La interna del Partido Nacional no tiene pausa

A su regreso a Montevideo, arrancando la semana, participó en un nuevo capítulo de la novela rosa. Las cosas no andaban bien para los blancos y hacía falta darle dulzura a la vida. Acompañó a Lorena en la presentación de la 3ª edición del Programa Sembrando Inglés Comercial, a través del cual se otorgan becas para emprendedores de todo el país. Hubo beso a la llegada, abrazo, saludos, selfies, las cámaras que siguieron todo el evento, la subida inmediata a las redes de Presidencia y seguimos soñando.

El martes de tardecita, cuando el Partido Nacional vivía uno de los días más difíciles de transitar de los últimos tiempos, en razón de la denuncia pública contra el senador Penadés que lo involucra en un caso de pedofilia, el presidente de la República y parte de la barra blanca arrancaron a Santa Rosa. Fue a inaugurar 37 viviendas con el plan Mevir. Allí aprovechó, cortó cintas, entregó llaves, se sacó selfies, homenajeó a Tabaré Hackembruch, se abrazó con Yamandú Orsi e hizo lo que más le gusta: fue Luis. Cercano a la gente.

Programa 2025

El presente año 2023 es ineludiblemente distinto para el sistema político en su condición de preelectoral. A la coalición le está resultando difícil ponerse de acuerdo en lo que para este gobierno sería la madre de todas las reformas, que no es más ni menos que hincarle el diente al sistema de previsión social vigente y hacernos creer a todos los uruguayos que el costo de las pasividades es un gasto. La situación está difícil, el general y algunos colorados ya lograron patearla para adelante, para después de Semana Santa. La idea era otra. Veremos cómo sigue… habrá mucha tela para cortar.

El Partido Nacional tiene el desafío, además, de intentar retener el gobierno, cosa que nunca lograron cada vez que tuvieron el poder, salvo en los años del colegiado. Además tienen que cuidar que el ejercicio del gobierno no los absorba como advierten en charlas reservadas varios dirigentes.

Juana aprovechó la tarde del martes y se reencontró con un viejo amigo para ponerse al día e intercambiar figuritas sobre la realidad del Partido Nacional. Decidimos encontrarnos en Ciudad Vieja y tomar un cafecito en el Bacacay La Diaria.

Al ingresar, esta cronista no pudo menos que acordarse que conoció El Vasko, el viejo boliche frente al Solís, y después disfrutó años el Bacacay de Requina, como insistía la entrañable alemana que había que pronunciar su nombre. El nuevo bar con ese magnífico ventanal a la calle que es un verdadero palco avancé al Solís, tiene un estilo moderno, despojado, pero que invita a la tertulia, a la charla compartida entre amigos. Vamos a lo nuestro.

Mi informante me cuenta que el presidente del Honorable, Pablo Iturralde, está pensando en largo y tiene intenciones de proponer una juntada para que los blancos empiecen a discutir aspectos programáticos en profundidad, más allá de los debates coyunturales sobre acuerdos positivos y la desgastante preparación de la candidaturas que se vienen.

Me cuenta mi informante que la idea de Iturralde tiene que ver con la necesidad de “revisar la última declaración de principios” del partido, que data de 2002, cuando los nacionalistas eran conducidos por el expresidente Lacalle de Herrera.

El presidente del Directorio entiende que “en ese entonces discutíamos cosas que hoy están mucho más claras”. Estas palabras de Iturralde tienen que ver con que en esa declaración de principios, me recuerda mi informante, el Partido Nacional abogaba por nacionalismo igualitario y solidario, teniendo como norte la eliminación de las diferencias entre los individuos derivadas de los orígenes sociales y la condición económica.

Otro amigo muy memorioso me recordó, con razón, cuando hablamos de estos temas, que el liberalismo igualitario de John Rawls del que se hablaba en esa época era una idea moderna hace más de 20 años y hoy ya no lo es, idea con la que hizo punta en ese entonces el dirigente Juan Andrés Ramírez.

El ministro Javier García también coincide en la necesidad de elaborar el próximo programa del Partido Nacional. El partido tiene que convocar a pensar el siglo XXI, enfatizó en su discurso la noche que abrieron el maxikiosco con los intendentes Antía y Yurramendi y el senador Botana.

