir el traspaso de mando por parte de Tabaré Costa, hecho administrativo que se desarrolló en el escritorio que perteneció a Tomas Berreta, quien fue presidente de la República en el año 1947. La ceremonia tuvo lugar en el Teatro Athaualpa del Cioppo, Canelones, y contó con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou y el ex presidente José Mujica, así como de diferentes autoridades de gobierno y referentes políticos.
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La apertura del cambio de mando estuvo a cargo del ex intendente de Canelones Tabaré Costa, quien se dirigió a los presentes disculpándose por no brindar un «balance minucioso» y personal de su gestión. Destacó la fortaleza que ha adquirido el Frente Amplio en Canelones en los últimos años, la transparencia de la gestión, la participación ciudadana y los cambios que se llevaron adelante en el departamento.
Al hacer uso de la palabra, Yamandú Orsi, agradeció a los presentes y habló de los ejes que guiarán su gestión. Hizo referencia a la coyuntura actual, a la emergencia sanitaria y a la crisis económica y aseguró que priorizará la protección social «que se requiere en estas circunstancias». «Vivimos una situación inédita. La realidad que se nos presenta ante nuestros ojos, hasta hace unos meses, era sólo imaginable en la cabeza de un cineasta. Cuando se crearon los CECOED (Centro Coordinador de Emergencias) y se manejó la hipótesis de catástrofes o crisis que no fueran los eventos climáticos típicos lo aceptábamos como un requerimiento de rutina. Catástrofes aéreas, ambientales o epidemias aparecían sólo en el radar de nuestra imaginación. Desde hace un año el mundo es otro. Y el futuro inmediato nos exige otras estrategias».
Con respecto a los objetivos de la gestión, reconoció que la situación actual obliga a «precisar muy bien los énfasis», que serán frenar los avances de la pandemia, la protección de los más débiles y mantener la infraestructura instalada en el departamento. Prometió «mantener todo lo que se ha podido construir» y que le «cambió la cara del departamento», como la iluminación, el mantenimiento de calles y pluviales, la gestión de residuos y el medio ambiente.
En Canelones el tema de la alimentación será otra de las prioridades, señaló, porque «alimentarse sanamente cuesta». Asimismo, prometió continuar generando puestos de trabajo, «defendiendo a las empresas» para que no se fundan y «en especial a las Pymes que en el departamento constituyen el 80 por ciento». «Precisamos trabajo, trabajadores, empresas y a nuestros empresarios», enfatizó.
Por otro lado, destacó el papel de relevancia que adquiere la democracia en el escenario actual. «No imaginamos el camino hacia el desarrollo sin más democracia», dijo asegurando que la profundización de esa democracia se logrará mediante aspectos como la transparencia, la participación ciudadana, la equidad de género, así como la eficiencia y eficacia.
Orsi dejó en claro que se apostará a la buena convivencia entre los distintos municipios y sus alcaldes y alcaldesas, independientemente de la filiación política que tengan. «Jamás se nos ocurre, a los canarios, retazar recursos que corresponden por ser de otros partidos». También aseguro el énfasis en la cultura y la juventud, para lo cual tendrá «orejas y corazón bien abiertos».
Al finalizar su discurso, el intendente manifestó sus expectativas en poder cumplir con los objetivos planteados porque «tenemos historia», pero subrayó la importancia de que los recursos que llegan a los gobiernos departamentales se mantengan porque «es dinero que le llega a nuestra gente». Luego de estas palabras, se dirigió al presidente Lacalle Pou y expreso: «Es bueno que a Uruguay le vaya bien. Si al país le va bien, a Canelones le va bien». En esta línea, También celebró el encuentro que mantuvo Lacalle Pou con el mandatario argentino, Alberto Fernández, porque «si a Argentina le va bien, a Uruguay le puede ir un poco mejor».
«Cuidemos lo acumulado, cuidemos lo que tenemos. Porque de ello depende , en este mundo tan impredecible, el futuro de nuestros hijos. No tenemos derecho a fallarles», concluyó el intendente.