El martes 23, tras realizar las llamadas de rigor, la empresa finlandesa de renombre mundial publicó un comunicado titulado escuetamente «UPM realiza una inversión transformadora en una planta de celulosa de clase mundial en la zona centro del Uruguay», afirmando que la empresa «ha tomado hoy la decisión de invertir en la construcción de una planta de celulosa de eucalyptus con capacidad de 2,1 millones de toneladas en el departamento de Durazno. La inversión de 2.700 millones de dólares en la planta industrial aumentará la capacidad actual de celulosa de UPM en más del 50%, lo que resultará en un cambio significativo en la escala de su área de negocio. Además, UPM invertirá 350 millones de dólares en actividades portuarias en Montevideo e instalaciones locales en Paso de los Toros. El inicio de la planta está programado para la segunda mitad del año 2022».
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Tras diversas consideraciones referidas a que «se han preparado cuidadosamente en cooperación con el Estado uruguayo», los prerrequisitos para tan importante inversión garantizando una operación sostenible y competitiva a largo plazo, y minimizado los riesgos en todas sus fases, señala que «para Uruguay, esta inversión y la mejora de la infraestructura ofrecen importantes oportunidades para el desarrollo económico y social».
A continuación, el comunicado firmado por Jussi Pesonen, presidente y CEO de UPM, señala que «Uruguay ha demostrado una visión consistente a largo plazo en el desarrollo de las condiciones necesarias para atraer la inversión extranjera, construyendo las bases para el desarrollo industrial», y que «reconozco humildemente la determinación con que los tomadores de decisión han avanzado en el desarrollo económico del país. La decisión de hoy brindará muchas oportunidades para las pequeñas y medianas empresas uruguayas y mano de obra capacitada en la zona centro, que beneficiará a miles de uruguayos en las próximas décadas», así como que «los fundamentos del negocio para la inversión son positivos», describiendo largamente las características que exhibe el mercado mundial, particularmente en Asia (sobre todo en relación al aumento sostenido de la demanda de papel, papel higiénico, embalaje y papeles especiales) y que el crecimiento de la demanda de celulosa en el mercado global sigue siendo de aproximadamente 3%.
“Durante la última década, UPM ha desarrollado una base forestal adicional en Uruguay y […] y hemos logrado un sólido balance verdaderamente líder en la industria. Ahora tenemos la oportunidad de dar este paso transformador y capturar las oportunidades que presentan los mercados de atractivo crecimiento de manera sostenible y altamente competitiva».
Otros documentos señalan que se trata de la mayor planta de celulosa de la empresa UPM en el mundo, constituyendo un emprendimiento líder, ubicado en el centro del país, lo que constituye un instrumento auténtico de descentralización, hecho que fue señalado con emoción por los intendentes de Durazno, Carmelo Vidalín, y de Tacuarembó, Eber da Rosa.
Los impactos en la economía uruguaya
A continuación enumera con cifras contundentes los impactos esperados en nuestra economía nacional, según estudios económicos independientes:
– El Producto Interno Bruto de Uruguay se incrementará en 2%.
– El valor de las exportaciones aumentará aproximadamente 12%.
– Durante la construcción se crearán 6.000 puestos de trabajo.
– Finalizada la obra, se crearán 10.000 empleos permanentes en toda la cadena de valor, de los cuales 4.000 serán empleados directos de UPM.
– Se estima que unas 600 empresas trabajarán en la referida cadena.
– La inversión en Planta realizada por UPM será de US$ 2.700 millones.
– La inversión en la construcción de una terminal especializada en celulosa en el puerto de aguas profundas de Montevideo será de US$ 280 millones.
– Además de las inversiones en la planta y el puerto, UPM invertirá en soluciones habitacionales en Paso de los Toros y proporcionará viviendas temporales para el personal contratado durante la obra.
– UPM financiará la mejora de la planta de tratamiento de aguas residuales municipales y la restauración del vertedero municipal en Paso de los Toros. Las inversiones fuera del predio de la fábrica totalizan US$ 70 millones.
– Agregamos que la inversión del Estado en el Ferrocarril Central será de US$ 1.500 millones.
– La planta, ubicada en zona franca, pagará un canon anual fijo de US$ 7 millones anuales.
– La cadena de valor contribuirá con US$ 200 millones en salarios anuales.
– La cadena de valor aportará US$ 170 millones anuales en impuestos y pagos de seguridad social.
– Una vez en operación, la planta generará un excedente de energía firme, predecible y renovable de más de 110 MW fortaleciendo la matriz energética del país.
Este comunicado es un resumen del original publicado en inglés en el sitio www.upm.com, o sea, al mundo.
Tras el anuncio, las acciones de UPM incrementaron su valor 10,2% en la Bolsa de Valores de Helsinki, capital de Finlandia.