Hay dirigentes, además, me confía mi informante, que están pensando un día sí y otro también en la manera que la coalición afectó al partido. Hoy son conversaciones por lo bajo, pero más temprano que tarde serán temas de discusión. Ahora es tiempo de terminar lo poco que se pueda para cumplir con las promesas electorales, pasar raya y mirar de cara las internas. Las encuestas no ayudan y la barra está nerviosa.

Novedades en Artigas

Según pudo saber Juana al cierre de esta columna, el intendente Pablo Caram asistió el jueves de nochecita a la Junta Departamental para hablar de las irregularidades en el manejo de las horas extras vinculado a distintos funcionarios de la comuna. Caram y su barra no se anduvieron con chiquitas. Para cubrirse las espaldas anunciaron que denunciarán penalmente a la novia del primo del intendente, principal beneficiaria de la manga ancha a la hora de dar horas extras durante dos años. A su vez iniciaron sumario a la responsable de recursos humanos y de contaduría de la intendencia norteña. El informe al Directorio blanco todavía no llegó. Pensamos que esta novela continuará.

Kiosco montevideano

En la nochecita del miércoles último, el grupo que lidera la escribana Beatriz Argimón reunió a su tropa en el club de Pesca Ramírez de las canteras del Parque Rodó. Acompañados por distintas autoridades partidarias, los liderados por la escribana Argimón presentaron en sociedad Futuro Nacional en Montevideo. Juana, para Caras y Caretas, habló con la vicepresidenta y líder del sector, quien planteó la necesidad de encarar las actividades partidarias en Montevideo, en forma seria y responsable. Nos agregó que si bien las elecciones departamentales serán recién en 2025, hay que iniciar rápidamente el trabajo.

Coincide con la preocupación del senador Gandini de que la propuesta que se había armado con la contadora Raffo era una propuesta seria de largo aliento, que el partido había apostado a ella como figura central de esa movida montevideana, y nos agregó: “Tiene razón Jorge, hoy pensamos en Montevideo y nos preguntamos: ¿a quién ponemos?”.

Nos explicó además que hacer piso en Montevideo es pensar también en los jóvenes que la acompañan que trabajan en este departamento. Y me agregó: “La gente joven que me rodea, que me acompañaron en esta apuesta de Futuro Nacional, bien merece un protagonismo alternativo para Montevideo”. En su discurso Argimón, rodeada de jóvenes, manifestó: “Necesitamos cambiar Montevideo. Hace dos años que apostamos a un proyecto y todavía no tenemos noticias del Montevideo siglo XXI en el que pensamos. Este es un espacio de jóvenes que quiere respuestas”.

Juana fue hasta el Parque Rodó para presenciar la apertura del kiosco montevideano de Futuro Nacional en el club de pesca Ramírez, mirando al mar, lugar lindo si los hay, pasando la playa cuando la rambla pega la vueltita. Conversó para Caras y Caretas con el dirigente joven Wilson Ferreira Sfeir, quien nos manifestó la idea de conformar un espacio wilsonista y trabajar potenciando Montevideo. “Es necesario que nuestro querido Partido Nacional ensanche sus bases y tenga diferentes expresiones”, dijo en su discurso y agregó: “Deseamos crear un espacio de profundas raíces wilsonistas que sea un equilibrio entre el pasado y el futuro”.

Ferreira Sfeir, quien actuó de moderador en el encuentro, insiste en la necesidad de tender puentes, generar espacio de diálogo con las ideas básicas de quien fue su abuelo, el caudillo blanco Wilson Ferreira Aldunate, de cara al próximo gobierno de 2024. Insiste en la necesidad de rearmarse en Montevideo, buscar quien lidere la actividad departamental y construir Futuro Nacional como una opción joven de bases wilsonistas en el departamento de mayor número de votantes. Por último manifestó: “Queremos, con distintos sectores del partido, revitalizar las ideas de Wilson. Pensamos en una forma de concebir un modelo de país de carácter wilsonista, en eso estamos”.

La denuncia

Entre lunes y martes de esta semana, las redes primero, la opinión pública enseguida, los medios en general, se vieron conmocionados. Romina Celeste, la militante del Partido Nacional que hizo sus primeras armas en las elecciones de jóvenes del año pasado y retomó la notoriedad el día que estuvo Lula en la Intendencia de Montevideo, cuando terminó esposada y conducida por un patrullero, volvió al tapete.

