La violencia de género cobró otra víctima. En este caso, el crimen tiene ribetes sin precedentes por el lugar donde fue ejecutada la víctima: en pleno Penal de Libertad, siendo la mujer la visita de quien, a la postre, resultara su asesino. El preso apodado El Talita estranguló a su pareja en el baño de visitas de la unidad penitenciaria. Conocido el hecho, fue inmediatamente sacado del lugar por temor a la reacción del resto de los privados de libertad, ya que en el ABC del código carcelario está el respeto a -y durante- la visita. El hombre, que está recluido por rapiña, utilizó el cordón del calzado para asfixiar a la mujer.
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