El 25 de diciembre del 2017 el juez Ernesto Kreplak, de La Plata provincia de Buenos Aires, ordenó a Interpol la captura internacional del matrimonio que era investigado por el vaciamiento del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme), del cual Balcedo era Secretario General.
Ubicado por la inteligencia uruguaya en Playa Verde, fueron necesarias una serie de coordinaciones entre las autoridades de ambos países para concretar el allanamiento y detención.
En principio los iban a detener y enviar a su país, pero lo que ese día se encontró en El Gran Chaparral, les abrió una causa en Uruguay que terminó con el procesamiento y condena de ambos por varios delitos.
La investigación fue realizada por el entonces fiscal de Maldonado Rodrigo Morosoli.
Una fortuna en el placard
En el garage de la casa encontraron una flotilla de autos de alta gama entre los que había una Ferrari, un Mercedes Bez Mc Laren, un Porsche, una camioneta Pathfinder entre otros. La mayoría tenían matrícula argentina. Además había un camión, maquinaria vial, varias motos de tierra, cuatro de agua y un jet sky.
En una caja fuerte escondida en un placard del dormitorio encontraron una fortuna en efectivo: unos 500.000 dólares (en varias monedas), una importante cantidad de joyas, documentos y acciones de varias propiedades y empresas, documentos sobre dos aviones adquiridos por leasing. En la casa había también varias armas registradas en Argentina, pero ingresadas de contrabando a nuestro país.
En el enorme campo que rodea a la casa principal se encontraron varios animales exóticos ingresados ilegalmente y que constituían su propio zoológico.
Pero el mayor hallazgo estaba en una pequeña libreta donde se registraba la cantidad de dinero que los dueños de casa tenían escondidos en cofres-fort. Ese mismo día el fiscal Morosoli y efectivos de Interpol allanaron dos empresas que prestan el servicio de cofres de seguridad, una Punta del Este y otra en Montevideo.
Las imágenes tomadas por los canales de TV mostraban a los funcionarios trasladando una importante de cantidad de paquetes termosellados que contenían en total casi 7 millones de dólares. La mayor incautación de efectivo en la historia uruguaya.
Según los documentos encontrados el matrimonio poseía, además, varias sociedades comerciales en las que intervienen ella, él y otras personas que está identificadas y eventualmente podrían ser acusadas como cómplices. Dos de las sociedades estaban ubicadas en las Islas Marshall y otra en Panamá.
El informe de Interpol es elocuente : “Al día de la fecha se han embargado propiedades por un monto aproximado de USD 5.526.200, vehículos incautados y/o embargados por un monto aproximado de USD 2.270.800.- y cuentas bloqueadas y/o cofres incautados por un monto aproximado de USD 6.740.968”.
El informe establece también que “el dinero invertido en bienes muebles, inmuebles y refacción de obras por parte de Balcedo y Fiege no ingresó a nuestro país a través del sistema financiero, como así tampoco se ha detectado actividad rentable de las personas investigadas…”
En tanto la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) con fecha 24 de enero del 2018 estableció que “compulsado el sistema informático Lucía desde el año 2013 al 23/01/18, no surgen registros de importaciones de mercadería en general y automóviles en particular referentes a las personas físicas imputadas y a sus empresas vinculadas”. La excepción es Minblon S.A., propietaria de la 89.5 FM en Punta del Este que importó equipamiento para su actividad radial.
El abogado Damián Burgueño era director o apoderado de varias empresas del matrimonio Balcedo – Fiege, entre ellas, Minblon S.A., una sociedad panameña y otra S.A que es propietaria del automóvil Mercedes Mc Laren.
En tanto el arquitecto que realizó toda la obra en Gran Chaparral recibió la suma total de 2.899.985 dólares de manos de Paola Fiege, Damián Burgueño y de una tercera identificada por fiscalía pero cuyo nombre desconocemos.
Entre pitos y flautas, el matrimonio Balcedo-Fiege ingresó ilegalmente a Uruguay unos 20 millones de dólares cuyo origen no pueden explicar. Este es el dato que tiene el juez Kreplak en su poder. Además hay una importante cantidad de propiedades en Argentina.
Fueron los “mesías” de Piriápolis, pero actuaban como mafiosos
El matrimonio estaba instalado en la zona aproximadamente desde el año 2011.Su primer lugar de residencia fue el chalet Sounion ubicado frente a la costa de Playa Verde.
Dos años antes de este allanamiento, un grupo de vecinos del Cerro de Los Burros, donde se ubica la mansión de los Balcedo, relataron a este cronista su preocupación “por ver gente armada vigilando la propiedad”, que había sido rodeada por una alto alambrado y torres con luces que casi iluminaban de noche como si fuera día.
