Para Cardarello, el estilo de Orsi, que la oposición critica tildándolo de “improductivo” porque no hace muchos anuncios ni presenta nuevas medidas, es parte de una estrategia de conducción que prefiere la prudencia y la negociación para ir abriéndose camino.
“El hecho de que se llegara a un acuerdo bastante rápido sobre la participación de la oposición en los organismos de contralor y empresas públicas es un claro ejemplo que lo demuestra”, agregó.
Reconoció que hubo algunos encontronazos sobre determinados números que se recibieron de la gestión anterior, “pero esto pasa en todos los cambios de gobierno, como por ejemplo lo de Ancap donde la oposición, en este caso el Partido Nacional, salió a hacer una defensa de cómo se gestionó el ente”.
El caso Cairo
El politólogo hizo hincapié en la forma en que se manejó la rápida salida de la ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, luego de varias conversaciones del mandatario con integrantes de la cúpula del gobierno.
Este caso, que desató una inesperada polémica en los primeros días, demostró que Orsi “es alguien a quien le gusta escuchar y dialogar para después recién tomar decisiones”, opinó.
“Tampoco hubo ataques tan furibundos por parte de la oposición. La cosa venía bastante tranquila hasta la semana de turismo cuando salió a la luz el tema de la ministra Cairo y ahora lo del director de la OPP Rodrigo Arim”, señaló y recordó que el propio sistema político reaccionó de manera diferente en uno y otro caso.
“En cuanto a Arim, hay discrepancias incluso dentro de algunos partidos de la coalición, como por ejemplo el Partido Colorado, donde por un lado están los que dicen que hay que exigir su salida, y por el otro, los que creen que no da para tanto. Pienso que finalmente va a primar esta postura y no habrá consecuencias porque la posición del gobierno también ha sido la de distinguir entre ambos casos”, añadió.
En la visión del especialista, la polémica planteada con la exministra de Vivienda dejó en evidencia cierta ingenuidad del Frente Amplio.
“De quien vino esto es de un periodista que terminó muy enemistado con Orsi y era esperable que por el tipo de periodismo que hace y la relación que tiene con el actual mandatario, se ahondara en este tipo de cuestiones. Lo que llama la atención es que el gobierno no estuviera alerta a que esto iba a pasar. No por casualidad el mismo periodista ya lo había hecho con Andrade hace un par de años”.
“Era algo que sabías que lo iban a mirar con lupa. Quizás aquí se pecó de cierta ingenuidad al no pensar que esto podía pasar. Ahora hay que ver si lo que sucedió les sirve para estar más atentos. También sería dable que el sistema político creara cierta normativa para que quienes van a ejercer altos cargos en la función pública tengan en orden sus cuestiones personales”, indicó.
Poco a poco y sin apuros
El profesor universitario consideró que la cautela que el gobierno ha mostrado hasta ahora también tiene que ver con una situación parlamentaria, que es novedosa para el Frente Amplio al no contar con mayorías absolutas.
“En sus anteriores gobiernos el FA siempre contó con mayorías parlamentarias propias y ahora sabe que le falta. Por este motivo, Orsi se maneja con una mayor cautela tratando de que cuando va a hacer una propuesta ya tenga acordados los votos con algunos de los partidos de la oposición”, observó.
En cuanto a los tiempos del gobierno, consideró que el presidente elige ir paso a paso y sin apuro marcando una clara diferencia con lo que fue el inicio de gestión de Luis Lacalle Pou.
“Lacalle Pou llegó con otro apuro por razones lógicas ya que no tenía certeza de cuánto podía durar la coalición, por eso anunció la LUC antes de ganar el balotaje. Tenía celeridad por aprobar un paquete de leyes, más allá de la pandemia, porque en ese momento no se sabía bien cuánto podía durar el compromiso de los partidos que lo acompañaban”,
“Orsi, en cambio, no tiene la urgencia que tuvo el gobierno anterior. El FA es un partido disciplinado para votar en la Legislatura y aunque le falten dos votos sabe que puede negociarlos con otros sectores. Por ese motivo el presidente impone su cautela y prefiere no hacer anuncios sin lograr acuerdos previos”, expresó.
Evitar la decepción
Antonio Cardarello comparó el método de hacer anuncios del gobierno anterior con el del actual mandatario y marcó claras diferencias.
“Me parece que el estilo de Orsi es el de dialogar las cosas antes de salir a hacer anuncios porque, a veces, anunciar políticas o actividades no es bueno, como lo demuestran las críticas que se hicieron al anterior gobierno por adelantar, por ejemplo, que iba a haber un acuerdo de libre comercio con China y después todo quedó en la nada. Eso genera decepción, por eso Orsi prefiere hablar cuando tiene las acciones más seguras”.
Por último, el politólogo destacó otra diferencia entre el gobierno anterior y el actual y se refirió al rol que cumplirá el ministro de Economía.
“Me parece que el rol de Gabriel Oddone es muy importante en este gobierno. Si bien en todos los gobiernos el ministro de Economía lo tienen, en el caso de Oddone es evidente que tiene un perfil político más alto que el que tenía Azucena Arbeleche y eso será relevante para la gestión. Orsi lo sabe y esperará que el trabajo de su ministro le permita saber bien con qué recursos cuenta para recién entonces hacer las previsiones sobre cómo se implementarán las políticas públicas. Hasta entonces, el gobierno no va a hacer grandes anuncios”, concluyó.