La arquitecta, política y feminista Silvana Pissano es una de las tres mujeres que estará al frente de un municipio en Montevideo y una de las 25 que fueron electas entre un total de 125 candidaturas presentadas a lo lo largo de todo el país. El escaso porcentaje de representación femenina en el gobierno de cercanía es, a su entender, “una paradoja”, ya que “suelen ser las mujeres quienes están culturalmente vinculadas al desarrollo de la vida cotidiana y de los cuidados”, aspectos directamente relacionados a las funciones del llamado “tercer nivel de gobierno”. Sobre este tema, recomendó “mirar el medio vaso lleno” y entender la importancia que han tenido las luchas feministas para que cada vez sean más las mujeres que logran acceder a cargos de poder y representatividad.
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Pissano también reflexionó sobre el resultado general de las elecciones y reconoció que la votación municipal “no fue buena” para el Frente Amplio porque se perdieron municipios que estuvieron en manos del FA en varios departamentos. “En Montevideo, por ejemplo, se perdió el F, que es uno de los municipios de la periferia, donde existen muchas situaciones de vulnerabilidad. En ese caso, se hizo una gran inversión en obras, pero evidentemente hay otra coyuntura a nivel nacional que jugó en contra para que la fuerza política pudiese mantenerlo”.
Con respecto al municipio del que estará a cargo, el B, explicó que obtuvieron una mejor votación que el período pasado. “En el año 2015 se ganó por 300 votos y ahora sacamos más de 2.000 de diferencia”. “Esos resultados responden a varios factores. Se hizo una campaña que puso énfasis en la relevancia de que los frenteamplistas votaran municipios; también tuvimos candidaturas múltiples que sumaron públicos diversos; y con respecto a nuestra candidatura, hicimos una campaña con propuestas concretas, mucha cercanía y diálogo con vecinas y vecinos de distintos barrios. En síntesis, hicimos una campaña muy vinculada a lo que entendemos que debería ser el desarrollo del proyecto político de izquierda vinculado con el municipio y en diálogo con organizaciones sociales que luchan por derechos vinculados a la ciudad”.
Cerca de la gente
Para la actual directora de Desarrollo Urbano de la Intendencia de Montevideo, el nuevo rol de alcaldesa representa una nueva oportunidad “de estar cerca” de la gente. A su entender, el municipio es el lugar donde “es posible la democracia deliberativa” y donde se puede materializar una “participación real” en la construcción de la ciudad, en el sentido de que “se define sobre los recursos, planes, programas, proyectos”.
Como alcaldesa, Pissano siente que tiene la posibilidad de “escuchar y resolver las problemáticas de la gente, así como hacer realidad lo que esas personas desean para su cuadra o su barrio”.
Su experiencia en la dirección de Desarollo Urbano de la comuna tiene un vínculo muy cercano al rol que asumirá en el municipio, fortaleza que intentará explotar y reforzar desde este nuevo lugar. “En la IM implementamos una forma de trabajo cercana en lo que tiene que ver con la construcción y gestión de espacios públicos, en abrir puertas para la construcción participativa y para el desarrollo de una política de bienes comunes junto a los colectivos y a las personas. Todo eso lo hemos llevado adelante con una intencionalidad política clara, entendiendo que la definición y gestión por parte de la ciudadanía es sustantiva”.
Durante su gestión en la IM, Pissano creó y recuperó más de 140 espacios públicos en toda la capital, aplicó el concepto de urbanismo feminista a su gestión y lo concretó en proyectos como “Mujeres con Calle” y la plaza “Las Pioneras”. También impulsó el programa de Fincas Abandonadas, recuperando inmuebles para ser utilizados como viviendas sociales y usos cívicos. Asimismo, instrumentó el “Plan Pensiones” como respuesta habitacional para las personas en situación de vulnerabilidad que se vieron más golpeadas por la crisis sanitaria.
A la experiencia mencionada, se suma que la alcaldesa electa tiene más de 20 años de experiencia en regularización de asentamientos y, por tal motivo, de diálogo en forma directa con vecinas y vecinos y convocando a las distintas personas, instituciones y colectivos que habitan cada territorio. “Estar al frente del municipio es una nueva forma de llevar adelante el proyecto político de la izquierda”.
Entre urgencias y objetivos
Consultada sobre los ejes temáticos que guiarán su gestión en el Municipio B, Silvana Pissano aseguró que trabajarán fundamentalmente bajo la premisa de el derecho a la ciudad, haciendo énfasis también en la “participación real” de la ciudadanía y en el urbanismo feminista (pensar, diseñar y construir los espacios urbanos con enfoque de género).