Acusó al senador Gustavo Penadés del Partido Nacional de abuso sexual, cuando tenía 13 años. Según relató en el programa de televisión Hacemos lo que podemos, la joven había anunciado en las redes que un dirigente blanco había abusado de ella cuando era un menor de edad. Y que esa misma persona solía decir que ella no formaba parte del Partido Nacional, luego de que la condenaron por haber escupido a una funcionaria de la Intendencia de Montevideo.

Este martes, en el programa conducido por Richard Galeano, develó la incógnita y manifestó: “Es el senador Gustavo Penadés”. La conmoción fue grande, el dolor para muchos, enorme, y el impacto mediático fue inusual. Hace más de 48 horas que el senador Penadés es tendencia en las redes sociales. Romina Celeste también. El senador presentará denuncia por difamación, o eso había dicho, cuando convocó a los medios al Palacio Legislativo para el miércoles en la mañana.

Juana concurrió temprano y, como siempre, pensó que era en el Senado, en la sala que siempre se utiliza para las conferencias de prensa. Para su sorpresa, la Zelmar Michelini estaba vacía. Tuvo que desandar sus pasos y cruzar al edificio anexo. En la sala de prensa, pegado a la cantina de la cámara baja, se realizó la declaración.

Penadés no llegó solo. Estuvo acompañado desde su despacho en el edificio viejo por el ministro Luis Alberto Heber. Su familia, sus sobrinos y amigos. Legisladores, pocos. De la bancada blanca de senadores, Juana solo se cruzó con la senadora Rodríguez. Diputados, el presidente de la cámara, el canario Andújar, Juan Martín Rodríguez y el fernandino Rodrigo Blas. Nos cruzamos con el edil Nicolás Bottana y el director de Arquitectura del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Santiago Borsari.

Al irnos, compartimos el ascensor con la integrante del Honorable y de la comisión de género partidaria Graciela Guido, quien, para mi sorpresa, tuiteó en apoyo a Penadés olvidando que a los 13 años ningún menor se prostituye. A esa edad se trata de violación y es un delito imprescriptible. El miércoles de tarde el tuit había sido borrado.

Penadés, en su declaración a los medios, nos contó que se pone a disposición de la Justicia y que llegado el caso hará su denuncia por difamación e injurias a Romina Celeste. Además, y por primera vez, habló de su vida personal y orientación sexual.

Penadés sabe que no es dueño de sus fueros. Que no puede presentarse por sí y ante sí a la Justicia. Tiene mil debates en el Parlamento, le sobra experiencia y fue un “cumplir con las formas”.

El miércoles fue un día muy agitado en la Fiscalía. El Dr. Juan Gómez actuó de oficio en el caso que involucra al senador Penadés. Recolectó toda la información en un pendrive que circula en las redes y se lo mandó a la Comisión de Fiscales según el procedimiento vigente. En la tarde del miércoles se conoció que la Fiscalía designó a la Dra. Mariana Alfaro (exfiscal del caso Océano), titular de la Fiscalía de Delitos Sexuales de 6º turno para que vea si asume en la causa. Está ahora en sus manos la decisión.

Durante todo el día se conocieron opiniones a través de las redes. El único senador que habló fue Jorge Gandini. Se solidarizó en forma muy cautelosa y agregó “ahora debe actuar la Justicia”. La contadora Laura Raffo, figurita estrella del sector al que pertenece Penadés, actuó con similar cautela y aprovechando la diligencia del Ministerio Público y Fiscal expresó: “Ahora está todo en manos de la Justicia, hay que esperar”.

El ministro Heber, en una improvisada conferencia de prensa, no se privó de nada. Apoyó tanto a su compañero que se olvidó de que él es la cabeza del órgano (Ministerio del Interior) auxiliar de la Justicia a la hora de investigar. Raro, ¿no?

Juana salió con un sabor amargo del Palacio. Esto no le gusta a nadie. A Juana tampoco.

Lo primero que me vino a la cabeza fue el título de una película que vi por los años 90, De esto no se habla, dirigida por María Luisa Bemberg, basada en un cuento de Julio Llinás y filmada en gran parte en Colonia del Sacramento. Trata de los silencios y los padecimientos de su protagonista durante toda su vida.

Cuando caminaba por Libertador hacia la redacción, pensaba: “Por suerte de esto ahora sí se habla”.

No sabemos cómo va a terminar, pero algo tiene que quedarnos claro a todos: cuando se trata de un menor, siempre es un delito y siempre es no.

Textos: Juana de la Barra