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Pablo Silva, presidente del sindicatos de funcionarios del hospital Vilardebó, indicó a Caras y Caretas Portal que los trabajadores se reunirán con la dirección de ese nosocomio para expresar la preocupación por la internación de Víctor Hugo Pereyra, el homicida de Richard Marcelo Roldán, a quien se le conocía como El Pelado.
Silva indicó que están evaluando los pasos a seguir porque el Vilardebó no tiene las características ni las condiciones para alojar a este tipo de pacientes: «Estamos preocupados por las carencias que tiene nuestro hospital, porque cada vez se nos trata más como una cárcel de alta seguridad, siendo que somos un centro de salud con muchas carencias producto de una ley que marca un cierre», sostuvo, a la vez que recordó que Pereyra es una persona «sumamente peligrosa».
Los llamados «pacientes judiciales» ingresan a la Sala 11 del Vilardebó, la misma que está remodelada luego del motín por el que fue afectada en el año 2016: «Es la única parte del hospital que está a nuevo, después tenemos carencias edilicias de todo tipo, color y tamaño. No parece un hospital atendido por ASSE, que en infraestructura a mejorado mucho a todos los centros, excepto al nuestro. El motivo es que por un lado hay una ley que marca el cierre y, por otro, la realidad y los números que marcan que es una utopía cerrarlo. De todo eso, los rehenes somos los trabajadores y los usuarios».
Silva explicó que la Sala 11, es «para paciente imputables, con alteraciones conductuales, pero no para pacientes carcelarios de estas condiciones», concluyó.