Sobre el derecho a la ciudad, explicó que es el “lineamiento político más fuerte” y que “se concreta en el apoyo a las organizaciones sociales en su lucha por derechos, como por ejemplo, a la vivienda y a la permanencia en el barrio frente a procesos de gentrificación y posible expulsión de las familias de sus barrios históricos”. Por otra parte, agregó que el derecho a la ciudad también significa “tener en condiciones todo lo que tiene que ver con recursos urbanos, como el acceso al transporte colectivo, tener espacios públicos en condiciones, acceso igualitario, circuitos de tránsito seguros e iluminados, así como el cuidado del ambiente arquitectónico construido con el objetivo de preservar el patrimonio vivo”.
La recuperación de bienes públicos, “que tienen que formar parte de proyecto social y colectivo” de la ciudad, es otro de los intereses del equipo de trabajo de Silvana Pissano. A modo de ejemplo, mencionó el club Neptuno, el dique Mauá y la estación AFE, así como fincas abandonadas “que hemos recuperado y vamos a a seguir recuperando”.
Mas allá de las funciones concretas del municipio y de la planificación de los objetivos, la alcaldesa electa hizo referencia a “lo urgente” vinculado a la coyuntura actual derivada de la emergencia sanitaria por el coronavirus, que tuvo repercusiones en la situación laboral y socioeconómica de las personas. En tal sentido, aseguró que, mientras la situación lo requiera, se priorizará el apoyo a las redes sociales “que están desarrollando respuestas que el gobierno nacional no ha dado”, como la Red de Ollas Populares.
“Queremos apoyar a todas las organizaciones sociales que están paliando la ausencia del gobierno nacional para la sostenibilidad de la vida. Eso es lo urgente”.
En esta línea de pensamiento, destacó el “Plan ABC”, que planteó la intendenta electa de Montevideo, Carolina Cosse, para apoyar a las personas en situación de vulnerabilidad y aseguró que el Municipio B “trabajará en articulación con el gobierno departamental en el desarrollo de esta política tan importante”.
“Las personas están en el centro de nuestras preocupaciones y nuestras políticas y programas van a estar orientados a eso. Si tenemos que elegir entre hacer el bacheo de una calle o apoyar las redes de ollas populares, no dudaremos en hacer lo segundo. Lo importante son las personas”.
En referencia al vínculo con el gobierno nacional, dijo que la articulación entre los tres niveles de gobierno será algo cotidiano”. “El municipio tiene ese doble rol de resolver cuestiones de la cotidianeidad de las personas en los barrios, pero también tiene un rol político y entendemos que es importante escuchar a la sociedad para trasladar las cuestiones más emergentes a la agenda correspondiente. Vamos a hacer todo lo posible para que las respuestas estructurales se lleven adelante y nosotros, desde nuestra escala, intentaremos dar otras respuestas”.
Mujeres al frente
Luego de las elecciones departamentales y municipales, el mapa de representación femenina quedó conformado por dos intendentas (Carolina Cosse en Montevideo y Ana Bentaberri en San José) y 25 alcaldesas.
En Canelones habrá cinco alcaldesas. Cuatro son del Frente Amplio: Sonia Misirian en Ciudad de la Costa, Silvia Sánchez en 18 de Mayo, Verónica Veiga en Paso Carrasco y Tania Vecchio en Parque del Plata, y una es del Partido Nacional, Blanca Pérez-Romero en Tala.
En Cerro Largo habrá dos, ambas del Partido Nacional: Macarena Da Rosa en Tupambaé y Laura Iturralde en Centurión. En Colonia serán tres, todas nacionalistas: Alicia Espíndola en Carmelo, Daniela Amed en Rosario y María Elena Martín en Miguelete.
En Florida estarán la nacionalista Stella Mary Tucuna en Fray Marcos, en Lavalleja estará la nacionalista Verónica Machado en Solís de Mataojo, y la también nacionalista Patricia Martínez estará en Solís Grande de Maldonado.
En Montevideo habrá tres mujeres. Dos son del Frente Amplio: Silvana Pissano en el municipio B y Leticia de Torres en el G. La nacionalista María Ruiz estará en el municipio E.
En Paysandú estará Silbia Visoso en Quebracho y Graciela Barrutte en Lorenzo Geyres, ambas del Partido Nacional. En Río Negro estará Inés Long en Mercedes. En Salto son dos las alcaldesas electas: la colorada Sandra Toncobitz en Pueblo San Antonio y la frenteamplista María Moreno en Mataojo.
En el departamento de San José estará Marianita Fonseca, del Partido Nacional, en Ciudad del Plata. También blanca es la nueva alcaldesa de Ansina, en Tacuarembó, Ana Isabel Camejo.
En Treinta y Tres estarán las nacionalistas Analía Larrañaga en el Municipio de Villa Sara y, en principio, Graciela Brun en General Enrique Martínez. Hay una curiosidad en este último lugar. Brun pertenece al sector Juntos Podemos, que por un voto de diferencia supera al sector Integración Departamental. Si en el conteo de los votos observados esta lista superara a la primera, Nidia Vera podría ser la alcaldesa.