El gobierno boliviano criticó con dureza la entrevista que el programa Santo y Seña realizó desde la clandestinidad al narcotraficante Sebastián Marset y la calificó de "apología del delito" y de "romantizar la delincuencia".
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"No ha sido una entrevista sino algo parecido a un homenaje a un narcotraficante en vida”, dijo en rueda de prensa el ministro boliviano de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, consultado sobre el programa del domingo.
"Pareció que están defendiendo el narcotráfico”, explicó el secretario de Estado y fue mucho más allá al decir que se trató de una “operación mediática de una persona que falta completamente a la verdad”.
El ministro boliviano lamentó que haya “personas que quieren normalizar el narcotráfico”.
“Los narcotraficantes son delincuentes, dañan nuestras sociedades y las ponen en riesgo porque fomentan la violencia, la muerte, la destrucción de nuestros ecosistemas y de los pueblos. Están afectando a niños, jóvenes y mujeres”, manifestó, e instó a no “romantizar la delincuencia”.
Durante la entrevista realizada en Santo y Seña, Marset dijo que Bolivia y Paraguay son países “corruptos” en los que no confía y aseguró que su familia “no tiene nada que ver” con sus negocios.