Estaban convencidos de que se trataba de “un narco importante”.
Preguntamos a nuestras fuentes en la Brigada Antidrogas de Maldonado, pero luego de sus investigaciones nos señalaron que se trataba de “un importante empresario argentino”.
De nuestras propias investigaciones surgió que los vecinos estaban muy divididos acerca de esta presencia. Porque encontramos otro grupo de gente que habló maravillas del matrimonio.
El diario Infobae publicó tiempo después algunas entrevistas realizadas a vecinos. “"Le dio trabajo a más de veinte familias del barrio. Y les pagaba muy bien, me consta", precisó el dueño de un almacén que prefirió no dar su nombre. Contó que una mucama que trabajaba ocho horas en la residencia cobraba por mes 1.400 dólares. El sueldo promedio de una empleada en Uruguay era de quince mil pesos uruguayos, alrededor de 468 dólares entonces, "acá nadie te va a hablar mal de él porque le regaló computadoras a la escuela, porque le hacía donaciones a la policía", especuló Andrés, quien vive hace quince años en un humilde rancho ubicado a la vera del alambrado que delimita la extensión de la chacra.
De acuerdo a información que recabó la fiscalía, “el chofer y el instructor de educación física percibían sueldos de seis mil dólares, parte en blanco y parte en negro. Incluso al profesor de fitness le habían regalado una casa cuyo valor era aproximadamente de unos 200.000 dólares”.
La fiscalía también corroboró que “habían contratado a la esposa de un importante empresario local para que ejerciera como niñera a la noche, a la que pagaban un salario muy importante en dólares”
Una alta fuente policial de Maldonado reveló que “Balcedo bancaba a la seccional 12 de Piriápolis. Pagaba el combustible de los móviles, les hacía importantes regalos a los funcionarios y hasta había equipado con electrodomésticos a la seccional”.
El enorme predio que ocupa el Gran Chaparral fue una construcción en el tiempo. Primero compraron una parte de la tierra donde se encontraba una casa casi derruída, que según los vecinos del lugar años atrás había sido propiedad del actor escocés Sean Connery. Luego fueron sumando tierras mediante la compra de los derechos posesorios que tenían modestos habitantes del lugar. Más de uno relató haber recibido amenazas para vender.
Finalmente construyeron la enorme mansión y desarrollaron varios kilómetros de caminería interna.
Un abogado inescrupuloso
Balcedo conoció al abogado Damián Burgueño a través de amigos en común. El vínculo primero fue profesional, pero se convirtió en una relación íntima, que incluyó viajes de placer a México en avión privado y cenas en Miami. El asesor también se convirtió en una pieza clave para el lavado de activos, según lo estableció el juez Fernando Islas.
Todos los que conocen a Burgueño en Piriápolis lo definen como “un tipo muy ambicioso y sin escrúpulos a la hora de ganar dinero”, que estaba casado con una ex jueza de paz en Maldonado y que hasta hace no mucho ejercía como jueza penal en Artigas.
El vínculo de Balcedo y Burgueño fue mucho más allá de un “mero asesoramiento legal como abogado” sino que se transformó en un “administrador” del negocio, concluyó la Justicia uruguaya al condenarlo por un delito continuado de lavado y otro de asistencia en reiteración real, como informó el diario El Observador.
En setiembre del año pasado el juez Fernando Islas concluyó que Burgueño colaboró en el lavado, pagaba sueldos a empleados, era director de las empresas, ponía facturas de servicios a su nombre o con la referencia de su domicilio, era contacto de proveedores y realizaba “grandes pagos de dinero”, según la sentencia consignada por el diario uruguayo.
El juez afirmó que Burgueño asesoró y realizó “operaciones jurídicas” a nombre de Balcedo y de su esposa, Paola Fiege, para lavar sus activos, algo que está “lejos” del ejercicio de la profesión y sí de “las conductas delictivas imputadas”.
El abogado colaboró con el intercambio de fondos ilícitos por otros productos (droga por armas, por ejemplo) y realizó compras “cash” –con dinero en efectivo generado por la actividad ilícita– de “bienes valiosos o bienes de uso cotidiano”. Se trataba de millones de dólares que estaban en cofres fort, “no inmersos en el sistema financiero y sin justificación de su origen”, detalló el juez.
Islas dio más detalles sobre las maniobras: “Se observó lo que se denomina cuenta trampolín, eso es el proceso de transferencia de fondos ilícitos, de una cuenta que recibe fondos de otra y que luego son depositados en este caso en los cofre fort, con el fin de ocultar el vínculo entre el dinero transferido y su titular original (delincuente)”.