Sobre la empresa y las garantías que representa
No está demás reiterar que UPM es una empresa finlandesa mundialmente reconocida, dedicada a la fabricación de pulpa de celulosa, papel y madera, con sede en Helsinki, que opera a través de seis áreas de negocio: UPM Biorefining, UPM Energy, UPM Raflatac, UPM Specialty Paper, UPM Communication Papers y UPM Plywood, empleando 19.000 personas en todo el mundo, con ventas anuales de aproximadamente 10.500 millones de euros. Sus acciones cotizan en la Bolsa de Valores de Helsinki (Nasdaq OMX).
Sobre la nueva planta, el Comunicado de la empresa agrega que «la planta de celulosa ha sido diseñada como una sola línea de producción y representa lo último en tecnología en la industria. […] La planta está diseñada para cumplir por completo las estrictas regulaciones medioambientales de Uruguay, así como las normas y recomendaciones internacionales para las plantas modernas, incluida la última y mejor tecnología probada disponible (BAT). El desempeño ambiental de la planta se verificará con un monitoreo integral y transparente».
Sobre la logística implementada, agrega que «UPM ha decidido la construcción de una terminal especializada en celulosa en el puerto de aguas profundas de Montevideo con una inversión de aproximadamente 280 millones de dólares. El acceso directo por ferrocarril desde la fábrica a una moderna terminal portuaria crea una cadena de suministro eficiente directamente hacia los mercados globales».
Poniendo fin a una vieja discusión, afirma que «los permisos necesarios ya han sido otorgados y los acuerdos con el gobierno de Uruguay han finalizado de manera satisfactoria. Los trabajos iniciales en el predio de la planta y el dragado del puerto comenzarán de forma inmediata. […]».
El gobierno nacional, principal impulsor de esta iniciativa empresarial, se refirió a la firma mediante un escueto comunicado de la Presidencia de la República titulado «Gobierno celebra decisión final de UPM para la instalación de la mayor inversión en la historia de Uruguay» y que reza: «El presidente de la República y el Gobierno Nacional celebran la decisión final de inversión emitida en el día de hoy por UPM Pulp, en cuanto a la construcción y funcionamiento de su segunda planta de celulosa que se emplazará en nuestro país. En los próximos días, el gobierno nacional realizará una presentación pública para informar a la población los términos del acuerdo que confirma esta inversión.
La inversión de UPM refuerza la imagen internacional de Uruguay en cuanto a su seguridad jurídica, estabilidad institucional, seriedad, responsabilidad y confiabilidad, para la llegada de inversiones extranjeras.
Miles de puestos de trabajo decentes y formales nacerán como fruto del emprendimiento que estamos celebrando.
En los próximos días, el gobierno nacional realizará una presentación pública a los medios de prensa nacionales e internacionales, a efectos de poner en conocimiento de la población los términos del acuerdo que hace posible la llegada de la mayor inversión que históricamente ha recibido Uruguay».
UPM II: las cosas por su nombre
En columna publicada el 31 de mayo pasado, Caras y Caretas afirmaba que: «En tiempos electorales es común que algunos deseen que al país le vaya mal para obtener resultados. Esta columna siempre sostuvo que las obras de UPM II y el Ferrocarril Central (que ningún partido político importante ha repudiado) son trascendentes y beneficiosas para la economía, la sociedad y la necesaria descentralización del Uruguay. Esto no significa ignorar valoraciones negativas sobre algunos asuntos implícitos, sino señalar que la «suma algebraica» es sumamente positiva y necesaria. Tanto como un auténtico plan de desarrollo integral que nos inserte en el capitalismo global y en la Cuarta Revolución Tecnológica, que anuncia un devastador tsunami económico y social en los países que no la lideren. […] Lo cierto es que desde hace varios años el presidente Tabaré Vázquez se puso directamente al frente del objetivo de obtener la radicación en nuestro país de la segunda planta de la empresa finlandesa UPM (largo proceso en el cual enfrentó incluso a alguno de sus propios poderosos «señores de la guerra» y viajó a Europa a tratar con los propietarios), afirmando públicamente que implicaría, en principio, una inversión de US$ 4.000 millones por parte de la prestigiosa empresa multinacional y de US$ 1.000 millones por parte de Uruguay.
Dicha inversión sería la mayor de la Historia de Uruguay (permítase la expresión «un shock keynesiano de alto impacto», lo contrario de los «shocks de austeridad» que anuncian casi todos los precandidatos de lo que Oscar Bottinelli llama acertadamente La Oposición, espacio conformado por los partidos Nacional, Colorado, Independiente, de la Gente y Cabildo Abierto), y, por otra parte, es la mayor inversión de la empresa finlandesa UPM en su trayectoria, equivalente a casi un 9% de nuestro Producto Interno Bruto.
Esta radicación tiene, además del obvio impacto económico, directo e indirecto (particularmente en el empleo, la mejor política social), un alto impacto descentralizador en un país víctima de macrocefalia; e implica el retorno del ferrocarril (principal medio de transporte en los países desarrollados, eliminado en el nuestro por intereses que todo el país conoce), así como abre la esperanza de que numerosos desarrollos productivos y educativos germinen a su vera. […]» y concluía, luego de consignar opiniones favorables de medios opositores al actual gobierno: «Los principales argumentos en contra, que eran «la falta de transparencia» y los supuestos impactos medioambientales negativos, cayeron por su peso. El Proyecto está expuesto en su totalidad y los aspectos ambientales están considerados.
