El 8 de junio de este año, la usuaria María Botta inició una campaña de recolección de firmas en la plataforma Change.Org para la salvaguarda del venado de campo en Uruguay. Según la descripción de la convocatoria, la iniciativa se da en medio del retiro de apoyo por parte del Ministerio de Ambiente (MA) a un proyecto de conservación de esta especie liderado por investigadores de Uruguay y Brasil.
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Campaña para proteger al venado de campo agita las redes.
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El proyecto pretendía realizar experimentos para fortalecer la variabilidad genética de la especie, con el fin de garantizar la reproducción de estos ejemplares de manera asistida.
Según información consignada en la diaria, la suspensión del proyecto fue informada por la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (DINABISE), dependencia del MA, bajo el argumento que pretendían destinar fondos a otros estudios.
La lluvia de críticas por la abrupta decisión generó un viraje del DINABISE que instó al ente coordinador de los estudios, en este caso el Departamento de Biodiversidad y Genética del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), a generar un nuevo proyecto que fuese “más económico”.
La bióloga uruguaya y miembro del IIBCE, Susana González manifestó que el nuevo proyecto fue entregado a la dirección del MA pero que aún no reciben respuesta.
“Este era un proyecto viable y necesario, porque no sabemos qué va a pasar el día de mañana con los venados de campo en la naturaleza, ya que su conservación depende hoy de la voluntad de los privados; ninguna de las dos poblaciones está en un área protegida”, sentenció la especialista.
A la par de los cambios de postura y recortes de presupuesto realizados por el Ministerio de Ambiente, en la Cámara de Representantes, la comisión especial de Ambiente aprobó por unanimidad el pasado 13 de junio, el proyecto de ley que declara como especie protegida al venado de campo.
Ahora, el proyecto pasará a Cámara de Diputados para que se vote en plenario, quedando ahora en manos de los legisladores aprobarlo y darle forma a una reglamentación que pueda finalmente brindar herramientas concretas para la conservación de la especie.
Uruguay, en casi 200 años, pasó de tener millones de ejemplares a sólo 66 hasta el año 2016.
El venado de campo estuvo al borde de la extinción por el aumento de la producción ganadera, las enfermedades infecciosas, la caza y la disminución de su hábitat natural por las alteraciones del suelo como consecuencia de los diferentes usos que se le ha dado con fines comerciales.