Según un informe titulado Microscopio Global, nuestro país se ubicó como el tercer mejor país con entorno propicio para la inclusión financiera, detrás de Colombia y Perú.
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“Luego de Colombia y Perú, Uruguay se ubicó en el tercer lugar del Microscopio Global 2020”, un ranking mundial que realiza The Economist.
El informe se dedica analizar aquellos países con entornos más propicios para la inclusión financiera.
En su edición 2020, el informe hizo especial hincapié en “los desafíos que los países debieron enfrentar a raíz de la pandemia del COVID-19 y evaluó cómo 55 países del mundo fomentaron la inclusión a partir de cinco dimensiones (Política y apoyo del gobierno, Estabilidad e integridad, Productos y canales, Protección al consumidor e Infraestructura)”.
Ya en el informe del pasado año, Uruguay había ocupado este lugar en el ranking que elabora The Economist, para 2019, nuestro país se ubicó en el tercer lugar con 78 de puntaje, idéntico al de este año.
En lo que se refiere al modo en qué el gobierno nacional manejó la crisis sanitaria, el informe de The Economist se refirió “al plan económico implementado al calificó de coordinado”, agregando que “incluyó líneas de liquidez, reestructuración de préstamos, aplazamientos de impuestos y estabilización de precios, además de la sólida red de seguridad social del país”.
Respecto a si las medidas de respuesta a la crisis fueron inclusivas, el informe destacó que Uruguay “continúa construyendo la inclusión financiera” y afirmó que “los programas sociales del gobierno introdujeron un beneficio de canasta de emergencia alimentaria”, así como que “duplicó el beneficio pagado con la Tarjeta Uruguay Social y el Plan de Equidad, mediante los cuales los pagos electrónicos llegan a 88.000 y 130. 000 beneficiarios, respectivamente”.
El informe añade, que “en mayo de 2020, el Banco Mundial aprobó un préstamo de US$ 20 millones para respaldar las pruebas y la detección temprana del COVID-19, y no se mencionaron las brechas de infraestructura para brindar asistencia a las poblaciones vulnerables”.
En otro apartado del informe se señala que el país “se ubicó entre los países cuyas transferencias en respuesta a la pandemia se realizaron “primordialmente en cuentas o monederos electrónicos”.