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Política

Opinión

Casmu: el peligro de la mentira sin precedentes

Por Raúl Rodríguez, presidente del Casmu.

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En los últimos días he asistido con perplejidad a la presencia permanente de un miembro del Consejo Directivo en los medios de comunicación, a través de los cuales pide de manera insistente, y a título personal, reuniones con las autoridades públicas y sindicales. En el estatuto de Casmu vigente queda claro que el cuerpo electoral de la institución elige cada 3 años sus autoridades: la Comisión Fiscal para controlar a la Comisión Directiva, y a la Comisión Directiva, para regir los destinos de la misma. En marzo se reúne la Asamblea General en forma Ordinaria para tratar la memoria y el balance.

Como es de usanza en toda institución, los miembros del Consejo Directivo de Casmu realizamos al asumir una declaración de nuestros bienes, que entregamos en sobre cerrado y que queda en custodia del notario de la Institución. A su vez, por ser una empresa privada, se firma un convenio de confidencialidad para proteger a la institución. Por primera vez en la historia de Casmu este señor consejero se negó, desde el primer día, a firmar ese convenio.

Asimismo, se registran las firmas de todos los miembros del Consejo Directivo ante los bancos y entes públicos para poder firmar cheques, hacer transferencias, así como para realizar gestionar por la empresa ante organismos públicos o privados. Los cheques y transferencias como medio de control los firman o los firmaban en los periodos anteriores un miembro de la mayoría y uno de la minoría, de manera de poder ejercer el control de los gastos y de que la minoría pudiera ver de primera mano qué se está pagando y en qué plazos. También desde el primer día, y en un hecho que no reconoce antecedentes, este señor consejero se negó a registrar su firma ante los bancos y los diferentes organismos, con la gravedad que ello implica para la Institución

El estatuto vigente de Casmu Ia mpp dispone que la representación de la empresa para todos los fines está en manos del presidente y secretario general, actuando conjuntamente. Nadie por fuera de ellos puede abrogarse representatividad como para pedir entrevista a cualquier autoridad de gobierno a nombre de Casmu y realizar declaraciones públicas, puesto que al hacerlo estaría violando el estatuto y el funcionamiento propio de la Institución. Ningún consejero puede abstraerse a ello y actuar de manera individual.

Este señor consejero ha afirmado además en los medios, en forma temeraria que Casmu es “igual a Casa de Galicia” y que por lo tanto deberíamos ser intervenidos. Como todas sabemos, este hecho generaría daños irreparables sobre nuestros médicos, funcionarios y usuarios.

Dicho señor consejero asegura, victimizándose, que no recibe información, pero al mismo tiempo afirma que somos Casa de Galicia. Es una clara contradicción y una mentira.

Pese a no haber firmado la confidencialidad correspondiente, a este señor consejero se le ha presentado toda la información económica, administrativa y asistencial solicitada.

En claro incumplimiento de su función de consejero se niega desde el primer día que asumió a firmar los cheques, las transferencias y demás documentos obligacionales, omitiendo intencionalmente ejercer su obligatorio control y escapando irresponsablemente a su responsabilidad de consejero de mantener la empresa en marcha.

¿Qué busca este señor consejero? ¿Por qué alguien que debería defender a Casmu impulsa una intervención de la institución?Dice que hay sueldos descomunales, y sin embargo el mayor sueldo de Casmu es precisamente el de este señor consejero (superando a cirujanos, gerentes, anestesistas y cualquier otra especialidad).

¿Por qué no dice este señor consejero que el balance de Casmu, la institución a la que debería defender, ha sido positivo en 2023 y por tercer año consecutivo? ¿Por qué tanto empeño porque se intervenga Casmu, y no alguna de siete instituciones que presentan balances negativos?

¿Hay algún directivo de esas instituciones con balance negativo que ataque a la entidad donde trabaja?

Las instituciones médicas de Montevideo perdieron 11 ml socios Fonasa, la mayoría a manos de ASSE. De ese número, una mutualista chica perdió 5.068 afiliados. ¿Alguno de sus directivos salió a pedir la intervención? ¿Y entonces? ¿Cómo se entiende que un señor consejero de Casmu, que debería defender a la institución que integra y celebrar tres años de balances positivos, recorra los medios pidiendo la intervención de Casmu? ¿Qué hay detrás de este repentino e insistente pedido de que Casmu sea intervenido? ¿Quién o quiénes están detrás?

¿Qué lleva a este señor consejero a pedir, en democracia, que se intervenga al Casmu, cuando la institución sólo fue intervenida durante los años oscuros de la dictadura militar?

Casmu es de sus socios. De los médicos. De los funcionarios.

Y quienes hemos sido elegidos para llevar adelante la institución y ponerla de pie, no vamos a permitir que nada ni nadie ponga en riesgo todo lo conseguido con el trabajo de todos.

Los logros están a la vista. Se ha invertido en mejorar la calidad de atención como nunca antes. Se pagan los sueldos al día. Casmu es referencia local e internacional en diversas disciplinas.

Invitamos a todos a defender a la institución de quienes, por causas que desconocemos, buscan poner en juego la estabilidad que con tanto esfuerzo se ha logrado.

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