Sin embargo, la CSI denuncia que este miércoles la empresa convocó de forma unilateral a una reunión bipartita con el fin de proponer un nuevo convenio que incluye una reestructura y exige que el sindicato reconozca los bajos niveles de producción.
La organización interpreta esta maniobra como un “cambio radical y hasta agresivo por parte de la patronal”, que no solo desconoce lo acordado en el ámbito institucional, sino que también desoye las propuestas del propio Ministerio.
En ese sentido, la CSI condenó “la decisión intempestiva y sorpresiva de la patronal” y advirtió que no escatimará en impulsar “las medidas que sean necesarias en defensa de las fuentes de empleo”. La declaración concluye señalando que este tipo de resoluciones empresariales generan “precedentes peligrosos en los ámbitos de discusión” y afectan, una vez más, “a los más desprotegidos”.
El nuevo convenio
En diálogo con Caras y Caretas, Carlos Bico, secretario general de la Unión de Obreros Curtidores (UPC) e integrante del Sindicato de Base de Paycueros , confirmó que el conflicto estalló cuando la empresa modificó un acuerdo y convocó a una reunión bipartita donde presentó un nuevo convenio que, a juicio del sindicato, implicaba “justificar toda la movida que está haciendo Paycueros con respecto a los despidos”. Bico denunció que se trató de una maniobra para forzar la aceptación de una reestructura que el sindicato rechaza. “Nos plantearon que era ese convenio o los 50 despidos, y este miércoles de mañana efectivizaron los despidos a los compañeros”, afirmó.
Y añadió: “Paycueros no presentó nunca los balances de sus estados financieros, por lo tanto no tenemos certeza de que lo que ellos dicen sea cierto”. Además, el dirigente advirtió que la firma de nuevo convenio implicaría renunciar a cualquier reclamo futuro, lo que para el sindicato representa “un atropello al Ministerio de Trabajo y al esfuerzo que se venía haciendo para salir de esta situación”.
Respecto a los argumentos de la empresa sobre una baja en la producción, el dirigente explicó que se trata de una situación temporal provocada por un exceso de stock en las marcas internacionales a las que se provee, como Nike y Adidas. “No es que se hayan perdido los clientes ni que estén por irse del país”, aclaró. Según su análisis, cuando se normalice la demanda, la planta podría volver a operar con sus 600 trabajadores y unos 100 a 120 eventuales. Por eso, el sindicato promovía la extensión del seguro de paro como medida para atravesar el período de menor actividad. “Lo que ellos buscan con el convenio es que reconozcamos una reestructura que para nosotros es unilateral. Ellos están planteando estos despidos porque se quieren sacar de encima algunos trabajadores”, sostuvo.
Paro de actividades
En cuanto a las medidas adoptadas, Bico informó que tras la asamblea de este miércoles se resolvió un paro total de actividades y la instalación de una carpa frente a la planta para visibilizar el conflicto. “Queremos que la sociedad sepa qué es lo que está pasando”, afirmó. También adelantó que el próximo lunes volverán a reunirse para definir nuevas acciones, tanto dentro como fuera de la fábrica.
