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CON JORGE TAIANA, PRESIDENTE DEL PARLASUR

Taiana: «Hace falta construir el segundo tomo»

Referente indiscutido del movimiento peronista, ex canciller argentino y actual presidente del Parlasur, Jorge Taiana conversó con Caras y Caretas sobre el momento político actual del Mercosur y la región.

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Por Eduardo Silveyra

Desde Buenos Aires, especial para Caras y Caretas

Fotos: Prensa Jorge Taiana

¿Cómo ve, desde la óptica de presidente del Parlasur, la situación política actual de la Argentina?

La Argentina está atravesando, como toda la región, un momento de bajo crecimiento económico, y eso tiene que ver bastante con la situación económica internacional, con el fin de una etapa expansiva de la economía regional y con el fin de una etapa expansiva, también, desde el punto de vista de los derechos y las conquistas sociales. En general, en esta primera década, en la región, ha habido en muchos países gobiernos que han recuperado un rol para el Estado, han recuperado la demanda y han puesto el acento en la ampliación de derechos, en la protección de derechos sociales y en garantizar el empleo. Esa etapa expansiva que coincidió con un alto valor de los precios de las materias primas que, por lo general, son las que exporta América Latina, ha culminado y estamos entrando en una etapa distinta, que se ha expresado en lo económico a través de una pérdida de velocidad en el crecimiento de la región.

Hoy la economía en América Latina crece menos que la economía mundial, algo que no pasaba desde hace 15 años; las exportaciones han decrecido en los últimos tres años y en este 2015 que terminó, por primera vez en mucho tiempo los movimientos de capitales han sido negativos, es decir, han salido más capitales que los que han ingresado. Eso, unido a una caída de los precios de los commodities, ha afectado no sólo a la economía de los países sino también al proceso de integración regional, que ha perdido impulso. Y de hecho, ha retrocedido, en parte al menos, el intercambio entre los países de la región y en particular del Mercosur. Eso en el marco económico, pero al mismo tiempo se puede señalar que ciertos objetivos se han alcanzado, se han logrado mejoras en garantizar empleo, en la protección social y en la disminución de la desigualdad. Mientras en el resto del mundo la desigualdad ha crecido, en América Latina, y en particular en América del Sur, el índice GINI ha mejorado. Paradójicamente, América Latina, que es la región más desigual del mundo, es la única que muestra una mejora en la disminución de la desigualdad y eso se debe a que el Estado, con sus políticas públicas y sociales, ha sido efectivo en mejorar la redistribución del ingreso.

¿Se pueden mantener esas conquistas?

Evidentemente mantener esas conquistas en años de bajo o nulo crecimiento económico o directamente de recesión, como hay en varios países, es uno de los desafíos más grandes a los que se enfrentan los países de América del Sur en este momento. Eso desde el punto de vista económico y social; desde el punto de vista político esto ha tenido repercusiones, y en general ha sido un desafío político para varios países que durante esta década y media han sido gobernados por gobiernos llamados nacionales y populares o progresistas. Gobiernos que durante buena parte de ese período tenían amplio apoyo popular y grandes triunfos electorales, en los últimos tiempos se encontraron con fuerzas de derecha que, habiendo quedado muy disminuidas años atrás, recuperaron espacio. Si en la primera década del siglo la oposición a estos gobiernos nacionales y populares estaba centrada sobre todo en los grandes grupos mediáticos concentrados, lo cierto es que en los últimos años las fuerzas de derecha conservadoras -o centro derecha- recuperaron espacio político y lograron tener candidaturas electorales competitivas, con bastante apoyo del establishment económico, político y financiero mundial. Eso se ha visto en varios países, y particularmente en la Argentina, donde lograron derrotar al gobierno del Frente para la Victoria.

¿Cuál debería ser el rol de los movimientos políticos y sociales para enfrentar esta escalada de la derecha?

Lo primero es mantenerse unidos y lo segundo comprender que estamos entrando en una etapa distinta, donde luego de ciertos logros también se modifican las prioridades y las demandas de la sociedad, que, por los propios cambios que se han logrado, llevan a otras exigencias, y hay que interpretar estas modificaciones. Entender que se ha abierto una etapa distinta y eso requiere una actualización, una reformulación de las propuestas y de las políticas que se plantean a las grandes mayorías, para seguir avanzando. Yo solía decir en la campaña electoral que hacía falta construir el “segundo tomo” de las transformaciones políticas y sociales que se estaban desarrollando en la región, y coincido con Álvaro García Linera en que lo gobiernos progresistas o profundizan los procesos de transformación política, económica y social o inevitablemente vuelven a gobernar las fuerzas de derecha.

Si uno mira los logros de los gobiernos nacionales y populares, o progresistas, se puede señalar entre ellos el de la libertad de prensa. Hoy vemos el caso puntual del despido de Víctor Hugo Morales de Radio Continental. ¿Qué reflexión le merece ese acontecimiento?

