Cuando la compañía oficial de Hong Kong decidió programar «El Corsario», nadie imaginaba que el vestuario y la escenografía serían diseñados en Uruguay. Menos aún que los telones estarían pintados a mano dentro del Auditorio Nacional de Sodre por el equipo liderado por Gustavo Petkoff. La historia comienza cuando la compañía oficial de Hong Kong, decidió contratar a la coreógrafa canadiense Anna Marie Holmes, que había visto la puesta en escena de «El Corsario» del Ballet Nacional del Sodre. Ella recomendó especialmente a los productores chinos el trabajo de Hugo Millán, diseñador y escenógrafo del BNS. «Al principio, el Ballet de Hong Kong solo iba a alquilar vestuarios y escenografías, pero luego se decidieron a comprar la licencia, que es propiedad del BNS; ya que fue para el BNS que hice ese trabajo. Es un contrato entre el BNS y el Ballet de Hong Kong», explicó Millán en una nota a El País. A ello se sumó que los chinos decidieron pedir cotización para la confección de los telones en Uruguay. «Se les hizo saber que los talleres del Sodre habían realizado un buen trabajo con la escenografía” y “cuando vieron que el presupuesto les servía, entonces le encargaron a los talleres del Sodre los telones”, agregó el diseñador. Los telones fueron pintados a lo largo de cinco meses de intenso trabajo y en esta semana serán finalizados. El miércoles 12 algunos de ellos, los más representativos de la obra, serán colgados en el escenario principal del Auditorio para que el público pueda apreciarlos antes de su partida. La sala estará abierta de 17:00 a 21:00 horas y las personas y quienes decidan visitar el Auditorio podrán subir al escenario para verlos y disfrutarlos de cerca.
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