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Topolansky: «Después del 27, el gobierno nos va a vacunar a todos»

La senadora habló con Caras y Caretas y pronosticó que el gobierno se está guardando los aumentos de tarifas y los anuncios de la reforma jubilatoria para después del referéndum.

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Cuando Lucía Topolansky habla, siempre genera polémicas y deja títulos para los informativos. No fue la excepción esta entrevista con Caras y Caretas. La senadora frenteamplista, que anunció que el 1° de marzo dejará su banca en el Senado, no se guardó nada y lejos de despedirse a los 77 años, aseguró que se va del Parlamento para dedicarse «de lleno» a la política.
Tranquila, distendida, y sonriente por momentos, se prestó a la entrevista sin interrumpir sus tareas cotidianas en la Chacra de Rincón del Cerro.
Bajo la sombra de una secuoya, fue desandando los temas de sus 22 años de vida parlamentaria. Pero antes se detuvo en lo que será su prioridad hasta el 27 de marzo: la campaña en favor del «Sí» en el referéndum.
«Hasta el 27 soy una militante por el SÍ, por la rosada», dijo con picardía, y agregó: «Tenemos que ganar, porque después del 27, el gobierno nos va a vacunar a todos sin preguntarnos».
¿Contra el Covid-19?, consultamos. «No,no, después del 27 con o sin autorización, nos van a vacunar con las tarifas y con la reforma jubilatoria. Porque la ley la tiene pronta, pero todavía no quieren aplicarla».
«Ya nos vacunaron con los salarios y las jubilaciones que las han bajado, pero van a seguir cuando pasen las elecciones».
Pese a su tono crítico, reconoce que tiene buena relación con algunos legisladores de la oposición y acepta que hicieron «esfuerzos comunes» intentando lograr acuerdos en el Senado, aunque no siempre resultaron exitosos.
Aquí aparece su principal cuestionamiento a la gestión de Lacalle Pou. «Su modo de gobernar es absolutamente centralizado, el Consejo de Ministros se reúne muy poco,  y el Poder Legislativo está siendo ninguneado», lamentó.
A la hora de hablar de lo que fueron sus años como diputada, senadora y vicepresidenta de la República, Lucía se tomó su tiempo y destacó su rol de «negociadora», donde la «lealtad y la búsqueda de acuerdos», ocuparon siempre un lugar trascendente.
Rechaza el mote de «dura y cerrada», con que algunos la califican. «Eso corresponde a quien lo dice, porque se suele hacer casilleros y poner títulos, y a prepo, meter ahí a la gente. Peor para ellos, ja».
Su rostro se pone serio cuando habla de lo que le preocupa del actual momento del país. «Me sorprenden los conceptos que se han vertido con mucha insistencia en el último tiempo en contra del Poder Judicial. Creo en la separación de poderes y en la democracia de partidos, que es el diferencial que tiene Uruguay y por el cual nos señalan en el mundo, si no lo cuidamos estamos en problemas».
La frondosa vegetación de la chacra, llena de naturaleza pura la vivienda de los Mujica, y mientras la charla transcurre, a cierta distancia, el expresidente José «pepe» Mujica, prepara sus herramientas para iniciar sus tareas de campo en la calurosa tardecita de febrero.

Sorprendió su decisión de dejar la banca este año.
En realidad, cuando hicimos la lista ya les había dicho a los compañeros que no sabía si terminaba la legislatura, porque tendría más de 80 años y es una edad avanzada.

¿Cuánto incidió la pandemia en esta decisión?

Mucho. Por ser población de riesgo, tuve que seguir los temas parlamentarios desde casa, y no es lo mismo.  Yo tenía como norma autoimpuesta, desde que ingresé al Parlamento, tener un despacho de puertas abiertas. Además de lo que llamaba el «despacho móvil», porque me trasladaba con mi equipo a los lugares donde había conflictos para ver in situ el problema.
Tenía 10 y hasta 12 entrevistas en un día de los temas más variados, tratando siempre de dar una respuesta dentro de mis posibilidades. A veces basta con orientar a la persona, o darle un consejo, pero fundamentalmente se trata de escucharla.Todo eso desapareció en estos dos años.

