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Política victoria | coalición | Frente Amplio

Barbas en remojo

Elecciones departamentales: aprender a perder

Al analizar los números primarios de las recientes elecciones departamentales, algo salta a la vista: la victoria nacionalista en la mayoría de los departamentos fue aplastante.

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Caras y Caretas Diario

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Las elecciones departamentales del pasado domingo dejaron como resultado una aplastante victoria del Partido Nacional por sobre el Frente Amplio en la mayoría de los departamentos. Además, salvo en tres de ellos, la presencia colorada pasó a ser casi testimonial.

Solo dos departamentos cambiaron de color. En Salto la Coalición Republicana desplazó al Frente Amplio y en Río Negro esta fuerza política le arrebató el gobierno al Partido Nacional.

A la hora de redactar este informe aún no se sabía cuál era el partido ganador en Lavalleja, aunque varias fuentes de ese departamento (blancas y frentistas) daban por descontado que el próximo intendente será frentista. Un cambio significativo en un lugar gobernado por el Partido Nacional ininterrumpidamente desde 1990.

En todos los otros departamentos la situación permaneció igual que hasta hoy, incluido Rivera, con algunos cambios en pequeños municipios. Pero, al ver los números del escrutinio primario, algo salta a la vista: la victoria nacionalista en la mayoría de los departamentos fue aplastante.

Los datos del escrutinio primario de las elecciones departamentales

Artigas: PN: 28.463 / FA: 14.483 / Cabildo Abierto: 4.719 / PC: 3.216

Paysandú: PN: 47.231 / FA: 25.496 / PC: 2.603 / Cabildo Abierto: 172

Soriano: PN: 28.216 / FA: 19.497 / PC: 6.729 / Cabildo Abierto: 543

Colonia: PN: 49.450 / FA: 27.414 / PC: 2.593

Tacuarembó: PN: 43.484 / FA: 14.150 / PC: 4.860

Durazno: PN: 24.268 / FA: 14.660 / PC: 2.934 / Cabildo Abierto: 241

Flores: PN: 14.293 / FA: 3.361 / PC: 1.159 / Cabildo Abierto: 186

Florida: PN: 25.208 / FA: 18.424 / PC: 3.177

San José: PN: 38.180 / FA: 26.690 / PC: 1.900

Cerro Largo: PN: 54.148 / FA: 6.263 / PC: 737

Treinta y Tres: PN: 25.783 / FA: 6.807 / PC: 948

Rocha: PN: 28.911 / FA: 19.539 / PC: 915

Maldonado: PN: 78.661 / FA: 32.228 / PC: 4.748

Rivera: PC: 42.247 / PN: 15.979 / FA: 10.100

Salto: Coalición Republicana: 50.070 / FA: 36.546

Río Negro: FA: 17.752 / PN: 11.752 / PC: 6.366 / CA: 406

Canelones: FA: 175.688 / Coalición Republicana: 127.450

Montevideo: FA: 423.362 / Coalición Republicana: 345.907

No están contabilizados los votos observados y no se incluyen los resultados en Lavalleja.

En Canelones 42.002 ciudadanos decidieron votar en blanco o anulado, lo que representa aproximadamente un 11 % del total. En tanto, en Montevideo fueron 67.641 los que no optaron por alguna de las dos opciones, más o menos un 8 % del total. En el resto del país se mantuvo la media del 4 %. Este resultado podría indicar que muchos frenteamplistas están disconformes con la gestión, pero no tanto como para cruzar a la vereda de enfrente.

Funcionó mejor la coalición de hecho que la CORE

Blancos, colorados, cabildantes e independientes habían decidido hace mucho tiempo presentarse en formato coalición con la pretensión de arrebatarle al Frente Amplio las intendencias de Montevideo, Canelones y Salto. En otros departamentos no hubo acuerdo porque el Partido Nacional, seguro de triunfar por sí solo, no quiso crear la coalición formalmente.

Pero los resultados obtenidos no fueron tan importantes como se han empeñado en reiterar los últimos días. En Salto no está claro si ganaron o el FA hizo todo para perder. En Montevideo y Canelones recibieron una paliza. Básicamente porque los aliados de los blancos presentaron malos candidatos que no lograron incrementar los votos. Pero si hubieran creado la CORE en Río Negro y Lavalleja, hoy estarían festejando.

En cambio, por la vía de los hechos igual hubo coalición en todos los otros departamentos. A los blancos, sumar votos de otros partidos les permitió triunfos avasallantes, pero para los colorados resultó en desastre. En Cerro Largo solo los votos anulados son más que los votos colorados y, si se suman los en blanco, los triplican. Igual que en Rocha. En Maldonado los colorados perdieron 20.000 votos del total obtenido en octubre. En Canelones los votos en blanco y anulados sumados son más que los votos colorados. Igual que en Montevideo, donde casi los doblan. En muchos departamentos no tendrán ediles, ni alcaldes, ni municipios.

“Catástrofa”, como dijo en 1992 el entonces DT de Peñarol, Ljubomir Petrovic al ver cómo estaba la cancha del estadio de Progreso.

¿Cuál será el costo para los nuevos gobiernos? Pues, como ya ha ocurrido, a muchos dirigentes se les pagará con cargos de confianza. Pero si el Senado aprueba la ley que regula los ingresos, no les será fácil cumplir con los votantes comunes.

Entonces, a futuro inmediato, habrá que ver cómo se procesan las heridas internas que dejó esta elección. Por lo pronto, hoy la presencia del Partido Colorado en todo el país, salvo en Rivera, es casi testimonial.