Conozco bastante a Víctor Hugo Morales (VHM), y tengo un enorme respeto profesional por él, es un hermano y un ejemplo de esa hermandad rioplatense. Hoy nos hemos enterado de esta noticia inesperada, conmovedora, que es un ejemplo típico de censura ejercida a través de un medio privado. VHM tiene un contrato vigente con un medio de prensa privado, e intempestivamente se lo han suspendido y lo han querido sacar del aire sin siquiera permitirle hablar. Es claramente un acto de censura por parte de un gobierno que había dicho que iba a respetar la pluralidad de voces y eso, justamente, no está sucediendo, porque no es el primer caso en que se suprimen voces que no coinciden con la propuesta política del gobierno actual.

Si observamos el accionar político de las corporaciones, ¿nos podemos arriesgar a decir que estamos ante la puesta en marcha de un nuevo Plan Cóndor en la región?

A mí no me gusta la utilización de los conceptos para cualquier cosa; el Plan Cóndor fue un plan de exterminio de la militancia popular coordinado entre los países de la región y orquestado y supervisado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Eso incluyó el extermino de miles de personas. No me parece que eso sea comparable con coordinaciones de políticas de derecha. Que hay coordinación de las fuerzas conservadoras en la región es cierto, que hay coordinación e interés con las fuerzas conservadoras de Estados Unidos, sin ninguna duda, pero me parece que eso no es equiparable al Plan Cóndor, que era una cosa distinta.

¿Cómo analiza la situación de Venezuela y Brasil, donde estas fuerzas operan con bastante audacia?

Son dos países en donde gobiernan y ganaron las elecciones nacionales, por poco, las fuerzas progresistas o las fuerzas nacionales y populares. En el caso de Brasil, tiene apenas un año el segundo mandato de Dilma y está sometido a una serie de presiones, incluso denuncias de juicio político, y con una situación económica muy compleja. En el caso de Venezuela, está atravesando una situación económica muy difícil y deteriorada, con indicadores económicos negativos, lo que se vio reflejado en las elecciones parlamentarias, en las que tuvo un importante triunfo la oposición. Lo cierto es que son dos países en los que hay un amplio debate político y no hay perspectivas de elecciones nacionales a corto plazo, así que se tendrán que medir las fuerzas en el debate. Yo confío en que los debates se hagan con la mayor participación, con el mayor respeto a la voluntad popular, y que las grandes mayorías puedan mantener las conquistas obtenidas en estos últimos años.

¿Piensa que a través del Parlasur y las políticas de integración se puedan mantener conquistas aun cuando los gobiernos progresistas o nacionales populares no estén en el gobierno?

Creo que sí. La integración regional no sólo es una política de Estado de varios de estos países, sino que es una necesidad si queremos tener un desarrollo sustentable con equidad y con justicia social. Si la integración regional es una necesidad y un requisito imprescindible para el desarrollo sustentable, entonces el Parlasur es un instrumento realmente importante, porque no hay integración sin un instrumento parlamentario. Y porque la integración supone la participación de la sociedad, y las sociedades participan a través de su representación política. El Parlasur tiene los componentes propios del sistema parlamentario, tiene una representación plural, representa a nuestras sociedades y yo creo que en esas sociedades la voluntad de integración y la defensa del interés general van a primar.

¿En qué hay que trabajar para no caer en propuestas como el ALCA o la Alianza del Pacífico?

El ALCA definitivamente es cosa del pasado, y la Alianza del Pacífico es una alianza de cuatro países que tienen, todos ellos, acuerdos de complementación económica con el Mercosur, y que tienen un nivel de colaboración intra alianza muy bajo; es mucho más avanzado el nivel de integración del Mercosur. En realidad, la integración entre el Mercosur y esos cuatro países de la Alianza del Pacífico ya existe desde hace unos veinte años, a través de los ACE (Acuerdos de Complementación Económica). Otra cosa es si hablamos de la Alianza del Pacífico con la Trans Pacific Partnership (Acuerdo Trans Pacífico de Cooperación Económica). La alianza transpacífica encabezada por EEUU abarca a Canadá más los cuatro países de la Alianza para el Pacífico y varios países de Asia, incluido Japón. Ese acuerdo, que se ha firmado hace poco y que todavía no está en vigencia, es muy importante y tiene el fin de excluir a China, que es uno de los grandes socios de la Argentina y de los otros socios del Mercosur, por lo cual, desde mi punto de vista, sería imprudente cualquier alianza con ellos. Y segundo, tiene una serie de requisitos en cuanto a derechos de propiedad intelectual más exigentes que los que tiene la Organización Mundial de Comercio, y tiene consecuencias muy severas para la posibilidad de desarrollo de varios sectores industriales y de servicios de países como la Argentina. Veo poco posible avanzar en esa alianza desde el punto de vista de la defensa del interés nacional.

Para terminar, ¿cómo ve el anuncio de la vuelta de Cristina a la política en febrero?

Bueno, no creo que Cristina vuelva en febrero a la política, porque creo que ella no se fue nunca de la política desde que tiene 18 años, y va a seguir en la política, eso nunca lo dudé. Según distintas personas, ella estaría viviendo desde febrero en Buenos Aires; eso era esperable, es razonable y es bienvenido. Cristina es, obviamente, la figura más importante de la política argentina, y tiene un rol muy importante dentro del peronismo y del Frente para la Victoria. El peronismo está en un proceso de reorganización, hemos perdido las elecciones después de 12 años de gobierno y hay que reconstruir el movimiento y la actividad política para volver en el más breve tiempo posible.

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