Según el juez Islas “el abogado incluso fue más allá de su rol de administrador y compró, en nombre de Balcedo, motos de agua, jet ski y trailers. Adquirió sociedades anónimas, en las que luego participó como su director, que servían como “sociedades pantallas” para tener bienes millonarios. El abogado compró la radio 89.5 Global FM, a nombre de la sociedad anónima Mimblon, a Juan Curbelo del Bosco actual titular de la Administración Nacional de Puertos. Para este negocio Balcedo le entregó como préstamo USD 300.000 y USD 2.000 mensuales para pagar los gastos de alquiler del lugar en el que estaba la antena”.
En setiembre pasado Burgueño fue condenado a dos años y ocho meses de prisión en suspenso con la modalidad de libertad a prueba.
Llegó la hora de la extradición
Balcedo y su esposa fueron a la cárcel mientras se sustanciaba la investigación que estuvo a cargo del fiscal Morosoli. Pero este fue trasladado a Montevideo y en su lugar quedó el fiscal Alejandro Machado.
En octubre del 2020 y en juicio abreviado ambos aceptaron su culpabilidad. Marcelo Balcedo fue condenado por lavado de activos,contrabando y tráfico internacional de armas. En tanto Fiege fue condenada por asistencia al lavado de activos.
Poco después la jueza María Helena Mainard les otorgó la prisión domiciliaria, que con el paso del tiempo fue reduciéndose y ahora ambos transitan libremente en Maldonado.
Su primer abogado fue Alejandro Balbi, que estuvo poco tiempo. Le siguió su tío, Victor Della Valle que renunció porque Balcedo le dijo que “había plata para los fiscales”. El abogado contestó: “Ese es mi límite, yo no hago eso”.
Por poco tiempo asumió luego el abogado Juan Fagúndez que también renunció porque “no querían pagarle”.
Desde entonces quedó a cargo de la defensa el abogado Marcelo Domínguez, ex integrante del estudio de Gonzalo Fernández.
En estos años se ha intentado de todas formas evitar la extradición que fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia, después de varias apelaciones. Intentaron obtener el estatus de refugiados argumentando la condición de perseguidos políticos. Pero el organismo que analiza estos casos, lo denegó porque no se daba ninguna de las condiciones.
Ya cumplieron la condena en Uruguay. Ahora sí o sí deben ser entregados a la justicia argentina que los espera para juzgarlos por vaciamiento de un sindicato; lavado de activos y hasta vínculos con la banda de narcotraficantes de Rosario conocida como Los Monos.
Las falencias de nuestro sistema
Este caso ha revelado todas las debilidades de nuestro sistema para combatir a delincuentes poderosos.
Primero incumplieron los sujetos obligados. El banco que recibió depósitos fuera de hora por montos muy importantes para la compra de vehículos, que tenían una curiosidad; eran por montos bajos para no afectar límites, eran consecutivos , se hacían en diferentes sucursales y todos el mismo día. A nadie le llamó la atención que legalizaran de esa forma decenas de miles de dólares en el sistema bancario.
Obviamente incumplió el abogado Burgueño, pero era casi un socio.
La norma establece que todo lo que sea instrumento o producto de un delito debe ser incautado mientras se hace la investigación. Pero luego de la condena la fiscalía debe solicitar la incautación de bienes y dinero.
Por eso resulta incomprensible que se le haya reintegrado al matrimonio varias propiedades y una suma millonaria, ya que nunca pudieron probar el origen lícito de ese dinero y tampoco registran algún tipo de ingresos legales en Uruguay.
Varios medios han informado estos días que se les reintegró unos tres millones de dólares que tenían en el Banco República, que parece abrió una cuenta sin tener claro el origen de ese dinero.
Pero hay casi 7 millones de dólares incautados en los cofre fort cuyo destino es desconocido. Por lo menos para nosotros.
Nos fue imposible ubicar al fiscal Enrique Rodríguez a cargo de esta causa, pero otras fuentes de fiscalía señalaron que ”seguramente ese dinero está depositado en el BROU a nombre de fiscalía”. Pero nadie supo informarnos con certeza si eso era así o el dinero había sido reintegrado a los Balcedo.
Y esta no es una cuestión menor ya que hay una disputa con la justicia argentina sobre a quien corresponden esos dineros y las propiedades.
Todos los bienes del matrimonio Balcedo están embargados por la justicia argentina y los embargos han sido reinscriptos cada año como corresponde.
Esta disputa con Argentina dio origen a la firma de un protocolo entre ambos Estados que fija con exactitud como se distribuirán los bienes incautados. Pero no rige para la causa Balcedo-Fiege, por lo que luego de la extradición seguirá el debate. Y ahí habrá que explicar qué se hizo con el dinero y las propiedades, algunas de las cuáles ya fueron rematadas o están en proceso de.