Rosales detalló también el hecho que desencadenó la creación del sindicato hace diecisiete años. "Había un compañero que tenía capacidades diferentes y no lo dejaban ir al baño. La gente dijo ‘no va más’ y creó el sindicato", recordó, cansados del "hostigamiento constante y el desprecio absoluto" por los trabajadores.
A esta serie de maltratos se sumó recientemente "un atropello de parte de los dueños, más concretamente de la dueña y de su hija, metiéndose en la organización del sindicato, difundiendo falsas acusaciones hacia los delegados y creando un clima muy hostil entre afiliados y no afiliados".
"Lo que queremos es trabajar tranquilos, pero no se puede en Friopan. Es impresionante la continua violación del convenio y el continuo despreció hacia la organización", resumió Rosales.
El próximo lunes a las 9:30 el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social convocó a un ámbito de negociación con la presencia de Santiago Torres, subdirector de Trabajo. "Esperamos que se nos respete como personas, más allá de lo sindical, y como trabajadores. Y que apostemos al diálogo, sin atropellos", anheló el secretario general de la Mesa.
Hasta esa fecha, entonces, la coordinación que reúne a las panificadoras industriales, los puntos de venta y el SUOPA -panaderos artesanales- dejará en stand by las medidas de lucha, procurando una negociación de buena fe.