El próximo 10 de agosto, 39 viviendas pertenecientes a la Cooperativa Cuarta Generación de la Asociación de Funcionarios del Casmu (Afcasmu) del Programa de Vivienda Sindical, serán sorteadas entre las familias beneficiarias. Las viviendas —de 2, 3 y 4 dormitorios— comenzaron a construirse hace tres años en un predio en el barrio Punta de Rieles luego de que, a través de un sorteo, recibieran un préstamo de la Agencia Nacional de Vivienda. Dos de esas casas fueron construidas para permitir el acceso universal y ya fueron adjudicadas a dos núcleos familiares.
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Dichas viviendas son las primeras que se inauguran en el Montevideo y las primeras construidas con M2, sistema de construcción no tradicional que fue elegido por más de 40 cooperativas integrantes del Programa de Vivienda Sindical.
Las viviendas, de acuerdo a José Luis De León, integrante de la cooperativa, mejorarán la calidad de vida de esas familias al contar con todas las disposiciones necesarias. “Tal vez en otro proyecto no tendríamos una casa accesible con las comodidades y las dimensiones que tenemos en esta, o el costo hubiera sido tres o cuatro veces más de lo que nos cuesta actualmente esta casa”, aseguró.
La idea de la cooperativa nació por la necesidad de “generar, crear y luchar por la vivienda digna y decorosa para los trabajadores”, dijo el integrante de Afcasmu.
“Después de tres años de construcción, nuestra cooperativa tiene pensado en el mes de agosto hacer el sorteo conmemorando esta fecha del préstamos, de las llaves y de las viviendas para cada núcleo cooperativista y a partir de allí el envión final de poder ocupar definitivamente el sueño de nuestras casas”, contó De León.
Para ellos, el alcanzar una casa propia “es un sueño cumplido”. “Tenemos muchos compañeros que necesitaban tener una casa y salir de las condiciones habitacionales que en algunos casos eran deplorables, o en otros eran muy caras para el salario de un trabajador. Yo creo que se va a sentir una gran satisfacción del sueño cumplido”, dijo.
Y agregó: “Es muy importante tener nuestra casa propia y poder decir ‘esta es mi casa’, que conquistamos trabajando y que si bien recibimos plata del Fondo Nacional de Vivienda, nosotros ponemos nuestra cuota aparte, pagando con trabajo y esfuerzo una parte importante del costo habitacional. Eso nos deja a nosotros el gran sabor de la tarea cumplida. La alegría de ese momento no la podemos describir. La viviremos”, finalizó De León.
El Programa de Vivienda Sindical avanza en todo el país, con 400 familias ya viviendo en la casa que construyeron con sus manos, 400 nuevas viviendas que se inauguraran antes de fin de año, 2500 familias en obra y 3800 familias ultimando los trámites pertinentes para escriturar su préstamo.