Karina Sosa, presidenta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), calificó el sistema de AFAPs como "totalmente nefasto", basándose en los resultados de su implementación desde 1996. Argumentó que es inhumano que existan más de 3.000 personas que cobren un promedio de $32 y casi 4.000 reciban $292.
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Entrevistada en el programa "Pasaron Cosas" de Caras y Caretas, explicó que estos montos constituyen una "humillación para los trabajadores" que durante años han contribuido a este sistema con la expectativa de recibir una jubilación digna.
El rol del BPS y la inequidad del sistema
Uno de los aspectos que Sosa resaltó fue el papel que el Banco de Previsión Social (BPS) desempeña en favor de las AFAPs. Explicó que, mientras las AFAPs se benefician de la transferencia de $1.500 millones anuales sin necesidad de realizar un trabajo adicional, el BPS se encarga de hacer todo el trabajo "le damos todo masticado y digerido".
Las AFAPs, por su parte, se limitan a invertir estos fondos y generar "riqueza para sí mismas, pero miseria para los trabajadores". Sosa cuestionó la justificación de que el sistema aún está "inmaduro", sosteniendo que, en 28 años, los avances han sido mínimos.
Por otro lado se refirió el compromiso inicial de las AFAPs de pagar la renta vitalicia, un compromiso que, según ella, fue abandonado cuando el negocio no resultó favorable. Esta responsabilidad fue transferida al Banco de Seguros del Estado (BSE), que ahora debe hacerse cargo de las diferencias, incrementando las rentas por el índice medio de salario, mientras que las AFAPs solo aportan una cantidad fija. Este traslado de responsabilidades representa, en su opinión, "una carga injusta para otra empresa pública", lo que agrava aún más la situación.