“Que se esté visibilizando lo que pasa es positivo, porque en general pasa desapercibido. Pero esto ocurre siempre.”
Horrible situación
El caso del barco varado es especialmente grave: se trata de vacas preñadas, con crías naciendo en condiciones de muerte. “Estos animales pasan situaciones de muchísima tortura antes de su muerte. No estamos hablando de individuos que vayan a sobrevivir cuando desembarquen”, señaló la activista por los derechos de los animales.
Rodríguez remarcó que incluso en los viajes considerados “normales”, entre el 1% y el 2% de los animales mueren en alta mar. Con los volúmenes actuales, eso implica más de 4.000 muertes al año.
Responsabilidades diluidas
Consultada sobre el rol estatal, Rodríguez cuestionó la postura del Ministerio de Ganadería, que sostiene que se trata de un asunto entre privados. “Es una excusa para evitar asumir responsabilidades. Nuestro Estado debería hacerse cargo.”
Recordó que el Instituto Nacional de Bienestar Animal ha intervenido en otros casos y que, por lo tanto, no existe impedimento legal o institucional para actuar ante un episodio de esta magnitud. Enfatizó que la exportación en pie no cumple con los estándares mínimos de bienestar animal establecidos por la Organización Mundial de Sanidad Animal.
Escenario crítico
En caso de que el barco regrese a Uruguay, la ONG advierte que el nivel de mortalidad podría ser grande. “Si regresan, no va a llegar ni la mitad. Están debilitadas, sin agua, sin comida y en malas condiciones sanitarias”.
“Esperamos que si regresan no sea para ser asesinadas sin más.”
Mientras tanto, el propio ministro de Ganadería anunció que otros 7.000 animales serán enviados a Turquía en breve, lo que para Rodríguez evidencia una “grave falta de responsabilidad” sobre la vida animal y también sobre el sello de bienestar que Uruguay pretende promover.
Carta al Presidente
Varias organizaciones preparan una nota formal dirigida al Presidente de la República solicitando medidas inmediatas para resguardar la vida del ganado afectado.
En este momento hay organizaciones que están coordinando y se le va a enviar una nota, una solicitud al Presidente de la República para tomar cartas en el asunto, específicamente en el caso de estos animales, para salvaguardar su vida, sus condiciones, y que si es que vienen a Uruguay nuevamente, lo cual ya de por sí es terrible, porque tanto tiempo en el mar es una tortura, que al menos se le contemplen las condiciones para que puedan llegar a puerto vivas y una vez que lleguen que se resguarde su vida una vez de haber sufrido todas estas penurias, que no lleguen para ser asesinadas sin más.
Turquía concentra cerca del 80% de las exportaciones de ganado en pie de Uruguay, por lo que el bloqueo del barco generó una fuerte preocupación en el sector. Sin embargo, el presidente de la ARU Rafael Ferber aseguró que la relación comercial no está en riesgo. “Esa es la parte que está más tranquila, no hay un tema con el mercado, no se cuestiona ningún otro envío y siguieron llegando barcos”, señaló en Radio Carve. Aun así, reconoció que la permanencia prolongada del Spiridon II en altamar representa una situación “muy incómoda”, tanto por el impacto en el bienestar animal como por la sensibilidad política y reputacional que rodea este tipo de operaciones.