De manera explícita e inexplícita, el presidente puso poesía a un acto que estuvo desde el vamos embebido en poesía. Y recurrió para ello de manera explícita recordando los versos de Mario Benedetti: «No te rindas». No te rindas, aun estas a tiempo/de alcanzar y comenzar de nuevo/
aceptar tus sombras/ enterrar tus miedos/liberar el lastre, retomar el vuelo». La referencia velada a los tiempos que advienen es fácilmente perceptible.
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Y lo hizo inexplícitamente recordando a esos tres compañeros de años difíciles, de logros y de esperanzas, de quebrantos y realizaciones. Fue en el comienzo de su oratoria, cuando realizó un homenaje a Mariano Arana, a «Pepe» Mujica y a Danilo Astori, parafraseando en esas figuras emblemáticas a Cadícamo en «Tres amigos». Una mención marcada por la estricta justicia a «esos luchadores de toda la vida y viejos compañeros».
Pero no todo fue júbilo en esa despedida que en un momento se desgarró en dolor. Fue cuando irrumpió el recuerdo de María Auxiliadora, su compañera de vida, cuando la palabras serena de Tabaré fue desmentida por unas lágrimas rebeldes.
En el repaso de los logros de su gestión destacó las obras de infraestructura, recordando los 5862 kms. de carreteras y puentes construidos durante su gestión, amén de la inversión en puertos y en tendidos ferroviarios.
No olvidó la modernización del Ministerio del Interior, el incremento de su logística, la capacitación de su personal, el perfeccionamiento de las técnicas de la policía científica, la proliferación de cámaras de vigilancia, la implementación de un banco de ADN y el uso de tobilleras electrónicas para el control de la violencia doméstica.
En materia de Defensa Nacional, hizo hincapié en la participación de las FF.AA. en las misiones de paz de la ONU, así como su participación ante desastres climáticos, en el rescate de personas y en la recolección de residuos. No olvidó tampoco la búsqueda y la aparición de restos de desaparecidos, por primera vez en 25 años.
No olvidó la diversificación de mercados para los productos uruguayos, recordando que en 2005 existían 60 destinos para nuestras exportaciones, mientras hoy llegamos a 165 mercados. Puso como ejemplo al respecto mercados como México, Perú y Colombia para la hortifruticultura y los lácteos y otros que nos eran ajenos, como Japón y El Líbano.
En su mención a la línea seguida por la Cancillería, sin decirlo específicamente, afirmó que la misma se identificó con lo que fue la historia de nuestro país en esa materia, es decir, el ajustarse al Derecho Internacional, a la autodeterminación de los pueblos, a la no injerencia de terceros en los asuntos internos de otras naciones y a la solución pacífica de las controversias».
Luego, en a gestión de los principales ministerios en materia de infraestructura y logística, puso el énfasis en los aspectos más hondamente sentidos por la población. Aquéllos que hacen al pueblo y su condición.