¿Y el zoom?
Yo llegué a detestar el zoom, pese a que no estoy en contra de la tecnología, que nos da oportunidades maravillosas para un montón de cosas, pero en la política, como en la vida, la presencialidad tiene un valor muy diferente.
Hubo temas que pude seguir y otras que no. Yo pertenezco a la franja de edad de entre 70 y 80 a la que llaman «los olvidados» porque la vacunación siempre nos salteaba. Me anoté el primer día y recién pude estar vacunada alrededor del 10 de julio, así que no me pude reintegrar antes que eso. Con mucho cuidado pude participar en la campaña de las municipales y siempre con esas dificultades.

¿Qué fue lo más difícil?
Las comisiones. Muchas veces se llamaba a las delegaciones para entrevistas por zoom y me daba cuenta que tenía limitaciones para oír por una dificultad auditiva que estoy teniendo producto de la edad. No se puede hablar con una delegación por zoom, no es lo mismo trabajar una ley de ese modo que con la presencialidad. Y la emergencia sanitaria sigue.

¿Ese fue el límite?
Sí. Hablé con mis compañeros y les dije que era mejor irme, antes que hacer una tarea a media máquina que no es mi estilo, porque siempre dediqué todo lo que pude según mi real saber y entender, con mis limitaciones pero con mucho compromiso.  Conversé con ellos  y comencé a preparar el proceso jubilatorio, para  tener todo el trámite pronto, pero no está activado.
Tenía un plan que se me frustró y deje pasar enero, seguí trabajando y me encargué del tema de Casa de Galicia, y pienso trabajar hasta el último día que me toque estar en actividad.También con muchas limitaciones, porque muchas  cosas no pude hacer y debí completarlas por vía telefónica.

¿Fue una decisión difícil?
No, difícil fue, por ejemplo, no poder visitar aunque sea para dar un saludo a la gente que estaba haciendo huelga de hambre. Eso me pesa, porque me parece que no es lo que me corresponde en política.
Entonces  hablé con el presidente del FA y le expliqué, porque yo creo en la democracia de partidos y uno se debe  a sus compañeros.
Hubiese preferido que no se comentara pero alguien lo hizo publicó en la prensa, por esa guerra de noticias de la que no soy parte. Pensaba no dar ninguna entrevista hasta después del 1° pero después fui dando algunas.

¿Cómo lo tomó la gente que la rodea?
Hay gente que al enterarse me ha llamado pensando que estaba enferma o me pasaba algo. Yo tengo un trojal de hermanos que se preocuparon. También había pensado comunicarlo a la presidenta del Senado y a la bancada del oficialismo, pero al reventar la noticia de ese modo,no tuve tiempo de hacer lo que  me  parecía una norma elemental de convivencia. Igual los voy a llamar, porque la prolijidad la voy a cumplir.
La razón es esa, no puedo cumplir a cabalidad la función. Entonces asumirá mi diputado suplente que es el diputado Savini, pero ahora ya arruinaron todo. Porque yo tenía que ir por otros caminos.

Ingresa otro miembro de la nueva generación
Esto no fue por una razón etaria porque se puede ser muy joven y de cabeza muy vieja, pero es muy bueno para el FA tener un senador en Canelones.
Es cierto que hay también un problema biológico porque los más grandes estamos más cerca de la puerta de salida que de la de entrada.

¿Qué sigue para usted a partir de ahora?
Militar hasta morir. En lugar de estar arriesgando mi salud por una función que estoy cumpliendo mal, voy a dedicarme a trabajar políticamente con la gente. Lo voy a hacer todo lo que pueda hasta el 27 por mi apoyo al Sí, y después continuaré trabajando en política preparándome para 2024 porque creo que es imprescindible que el Frente vuelva al gobierno, así que tareas no me van a faltar.

¿Qué le dejaron estos 22 años de legisladora?

Aprendí mucho, conocí mucha gente muy interesante de todos los sectores, y me vinculé con muchos ámbitos.
También conocí la realidad del país porque de los 22 años parlamentarios, 20 trabajé en la Comisión de Presupuesto y aprendí a conocer la estructura organizacional y económica de la administración central, y de las normativas de los funcionarios públicos y de todo el Estado.
Los pingos se ven en el ruedo así que eso me dio la oportunidad de formarme y aprender. Conocí mucha gente interesante, legisladores de todos los partidos que me aportaron mucho, al igual que gente de las instituciones sociales y civiles.
Tuve la oportunidad de conocer el trabajo en las dos cámaras y de haber estado en la presidencia del Senado y la vicepresidencia de la República. Por eso digo que he aprendido un montón de cosas.

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