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Sociedad

ELBIA PEREIRA | SECRETARIA GENERAL DEL Pit-Cnt

Pereira es ella

En una sociedad que sigue siendo una jungla machista, una maestra tendrá un rol clave en la conducción del movimiento sindical. La nueva secretaria general del Pit-Cnt ya comenzó a dar señales de su impronta en un cargo estratégico para tender puentes y dialogar con los feminismos, la cultura, la academia y los más diversos ámbitos del país.

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Producción: Viviana Rumbo

La sala Héctor Rodríguez es luminosa, sobria, con los muebles justos y necesarios, con paredes levemente pintadas de blanco y que no gritan consignas, como sí lo hacen las ventanas, puertas y armarios de casi todas las oficinas linderas, que acumulan afiches, calcos y pañuelos que hablan de causas imprescindibles para el movimiento sindical, como «Verdad y justicia», «Nunca más terrorismo de Estado», «Ni una menos» y «Unidad, solidaridad y lucha». La oficina de la secretaria general del Pit-Cnt es la que utilizó Marcelo Abdala cuando ocupó el mismo cargo hasta que fue elegido Presidente en el XIV Congreso. El escritorio de un metalúrgico no difiere demasiado del que ahora utiliza una maestra. Es tan igual que es el mismo. Y tal vez allí, en ese pequeño e ínfimo detalle se pueda leer algo de lo que asombra al mundo. El movimiento sindical uruguayo tiene una riqueza -casi incomprensible para algunos- de miradas y pertenencias que provienen de los más diversos ámbitos y espacios del mundo laboral público y privado, como la construcción, la seguridad, la docencia, la salud, el deporte, la cultura, el comercio, las telecomunicaciones, la energía, los cuidados, el trabajo doméstico, rural, bancario, sexual, las cadenas alimenticias, los puertos, aeropuertos y tantos más. Esa paleta cromática de colores y matices es el Pit-Cnt que en su reciente congreso definió las grandes líneas estratégicas y las nuevas autoridades.

 

Sos la primera mujer que ocupa el cargo de secretaria general. ¿Qué representa eso en tu vida?

Es un enorme desafío. Es un lugar de mucha responsabilidad y si bien eso es algo que hemos tenido que asumir en otros roles, obviamente las dinámicas son distintas. Más allá que las responsabilidades son distintas, la perspectiva también es diferente en relación a la secretaría general de la Federación Uruguaya de Magisterio. Allí fueron muchos años de trabajo sindical con maestras, maestros y funcionarios y también significó un desafío. Logramos construir equipos que son los que hoy sostienen la Federación y que permiten –al menos por ahora- que lleva adelante esta doble responsabilidad. Para mí ser la secretaria general del Pit-Cnt implica un desafío que tendré que ir aprendiendo y construyendo día a día. Creo que lo principal de este lugar es tener la capacidad de poder articular las distintas responsabilidades de quienes están al frente de las secretarías y por supuesto, con otros ámbitos de la sociedad.

 

Los apellidos no difieren. ¿Eso es más que un guiño del destino?

Yo siempre escuchaba decir a Marcelo (Abdala) que con Fernando (Pereira) actuaban «de taquito». Ya le adelanté que con esta Pereira no va a poder actuar «de taquito» hasta que no nos adaptemos al otro y nos conozcamos más pensando en todo lo que tenemos que enfrentar por delante. Pero no me cabe duda que vamos a trabajar muy bien y lo digo porque estoy convencida que así será y no para quedar bien.

 

Hay editorialistas y columnistas que insisten en hablar de la «inevitable radicalización» del Pit-Cnt ahora que tiene a un comunista como presidente. ¿Cómo lo ves vos?

Yo no veo que necesariamente vayamos a funcionar con un mayor nivel de conflictividad. Y si me equivoco, la historia lo dirá. Obviamente que es un compañero que sí pertenece al Partido Comunista, pero acá en su actividad sindical, tiene su propia impronta que es suya, que lo identifica, que es muy distinta a la de Fernando Pereira y seguramente a la mía también, como a la de otros compañeros. Pero eso no necesariamente quiere decir que el movimiento sindical se vaya a volcar a poner barreras o frenos en cada instancia del país porque sencillamente, esa no es su identidad. Y eso vale remarcarlo, es bastante notorio. La identidad característica del movimiento sindical ha sido de diálogo, de propuesta, ha promovido la búsqueda y el encuentro de soluciones. Por supuesto que acompañando los procesos con la gente en la calle y con un movimiento de lucha. Y me parece oportuno mencionar que el término «lucha» a veces es mal entendido o en realidad pretenden desvirtuarlo. Hablamos de luchar por conquistar lo que sea mejor para los trabajadores.

 

¿Cómo han sido los primeros días de esta nueva conducción del movimiento sindical para las mujeres dirigentes?

