Augusto Rodin considerado el padre de la escultura moderna murió a los 77 años en su residencia –atelier en Meudon, en las cercanías de París hace casi un siglo, el 17 de noviembre de 1917. A causa de la conmemoración se preparan una serie de eventos a lo largo de este año en Francia y en el exterior. Uno de los principales es “Rodin, la exposición del centenario “recién inaugurada en los espacios nobles del Gran Palais en la capital francesa y que será inaugurada antes del 31 de julio. Los curadores entretanto procuran evitar la obvia “retrospectiva” y optaron por explorar la influencia del célebre escultor en el arte desde su tiempo hasta nuestros días principalmente por la importancia de sus moldes de yeso (su material predilecto) a partir de 1945.Sus obran son confrontadas con creaciones de prestigiosos artistas del siglo XX como Picasso, Matisse y De Kooning-y de este inicio de milenio como -George Baselitz y Antony Gormley entre otros. La muestra reúne cerca de 350 piezas, siendo más de 200 de ellas-entre esculturas, pinturas y fotografías-del talentoso artista. Dividida en tres partes en que son abordados los aspectos de Rodin ”expresionista”y “experimental” y la “onda de choque “provocadas por sus aventuras creativas osadas, la exposición revela por primera vez lado a lado de la obras “Hombre que camina”(1907) y “Hombre que anda III”(1960)esculpidas respectivamente por Rodin y por el suizo Alberto Giacometti.En el entorno son expuestas “Der morgen oder Hölderlin” (2011), de Lüpertz, y “The walking man” (1995), de Thomas Houseago.El mismo ejercicio se hace con las esculturas homónimas , “El sueño” de Rodin (1894) del romano Constantin Brancusi (1908). Su “El pensador” (1902) se muestra yuxtapuesto a “Volk ding zero” (2009), de Georg Baselitz. Para Hélène Pinet, directora de las investigaciones del Museo de Rodin y una de las curadoras de la exposición del Grand Palais se trata de una nueva visión en relación al artista. -Exponemos sus creaciones con la de otros artistas que se inspiraron en él, y con nombres contemporáneos que deben algo a Rodin.Eso renueva la mirada, La muestra “Hombre que camina” de Rodin y Giacometti es elocuente. Ver las dos esculturas es algo de características excepcionales.Rodin diseñaba una hoja sin sacar los ojos del modelo. Sus trazos prenuncian el uso del diseño en el siglo XX principalmente con Matisse que lo acompaña de forma muy cercana. Vemos eso también en su uso de la fotografía- No faltan en el Grand Palais-además de “El Pensador” –las obras más emblemáticas del repertorio de Rodin como “El beso” “La puerta del infierno”, “El hombre de la nariz quebrada” o su polémico “Balzac” rechazado por la sociedad de Hombres de Letras, que había encomendado la escultura en homenaje al autor de “La Comedia Humana”. Sin hablar de “La edad de bronce” la representación de un cuerpo masculino desnudo, por la cual el escultor fue llamado de ”tramposo” e injustamente acusado de haber moldeado la obra directamente en un modelo vivo o sobre el cadáver del escritor. -Uno delos mayores escándalos que Rodin provocó fue por el uso del cuerpo en pedazos como una obra en sí misma. El usaba manos, brazos, y pies aislados del cuerpo y eso fue altamente chocante para la época. Llegó a ser representado en los medios por una caricatura en que aparecía empujando un carrito de mano que dejaba ver brazos y piernas saliendo para afuera y personas en la vuelta diciendo:”Ah Rodin, prepara una nueva exposición” Ese uso del cuerpo fragmentado anuncia todo lo que vendría a lo largo del siglo. Hoy eso nos parece normal, pero en el contexto del comienzo del siglo XX era bastante raro-observa Hélène. La faceta experimental de Rodin es acentuada por los diseños, práctica que precedió su arte de esculpir. En 1902 su exposición en Praga con 88 esculturas y 75 diseños tuvo una recepción triunfal. La parte grafica de la muestra fue reconstituida en gran parte en el Gran Palais también relacionada a otros artistas- Camille Claudel, asistente, musa y el gran amor de su vida, amante abandonada y consumida en su propia locura no podría estar ausente pero aparece de forma desvaída. El Museo Rodin organizó además otra sociedad contemporánea con el maestro escultor, por medio de una carta blanca al artista alemán Anselm Kiefer. En el cine, Jacques Dillon dirigió a Vincent Lindon en el papel de Rodin y a Izïa Hegelin como Camille, en un film cuyo lanzamiento está previsto para el mes de mayo de este año.
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