El Frente Amplio recibió una paliza en el interior

El resultado de esta elección le propone a la fuerza de izquierda repensar toda su estrategia para tener alguna chance en las próximas elecciones. Porque si hay CORE en todo el país, el FA podría quedarse sin nada.

No se explica por qué en Maldonado el Partido Nacional logró retener todos sus votos de octubre y el FA perdió casi 15.000. O tal vez si se explica en que ya no hay tanta fidelidad partidaria y muchos ciudadanos querían a Yamandú Orsi en la presidencia pero preferían a Miguel Abella como intendente. En Cerro Largo hubo frentistas que recomendaban votar a Morel para que no ganara Yurramendi. En Lavalleja muchos colorados, y hasta algunos blancos, votaron al candidato del FA porque no querían que ganara ninguno de los dos candidatos blancos.

La vecindad, la cercanía, el conocimiento de los candidatos tiene un papel primordial a la hora de elegir. Esta situación, que los montevideanos no entienden, se relaciona con formas de hacer política en el interior. Por muy obvias razones, quien ocupa el cargo de intendente en la capital del país es casi inaccesible para la mayoría absoluta de los ciudadanos. Y no tiene que ver con su voluntad sino con el tamaño de la ciudad. En cualquier localidad del interior, no solo en la capital departamental, el ciudadano accede muy fácilmente al intendente de turno. Lo cruza en la plaza, en el centro, en el super, en la panadería, en un espectáculo. Todos se conocen. Y, si no, siempre en cada lugar hay una persona con acceso al gobernante. Que a razón de conseguir cosas o solucionar reclamos, va adquiriendo la categoría de “importante”. Y eso lleva votos.

Nada ilegal. Solo parte de una cultura de buena vecindad.

En Punta del Este, la joya de la corona, eligieron como alcalde al blanco Javier Carballal, un carnicero de barrio, querido y respetado por su comunidad, lo que todos calificarían como “un buen tipo” y rechazaron a un poderoso empresario también blanco que gastó millones en su campaña.

Ocurre que el Frente Amplio no pudo enfrentar esa situación porque, entre otras cosas, con el cambio de época ha perdido líderes de trascendencia. Hoy existen en todo el país muchas organizaciones sociales, con muchos militantes y variados intereses. Pero esas fortalezas no se suman.

Progresivamente el FA ha ido adquiriendo usos y costumbres de los otros partidos. Multiplicidad de listas, enorme cantidad de candidatos... No se justifican porque no hay tantas diferencias. Pero ahí hay otros intereses.

Lamentablemente mucha gente asume que la política es la mejor forma de cambiar su vida, no la de los otros. Los ediles tienen sueldo, inconstitucional, pero lo tienen. Los alcaldes reciben un buen salario que seguro muchos no ganarían haciendo 8 horas y encima por algo que les gusta. Entonces cualquier fulano se arma un grupito, con tres o cuatro personas alcanza, saca una lista y para eso necesita, ponele, otras 60 personas, y así va sumando votos. No hay proyecto, no hay ideas, si acaso solo promesas.

73 listas presentó el FA en Maldonado. Sí, 73. En serio, ¿alguien cree que eso construye una democracia sana?

En todos los partidos, y el FA no escapa a eso, se constatan pequeñas “miserias internas” para evitar que un candidato sea electo o crezca. Por ejemplo, es indudable que los votos de Darío Pérez eran muy importantes para el FA, no así para los blancos, donde ni pincha ni corta. Pero la ruptura se fue construyendo en el tiempo sin que nadie hiciera nada para evitarla. Él tampoco.

En la izquierda, pasar de leal a traidor es tan sencillo como bajar la vereda. Elaborar una estrategia política debería pasar por otras cosas. Está visto que denunciar a corruptos no le cambia el voto a casi nadie.

Pero ¿y si el asunto fuera que la gestión le sirve a la gente? Por ejemplo, las ciudades del interior, incluyo a Canelones, lucen limpias. Algo que Montevideo no puede lograr. Claro, para bailar se necesitan dos. Vuelvo a Maldonado y un ejemplo reciente. El intendente electo, Miguel Abella, en dos días mostró una actitud absolutamente diferente a la de Enrique Antía. Ante el fallecimiento de José Mujica, se comunicó con el presidente Orsi para expresarle sus condolencias y lo mismo hizo con los dirigentes del FA locales. Pero además, en su primera reunión de transición solicitó apoyo de las autoridades de su partido para ampliar la sede del Centro Universitario Regional del Este (CURE), una verdadera joya departamental construida por el exintendente Óscar de los Santos (FA), algo que le ha cambiado la vida a miles de jóvenes.

A lo mejor habría que probar colaborar en lugar de cuestionar. Más cerca se controla mejor. Claro que con el exintendente Antía eso era imposible, pero Abella abrió una rendija.

Como sea, si quiere dejar de perder, el FA debe analizar los nuevos escenarios hacia afuera y hacia adentro también.

El país camina a consolidar dos bloques políticos. Pero, además, como está ocurriendo en todo el mundo, la ultraderecha y el fascismo crecen a pasos acelerados. ¿Cuánto demorarán en llegar acá? Bueno, el pastor Márquez y sus patéticos aliados están intentando que sea pronto.

Esto lo cambiará todo a futuro. Entonces tal vez un día no muy lejano los vecinos, sin importar sus pertenencias partidarias, vuelvan a unirse para defenderse.

En esta semana tan particular vale recordar una cita de José Mujica: “Ganar, gana cualquiera, lo importante es saber perder”.

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