Hay un buen clima y eso es bueno. En la sociedad hay una enorme diversidad pero aquí estamos en un espacio que es claramente muy masculino. Y creo que cada día nos incorporemos más mujeres no quiere decir que esto se llene de sensiblería, porque a veces al género femenino se lo pretende colocar en un lugar preestablecido y parecería que están esperando que pintemos todo con determinados colores.

 

Es la caricatura, que en realidad es un micromachismo.

Tal cual. Claro que somos distintos, pero si en la vida convivimos hombres y mujeres, ¿por qué no podríamos convivir desde estos lugares? En el sindicato del que soy secretaria general (FUM-TEP) hay una inmensa mayoría mujeres. Allí lo extraño, lo distinto, son los hombres. Y sin embargo, antes quienes conducían el sindicato eran hombres. Y en eso nosotras también tuvimos nuestra responsabilidad. Después las cosas fueron cambiando, todos fuimos madurando y actualmente, 13 de los 15 integrantes de la dirección somos mujeres. Parece claro que no tiene que ser una relación matemática pero sí tiene que haber cierta concordancia y es más lógico como está integrada la dirección en la actualidad. Aquí en la central, predominan los hombres. Incluso en la Mesa Representativa saliente, por más esfuerzos que se hicieron, también las mujeres fuimos minoría.

 

Desde el gobierno se cuestiona con dureza que la campaña por el Sí a la derogación de los 135 artículos de la LUC hable de privatización de la enseñanza. ¿Se privatiza? ¿Se generan las condiciones? ¿Se debilita la educación pública?¿La discusión es semántica o de fondo?

Primero y antes que nada: yo creo que la LUC en su globalidad es una ley mala. Por su enorme contenido pero también por la forma en que fue impuesta a toda la sociedad uruguaya. Y subrayo, es mala por dentro, por sus contenidos y por fuera por la mala forma en la que fue impuesta. El capítulo de la educación es uno de los que realmente barre con la historia de la educación pública uruguaya. Y sostengo esto porque con la LUC hay un antes y un después en materia de educación pública, que todavía -tal vez- no es tan visible para la sociedad, posiblemente porque hemos estado transitando una pandemia. Y eso lógicamente dejó opacadas algunos asuntos. El hecho que deje de existir un Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) y que eso que conocemos hace muchísimos años pase a estar concentrado en una sola dirección general, es algo que todavía no se ve. Aún no se ha hecho tan público. Pero hay otro elemento que también es clave y es el ataque hacia las y los docentes en general, pero con particular ferocidad hacia los sindicalizados. Y si bien eso no ha sido tan evidente en Primaria, sí lo ha sido en Secundaria.

 

¿Alcanza eso para explicar la privatización?

Lo de la privatización es otra cosa. Lo que incluye la LUC con respecto a la privatización no lo busquemos a texto expreso. No busquemos la palabra privatización porque no va a estar incluida. Claramente que no. Pero primero hablemos de formas. Si hoy, a más de un año de vigencia de la LUC, el gobierno tiene la  necesidad de salir a explicarla, para defenderla, es porque realmente teníamos razón. La gente no conocía la ley. Durante la campaña de recolección de firmas el gobierno mantuvo profundo silencio. Estaba confiado que tenía respaldo y espalda. Ahora se da cuenta que no era así y por la vía de los hechos, admite que la ciudadanía no conoce la LUC. Decían que era una ley popular. Y ahora por la vía de los hechos reconocen que la gente no la conocía. Se les cayó el argumento.

Pero, además, creo que subestiman la capacidad de entendimiento y razonamiento de la gente. Porque se basan en frases de nuestros sindicatos cuando denunciamos las consecuencias de la LUC. Pero de ahí a sostener que la LUC podrían incluir literalmente y a texto expreso el término «privatización» eso es subestimar la capacidad de análisis e inteligencia de la gente. Pero la ciudadanía sabe leer mejor de lo que ellos creen. Si antes había un Sistema Nacional de Educación Pública y ahora en la LUC el término «Pública» no está más, ¿de qué me estás hablando? El gobierno no dice literalmente que va a privatizar, pero habla de un consejo de coordinación que hasta ahora no fue convocado ni una sola vez. Pero antes ya existía. En la LUC hay un artículo que habla de la extensión del tiempo pedagógico y en cuanto a la educación integral en materia de arte, música o pintura, por ejemplo, que si bien se continuará con dicha extensión se abrirán espacios complementarios a organizaciones de la sociedad civil, a toda la oferta del mercado. Entonces, el gobierno no necesita decir literalmente que va a privatizar. Pero dice lo que dice. Y es esos espacios de la educación pública se abrirán hacia otros espacios. Y el Estado, que debería ser el garante de esa educación integral, se está corriendo de su lugar.

