Este martes, la senadora nacionalista Verónica Alonso se reunió con el presidente Tabaré Vázquez en la residencia de Suárez y Reyes. La solicitud de audiencia por parte de la legisladora tenía un objetivo concreto: solicitar al presidente que saque a la Guardia Republicana a las calles y que lo haga «con urgencia» como forma de dar seguridad a la población. Para llevar esa tarea a cabo, el planteo de Alonso es reforzar esa unidad de choque con efectivos de otras áreas de la Policía, y así pasar de los 1.400 que tiene actualmente a 2.000. O sea, que seiscientos efectivos de la Policía se preparen para cumplir funciones en la otra fuerza, en el entendido que «la Guardia Republicana genera un efecto disuasivo además de su rol represivo necesario en los momentos de emergencia que vive el país. Necesitamos que la gente vea a la Republicana en la calle, patrullando, haciendo un trabajo preventivo, disuasivo y represivo. La gente tiene que volver a sentirse segura», fueron sus palabras. También consideró que «debemos otorgarle el respaldo político a toda la fuerza policial y declararle la guerra a la delincuencia», concluyó Alonso.
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