“Tenemos un tipo de cambio flotante, pero locuras en el mercado cambiario no”, advirtió Graña este miércoles.
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“El peso uruguayo y otras monedas han vivido este año una verdadera montaña rusa con subas y bajas”, señaló el jerarca, y apuntó a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, a las medidas adoptadas por la Reserva Federal y a la situación Argentina.
“Felizmente Uruguay no está en crisis y por lo tanto nosotros seguimos con la tesitura de que el peso uruguayo acompañe los movimientos de las monedas del mundo, pero no la moneda de un país que está en crisis, lo que sería muy equivocado”, agregó, en referencia a la situación de Argentina.
Desde las elecciones internas en Argentina, que marcaron un escenario muy favorable para el triunfo del kirchnerismo en las elecciones nacionales de octubre, el dólar se disparó al otro lado del río de la Plata.
En Uruguay la cotización del dólar también comenzó a subir y el Banco Central intervino para que el salto no sea brusco. En las últimas horas el dólar interbancario superó los 36 pesos y al público pasó los 37.
En las últimas dos semanas el BCU vendió 250 millones de dólares para contener el alza de la moneda estadounidense.
Graña estimó que la suba del dólar puede tener un impacto al alza en la inflación, aunque no muy significativo, dado que hay otras presiones a la baja.