 

¿El movimiento sindical no debería hilar un poco más fino a la hora de plantear esos temas cuando la campaña oficial de comunicación en defensa de la LUC es tan potente?

Estoy de acuerdo totalmente, por supuesto que deberíamos hilar más fino. El tema educativo no es de fácil entendimiento, no es fácil comunicarlo para quién no está adentro. Estamos hablando que la educación ha sido terriblemente impactada. La ANEP tiene 60.000 funcionarios, es la estructura del Estado con mayor cantidad de funcionarios y es pública. Y sinceramente, creo que el carácter de público es lo que la ciudadanía toda debería cuidar.

 

¿Cómo hay que leer el resultado de las elecciones de los consejeros del Codicen y el respaldo que obtuvieron las listas sindicales, incluso en este escenario hostil hacia los sindicatos?

Para contextualizar y que todos entiendan la verdadera dimensión de ese logro sindical hay que recordar que una de las listas que perdió es la del actual presidente del Codicen. Eso dice algo bastante contundente. Además, hay que recordar que no solamente votaron las y los sindicalizados y obtuvimos más del 72% de los votos hacia el lema sindical. Claro que es una señal, un mensaje que hay que escucharlo. Y lo están escuchando o prestando atención. Porque después de esos resultados, la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU) tuvo una reunión con el Codicen y allí se respiró un aire distinto al que veníamos encontrando. Y eso es bueno porque es necesario que se reconozca a las organizaciones sindicales como representantes de todos los docentes y funcionarios de la ANEP. De todos modos, no puedo no mencionar que es muy injusto lo que están haciendo con Fenapes. Es muy injusto lo están haciendo con los profesores de San José. Es una clara persecución. Y debemos mencionar que un mes atrás se conoció una resolución que nos autorizaba a ingresar a los locales escolares en el marco de la elección de consejeros. ¿Alguien puede pensar que no íbamos a llevar un cartelito con el lema de nuestra lista que decía en defensa de la educación pública? ¿Esto no era proselitismo y lo otro sí? ¿Dónde está la vara que mide la ecuanimidad frente a casi los mismos hechos? Fotos adentro de los institutos tengo cientos y miles. Pero ahora sí se habilitó porque había otros intereses para permitir ese ingreso. Es que ellos también querían ingresar. Se abrió para todos. Y eso claramente también vincula a la persecución que se hizo anteriormente.

 

El gobierno presentó como un logro de su gestión haber ahorrado casi 600 millones de dólares durante la pandemia, en plena emergencia sanitaria, alimentaria, económica y social. Los sindicatos del Mides (Sutiga y Utmides) denunciaron el cierre de diez programas que atendían a las personas en mayor situación de vulnerabilidad. ¿Cuál es la visión del Pit-Cnt sobre estos temas?

Esto es la visualización de un modelo que nosotros no compartimos. Claramente, el modelo del legítimo gobierno actual de nuestro país tiene una visión de las políticas sociales totalmente opuesta a la nuestra, a la que tenemos como trabajadores, como clase, como Pit-Cnt.  Es el modelo neoliberal más puro y duro el que gobierna y esto de los recortes no nos debería llamar a sorpresa a nadie. Sí a dolor, porque duele y mucho que suceda eso. Cuando recién asumieron comenzaron con el discurso de las auditorías. Y la sospecha de casi todo. Uno de los mojones de ese discurso fue el Mides. Alegaron que querían manejar mejor los recursos. Pero lo que quedó demostrado es que su visión de las políticas de desarrollo social son absolutamente distintas a la nuestra. La solidaridad ocupa un lugar totalmente distinto en su modelo y en el nuestro. ¿Cuándo van a priorizar las necesidades y urgencias de los sectores más vulnerables? Nunca estuvo en su idea. Ellos no tienen esa forma, ni ese modelo, no lo tienen. Ellos piensan diferente sobre qué hacer con las necesidades de las personas en situación más vulnerable y eso es lamentable. Por ello, no solamente nos solidarizamos con los sindicatos del Mides, con las y los trabajadores, sino con todas las personas afectadas. Es terrible lo que está sucediendo. Recuerdo el discurso y todo lo que se dijo de la auditoría de los pañales vencidos. Todo lo que se habló del vencimiento de pañales descartables. Fue ridículo, pero sucedió. Esas cosas que surgieron de las auditorías, a la luz de los hechos, fueron la pantalla para justificar el cierre paulatino y persistente de distintos programas. Es evidente que es una forma de entender las prioridades. Que en su caso, son totalmente distintas a las de las grandes mayorías. El ajuste lo colocaron en la Ley de Presupuesto y fueron selectivos de dónde recaudar. El ajuste -llamado ahorro- lo pagamos nosotros, las y los trabajadores, lo pagamos con nuestros bolsillos y lo paga la gente más vulnerable.

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