Según información brindada por Sputniknews, el embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante la ONU Samuel Moncada, ha denunciado el pasado miércoles 19 de agosto “que el Centro para Estudios Estratégicos Internacionales organizó en 2019 una reunión secreta para discutir un ataque militar EEUU-Colombia a Venezuela con participación de miembros de la oposición al Gobierno venezolano”.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
La información aportada describe 8 señales a las que habrá que atender Venezuela para poder enfrentar las escaladas de agresión en su contra.
Estas señales serían: Señal 1, acorralar a Rusia, algo que se pretende manteniendo a “Rusia enfocada” en la situación en Bielorrusia, de forma tal que se asegure una perspectiva basada en el enfoque de “manos atadas”.
Señal 2: incrementar el blackout Informativo, “desde hace años se ha venido intensificando el cerco mediático contra Venezuela (…) los carteles corporativos de difusión a través de las operaciones psicológicas vía noticias falsas han atizado el malestar social en el país caribeño, pero también han mantenido el tema ‘Venezuela’, en la agenda de los países occidentales (…) se pretende evitar que se conozca la realidad del país y que todo lo que ocurra en los próximos días solo pueda ser visibilizado a través de las plataformas y canales que ellos elijan. Solo así se entiende el ataque exacerbado contra Telesur (…) hay que agregarle el que Twitter haya bloqueado cuentas de seguidores del chavismo, así como de altos representantes del Gobierno. Incluso Youtube se suma al bloqueo y cierra tres cuentas del Estado venezolano en su plataforma”.
La tercera señal apunta al intento de que la denominada oposición radical vuelve a activarse, mientras que, la cuarta ha sido definida como: “el casus belli de Iván Duque” y se entronca directamente con la llamada “doctrina militar de Trump”.
Según informa la agencia de noticias, Iván Duque, acaba de anunciar que “tenemos información de inteligencia de que la Guardia Venezolana está triangulando armamento a estructuras irregulares en la frontera (…) “hay información de organismos de inteligencia internacionales que aseguran que Nicolás Maduro quiere comprar misiles de mediano y largo alcance a través de Irán».
En respuesta a estas declaraciones, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, ha expresado “que no se trata más que de otro «falso positivo» para desviar la atención de las masacres diarias de líderes campesinos que tienen lugar en ese país y servirle la cama a una guerra en la región”.
Señal 5: la desaparición de Carlos Lanz, “un exguerrillero (…) uno de los teóricos más importantes sobre la guerra no convencional y de la estrategia de proxy war o guerra subsidiaria contra Venezuela (que) desapareció de la puerta de su casa hace más de diez días”.Una desparición que ha sido señalada como “un secuestro forzoso”.
Carlos Lanz, recuerda Sputnik “ha denunciado de manera vehemente que la hipótesis de agresión más probable contra la nación bolivariana vendrá de Colombia y tendrá en lo que llama grupos sin membresía o mercenarios sus principales brazos ejecutores”.
Señal 6: usar el COVID-19 como aliado, algo que ya había sido prematuramente denunciado por María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia.
“Con un aparato de Estado abocado casi en exclusiva a luchar contra la pandemia y con un sistema hospitalario con recursos y capacidades disminuidas debido al bloqueo financiero y económico impuesto contra el país, Venezuela se encuentra en una situación comprometida que querrá ser utilizada por los enemigos internos y externos” describe la agencia noticiosa.
La señal 7 se refiere al incremento intencionado del malestar social, una situación que se intensifica a partir de las acciones de bloqueo económico y confiscaciones que realizan sobre bienes venezolanos, los Estados Unidos. Se tratan de operaciones que “buscan que el cerco y la asfixia hacia el país suramericano se haga mucho más fuerte con el transcurrir de los días. La exacerbación de las tensiones internas, tal y como ha sido apuntado con anterioridad, son parte integral de la ruta unitaria planteada por Juan Guaidó”.
Señal 8: el terrorismo y «la sorpresa de octubre», una asociación que refiere, directamente a lo que pueda suceder de cara a los resultados de las elecciones norteamericanas.
En este sentido, Sputnik recuerda que ya en 2018, “el exjefe de gabinete de Barack Obama y para aquel entonces alcalde de Chicago, Rahm Emmanuel declaraba que Donald Trump, al verse políticamente asediado podría «ordenar una acción militar en Venezuela para obtener beneficios políticos». En la jerga política de esa nación, se llama «sorpresa de octubre» a un evento imprevisto que puede cambiar las tendencias electorales de cara a las elecciones. En este momento, dos años después, Trump se juega no la mayoría legislativa, sino su propio futuro al frente de la Casa Blanca”. En este sentido el nombramiento de Elliot Abrams para atender los casos de Venezuela e Irán” es una “estrategia para potabilizar ante la opinión pública norteamericana una acción militar” que se escude en la «lucha contra el terrorismo».
Todas estas señales deben ubicarse en la situación actual de Venezuela, donde “la crisis económica interna, el debilitado poder adquisitivo de la población trabajadora ante la especulación en el comercio de bienes y servicios, las dificultades que existen para el acceso a los alimentos y medicamentos en el interior del país, en especial en las zonas fronterizas, lucen como una debilidad que podría ser aprovechada por Washington”.
No obstante, recalca la agencia de noticias, más allá de estas señales, no debería subestimarse la capacidad de disuasión militar desarrollada por la nación bolivariana y la capacidad de resiliencia de su pueblo, dos variables que pudieran representar para una eventual agresión norteamericana a Venezuela, la posibilidad cierta de encontrase con “un Viet Nam caribeño”.