¿Quién trae a Uruguay una inversión de US$ 5.000 millones en tiempos de contracción regional de la economía, y con todas las turbulencias externas de frente? ¿Invierten la mayoría de los grandes empresarios uruguayos este monto, o se llevan el dinero ganado aquí a los paraísos fiscales?
Mientras esperamos un plan integral de desarrollo que nos inserte adecuadamente en las nuevas fases del capitalismo global (en el que viviremos el resto de nuestras vidas, nos guste o no), y nos permita enfrentar la Cuarta Revolución Tecnológica, la instalación de UPM II y el Ferrocarril Central parecen la mejor cosa que puede ocurrirle al Uruguay».
Hoy más que nunca, cuando algunos sacan cálculos sobre el impacto que tendrá o no este trabajado logro en las próximas elecciones, no cabe otra cosa que celebrar el triunfo de la Nación sobre las fuerzas del fanatismo y el retroceso.
Algunas opiniones importantes
El editorial del diario El País, relativo a la confirmación de la llegada de la segunda planta de UPM, tras diversas consideraciones, concluye que «la negociación entre el gobierno y la empresa, por cierto, puede prestarse a discusión, pero los beneficios para el país y en especial para los departamentos de Durazno y Tacuarembó son innegables» […] Es también una muy buena señal que aún en tiempos de campaña electoral todo el sistema político (o casi todo) pueda tener una posición común en un tema tan importante», y concluye en forma contundente: «Más allá de polémicas, UPM ha demostrado ser una empresa seria que respeta las leyes, las condiciones laborales, las regulaciones medioambientales y los distintos requisitos que razonablemente puede exigir el país. Ojalá marque un punto de arranque también para la recuperación del crecimiento económico a partir de 2020, que el Uruguay necesita desesperadamente para mejorar sus cuentas fiscales y las condiciones de vida de la población».
Por su parte el editorial de El Observador, que destaca las cifras antes señaladas, comienza afirmando que «la millonaria inversión de la compañía finlandesa UPM, confirmada este martes por sus autoridades, en una planta industrial de pasta de celulosa en el departamento de Durazno, tendrá un fuerte impacto en la economía del país, cuyos frutos comenzarán a madurar durante el próximo período de gobierno. Y si hacemos las cosas bien, no es exagerado proyectar que, además de robustecer variables macroeconómicas en un momento adverso, contribuirá a que Uruguay esté en condiciones de dar un salto cualitativo». Tras varias consideraciones, concluye sosteniendo que: «UPM es una gran oportunidad de desarrollo que sobrepasa el impacto positivo en el PIB, empleo, exportaciones y hasta en el tipo de cambio (el martes 23, coincidiendo con el anuncio, el dólar bajó 1,22%, N. de R.). Es uno de esos trenes que pasan cada tanto y que depende de nosotros el beneficio que tendrá desde el punto de salida hasta el final del recorrido».
Los principales medios masivos de oposición coinciden, pues, en destacar el logro que significa el éxito de la operación, que es fruto de un sostenido esfuerzo gubernamental, contra el que se levantaron sistemáticamente voces de dirigentes políticos de los partidos que Oscar Bottinelli denomina La Oposición. Los muy pensados editoriales no hablan de «secretismo de las negociaciones», ni de peligros para el medio ambiente, ni (hay que decirlo todo, aunque nunca se haya dicho) de aspectos oscuros en la gigantesca negociación, que han abundado en tramos recientes de la historia del Uruguay.
Por el contrario, elogian el acuerdo, que otros no pudieron conseguir, y señalan su inmenso potencial.
Pero la opinión que nos parece de mayor contundencia y claridad la dio el expresidente José «Pepe» Mujica en declaraciones a M24 en las que sostuvo que la confirmación de la decisión de UPM de construir la segunda planta de celulosa en Uruguay «no fue ninguna noticia, sino la confirmación de la confianza internacional en la estabilidad del país».
Llamó también a no preocuparse por el impacto ambiental del proyecto porque «los finlandeses cuidan el medio ambiente más que nosotros porque les conviene al bolsillo de ellos». Lo hacen «no porque sean buenos o angelitos, (sino) porque (si no lo hacen) pierden valor en la cotización internacional de las bolsas».
Agregó que «los finlandeses, como cualquier otro empresario, no son carmelitas descalzas. Vienen a buscar ganar. Ahora, nosotros tenemos que ver esta otra parte: ¿nos conviene o no? Ah, sí», aseguró.
«Yo confío mucho más en los finlandeses que en nosotros», afirmó el expresidente.»No van a poner bosta arriba de la mesa donde comen, porque tienen mucho para ganar. Si fueran unos capitalistas chantas de corto vuelo, buscan hacer unos mangos y dejan el agujero. Estos trabajan con un sentido de largo plazo», concluyó.